Por Eddie Ramírez, 08/03/2016
El antiguo chofer del Metro y presidente de facto cometió la misma
estupidez que el maquinista de la Best Friend, primera locomotora construida en
los Estados Unidos que explotó en 1831. Molesto por el silbido del vapor, el
inexperto conductor decidió sentarse sobre la válvula de escape provocando la
lógica explosión. Así mismo, el atolondrado auriga de nuestro país, molesto por
el ruido de las protestas y especialmente por las voces en la Asamblea
Nacional, imitó al de la Best Friend y obstruyó la válvula de escape. Para ello
se valió de la Sala Constitucional, la cual será corresponsable del estallido.
La primera reacción de algunos demócratas ha sido de desánimo, en la
percepción de que no valió la pena haber ganado las elecciones parlamentarias.
Sin embargo, si Maduro hubiese reconocido las facultades constitucionales de la
Asamblea tendría más probabilidades de terminar su mandato, pero a un costo muy
elevado para los ciudadanos. El cierre de la válvula inevitablemente producirá
su salida.
Desde sus inicios este llamado “proceso revolucionario” era inviable.
Las únicas revoluciones exitosas fueron las que el talento humano permitió el
mejoramiento de la calidad de vida de los pueblos: La revolución neolítica, es
decir el descubrimiento de la agricultura, la revolución industrial en el siglo
XVIII y la revolución tecnológica del siglo XX. Las otras revoluciones
resultaron un fiasco, no solo desde el punto de vista económico, sino porque
ahogaron los derechos humanos.
La revolución francesa desembocó en el “reinado del terror”, para
finalizar coronando a Napoleón, una guerra que segó miles de vidas y la vuelta
al poder de los Borbones. La revolución comunista rusa asesinó a millones de
ciudadanos o los confinó en pavorosos campos de trabajo obligatorio
establecidos por el Gulag y sometió a otros pueblos. Terminó por el estruendoso
fracaso de su economía, por lo que abandonó el comunismo. La revolución china
persiguió a todo el que se opusiera a Mao. A la muerte de este, los chinos
entendieron que el capitalismo no era pecado. La revolución cubana fusiló a los
disidentes, acabó con la propiedad privada, indujo una migración masiva, sumió
al pueblo en la pobreza y ahora gradualmente está reconociendo su equivocación.
A veces se mencionan otras revoluciones, pero que en realidad fueron
guerras civiles, de independencia o simples golpes de estado, tales como la
mexicana, la “revolución verde” de Gadaffi y la de los “claveles” en Portugal.
Para no quedarnos atrás, aquí tuvimos nuestra “revolución de octubre de 1945” y
los malandros que gobiernan actualmente también hablan de su “revolución”.
El llamado “proceso revolucionario” iniciado en 1999 acabó con la
división de poderes, desconoce la voluntad popular expresada en la nueva
Asamblea Nacional, viola los derechos humanos, acosa la propiedad privada,
ahoga a las universidades autónomas, privilegia las importaciones por encima de
la producción nacional, propicia la emigración de venezolanos, transformó las
Fuerzas Armadas y particularmente a muchos integrantes de la Guardia Nacional
en unos chacales, favorece la contratación de empresas de ingeniería
extranjeras, destruyó las empresas básicas de Guayana, Pdvsa , Edelca, el
Metro, Banco Central y ministerios otrora eficientes como el del Ambiente. Por
si fuera poco, desató una elevada inflación y corrupción, gran escasez de
medicinas, alimentos y repuestos.
Ahora los rojos obstruyeron la válvula de escape y entraron en fase
terminal. Ojalá no sigan destruyendo al país y acepten renunciar. Si no lo
hacen, de todos modos tendrán que agarrar las de Villadiego. Para acelerar esta
ida nuestros diputados deben seguir firmes, aprobar la incorporación de los
diputados de Amazonas y la nulidad de la designación de Magistrados del TSJ a
dedo y sin credenciales. Es decir, confrontar al régimen.
Como (había) en botica: La reciente Memoria y Cuenta del 2015 de
Petróleo y Minería informa que las cifras de producción siguen en picada:
producción de petróleo 2.746.000 barriles por día (b/d) y 117.000 b/d de
líquidos del gas natural, se exportaron 1.944.000 b/d de crudo y 504.000 b/d de
refinados; producción de hierro 11,7 millones toneladas métricas ™; bauxita 2,3
millones tm; carbón 0,8 tm; oro 1,1 tm. En la del 2006 todas las cifras fueron
superiores: producción de petróleo 2.993.000 b/d y 177.000 b/d de líquidos del
gas natural, se exportaron 2.217.000 b/d de crudo y 655.000b/d de refinados;
producción de hierro 28,8 millones de tm, bauxita 5,9 millones de tm, carbón
7,1 millones tm, oro 14,7 tm. De diamantes nunca más se supo. Es decir, un
descenso drástico, a pesar de que el ministro Del Pino sigue insistiendo en lo
de potencia energética y minera. Lamentamos el cese de la publicación de
Veneconomía, esperemos sea temporal, y agradecemos a Robert Bottome por la
labor realizada. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com

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