Por Alfredo González Núñez
Los planes de explotación y
entrega de territorios indígenas que traiciona el nacionalismo predicado por el
gobierno abre las puertas a transnacionales depredadoras de riquezas de nuestra
madre tierra
El presidente Nicolás Maduro
oficializó a través del decreto N° 2.248, publicado en la Gaceta Oficial N°
40.855, la creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional “Arco Minero
del Orinoco” en los territorios indígenas
del estado Amazonas, tierras de
nuestros hermanos yekuanas, piaroas, piapoco, warekena, baré, entre otras
etnias, que se constituyen en los habitantes y pobladores ancestrales de un
vasto territorio que bajo sus suelos contiene minerales como el hierro, coltán,
diamante, cobre, bauxita, oro, entre otros , en una extensión de más de 111 mil
kilómetros, que duplica en territorio a la Faja Petrolífera del Orinoco, es
decir estamos frente a una de las peores depredaciones a nuestra madre tierra.
En un mes estarán instaladas
en el país varias empresas mixtas, más de 150 de 35 países que fueron las
favorecidas por el gobierno venezolano para iniciar procesos de exploración,
explotación y extracción de estos elementos de nuestra madre tierra sin
siquiera tomar en cuenta la opinión y punto de vista de las comunidades
indígenas asentadas en este extenso territorio que hoy se erige como la
segunda reserva de oro más grande del mundo. Este decreto inconsulto de extractivismo
del gobierno venezolano es una afrenta al discurso de reivindicación y
reconocimientos de los derechos de los pueblos indígenas
consagrados en la Constitución Nacional y la Ley Orgánica de
Pueblos y Comunidades Indígenas.
En medio de la profunda crisis
económica que vive nuestro país en estos momentos, esta noticia puede pasar
inadvertida y mañana podríamos ser culpables del más grave daño ecológico y
desplazamiento de indígenas de sus territorios y la desaparición de
recursos naturales invaluables como el agua y las selvas.
Demostrando un cinismo
marcado, el gobierno expresó que esto representa la puesta en práctica de una
supuesta doctrina “ecosocialista”, cuando en realidad estos planes entreguistas
son acuerdos que lesionan la soberanía, avalan el saqueo, violan los derechos
territoriales de los pueblos indígenas y amenazan con una destrucción ambiental
sin precedentes, en su desespero por obtener divisas para atender sus
compromisos con acreedores internacionales, sus empresarios nacionales y la
cúpula militar.
Una vez mas el gobierno se
hace de nuestros recursos, de nuestras tierras sin respetar el derecho
consuetudinario que tenemos como primigenios habitantes e hijos de la
tierra, esto demuestra una vez más la necesidad de que el mecanismo de la
consulta previa y la concertación debe ser norma en todos los procesos o
políticas públicas que se implementen en zonas y territorios indígenas que
permita garantías de respeto y salvaguarda del patrimonio natural de los
mismos. Hoy nuestros líderes políticos indígenas callan de manera servil frente
a este tipo de decretos que amenaza e ignora una vez más a los pueblos
indígenas en Venezuela.
Alfredo González Núñez es
líder wayuu Uliana. Egresado del Programa Liderazgo para la Transformación de
CAF- Gumilla.
03-03-16
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