Por José Domingo Blanco, 11/03/2016
Escuché la propaganda del gobierno. Una de las nuevas: esa en la que le
echan la culpa de la pelazón que tenemos a los gringos, porque tuvieron el
atrevimiento de encontrar formas de autoabastecerse, para no depender más de
nuestro petróleo y, además, -supongo- tener la menor cantidad de negociaciones
con el régimen que lo administra.
La propaganda es una oda -por favor, agréguenle una jota adelante a la
palabra anterior-; en la que, por supuesto, después de oírla, reflexionas:
¡¿habrá alguien tan iluso en nuestro país como para tragarse semejante cuento?!
Porque es tremendo cuento de ciencia ficción el que se lanzaron con la
campañita, de la que me permito ofrecerles mi “traducción” del chavismo al
español:
“El barril de petróleo se lo vendíamos a los gringos a ciento
veintipicotes dólares. Esa es la verdadera moneda fuerte que tanto nos gusta.
Los chavistas, estábamos buchones. Las arcas a reventar. Nosotros nos cogíamos
esos reales como si fueran nuestros y no de toda la nación. Los despilfarramos,
los regalamos, no metimos nada en el fondo de reserva -sino en nuestros “fondos
de reservas” personales. Y mientras estábamos gozando con esa bonanza, dándonos
vida de multimillonarios, los gringos se metieron de cabeza en sus
laboratorios, tratando de inventar maneras de autoabastecerse. Lo lograron, con
un método, poco ecológico, por cierto, y nuestro barril de petróleo bajó. Ya no
tenemos esos reales. Y los que nos cogimos, ni locos pensamos devolverlos. ¡Tan
malucos esos gringos que ya no nos compran petróleo! Peor, aún, ahora nosotros
le compramos a ellos”. Fin de mi traducción…
Me cuesta creer que, todavía, a estas alturas y en estas condiciones,
haya venezolanos que piensen que la culpa es de Obama. Porque, tengo entendido
que incluso, los gringos eran los mejores clientes de Venezuela. Pero, no se la
calaron más. Buscaron opciones. Y dejaron de comprar. Y el precio del barril
descendió. No, la culpa no es de Obama: es de Nicolás y sus secuaces -y antes,
de Chávez- que no ahorraron y saquearon al país, como si la gallina de los
huevos de oro fuera inmortal.
¿Qué hizo Noruega, el tercer país exportador de petróleo del mundo,
cuando las vacas estaban gordas? ¡Ahorró! Y mucho. Tanto ahorró que hoy, cuando
las vaquitas están raquíticas, tienen millones y millones y millones de dólares
guardaditos, para seguir garantizándoles a los noruegos la calidad de vida a la
que están acostumbrados. ¡Para eso son las épocas de bonanza! Para resguardar
al país y a sus ciudadanos, si tu economía depende del petróleo y hay una caída
en los precios. Y aunque no hablo ni leo noruego, dudo que esos señores tan
serios, estén echándole la culpa en estos momentos a Obama.
Esta es una práctica habitual del régimen. Sufren del síndrome del “Yo
No Fui”. Para todas sus metidas de pata, la culpa la tienen otros. Las
evidencias sobran. ¿Por qué nos están racionando el agua? Según el régimen, por
El Niño. ¿Cuál es la razón verdadera? ¡Qué en los 17 años que llevan
destruyendo al país, no construyeron ni un solo embalse adicional a los que
había en la Cuarta y, por ende, en estos momentos en los que El Niño anda
haciendo travesuras por el planeta, no tenemos ni botellones de agua de reserva
para vaciarlos en La Mariposa! ¿Por qué? Porque los chavistas que tuvieron la
responsabilidad de prever y construir y planificar -para cuando vinieran estos
momentos de sequía provocados por fenómenos naturales- ¡se cogieron los reales!
¿Otra? Los apagones y racionamientos eléctricos. Según el gobierno ¿de
quién es la culpa? De las iguanas. Pero, la verdadera causa de la oscurana es
que no se construyeron nuevas plantas de generación, hubo falta de
mantenimiento a las líneas de transmisión y distribución, los transformadores
están obsoletos, no hay equipos para sustituir los viejos, y los reales que en
algún momento esta Robolución destinó para esa materia… ¡se los cogieron!
¿Un ejemplo más? “La Guerra Económica”. Para Maduro y sus cómplices
¿quién es el culpable de la escasez? Aquí se han paseado por muchas opciones.
Le han echado la culpa a Lorenzo Mendoza -uno de los que más produce. Han dicho
que es el “gorgojo”, una plaga que ha nacido, crecido y florecido gracias a la
Robolución. Han pretendido responsabilizar a los comerciantes acaparadores.
Otros han ido más lejos, y han tenido el descaro de decir que no hay comida en
los mercados porque ahora los venezolanos comemos más. Incluso Obama, Guyana y
Colombia han salido a relucir como los causantes de la trifulca económica, las
colas y la escasez… ¿Cuál es la verdad? Enumeren conmigo: las expropiaciones,
el despilfarro, la corrupción, Pudreval…
… Mientras manejo, enciendo la radio. Es la hora del cuñero. Reconozco
la voz del locutor y mi cara se retuerce con una mueca. El gobierno bolivariano
se queja de los gringos malucos que tuvieron la osadía de autoabastecerse de
petróleo… Pongo un CD, que saco sin ver de la guantera de mi carro. Es Pedro
Infante quien arranca a cantar: “Si te vienen a contar cositas malas de mí.
Manda a todos a volar, y diles que yo no fui… Yo te lo juro que yo no fui. Yo
te aseguro que yo no fui. Son puros cuentos de por ahí. Tú me tienes que creer
a mí. Yo te aseguro que yo no fui…” ¡Ahhhh, una buena canción que podría
volverse el jingle de esta Robolución!
mingo.blanco@gmail.com
@mingo_1
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