Por José Rafael Hernández
Estamos cansados de una forma,
de un estilo, de un fondo que ha mandado al país hacia un despeñadero. Estamos
promoviendo una nueva realidad que esperamos llegue muy pronto.
Una nueva situación que
necesita algunos elementos que deben caracterizar nuevas condiciones para la
vida y para el desarrollo de un país con posibilidades de progreso.
Pero cuáles son algunas de
esas nuevas condiciones:
DESCENTRALIZACIÓN
Hemos vivido un período en el
que toda nueva tendencia procura unir en pocas personas -ubicadas muy lejos de
las realidades- las decisiones. Un período anterior que procuró descentralizar
y poner en manos de gobernadores, alcaldes, concejos municipales, comunidades
se vio alterado. Años de CENTRALIZACIÓN que nos ha llevado a períodos
anteriores, los huecos de Biruaca tienen que decidir repararlos en Caracas.
DESCONCENTRACIÓN
Otro de los problemas que
tenemos por alterar es la CONCENTRACIÓN en pocas personas de las decisiones y
el poder. Sin parecerse al país. Hemos sufrido de las consecuencias de un
período en el que no hay discusiones de distintas visiones sobre múltiples
aspectos de nuestras vidas. Tenemos un país sin planes que tomen en cuenta las
necesidades de todas las poblaciones y sus urgencias. No hay planes que tomen
en cuenta las necesidades y demandas desde abajo. Un país sin luz, agua, gas.
Un país que no toma en cuenta las prioridades de abajo hacia arriba. Que no
toma en cuenta los intereses individuales -desde abajo-. Unos “preclaros” han
llevado al país a un lugar donde las aspiraciones de los “de abajo” no se han
tomado en cuenta.
RESPETO A LAS OPINIONES
DIVERSAS
“Yo no opino, pues se me
atacará y denigrará hasta la humillación”. Eso no es una condición democrática.
En una democracia, mucha gente, muchas opiniones, mucha discusión. Sin humillar
al diverso, al distinto. Nos debemos oponer a visiones unilaterales, únicas. Ni
la ciencia ni la tecnología son así. Rescatar el diferenciarnos sin atacarnos a
nivel personal.
EDUCACIÓN Y CAPACITACION
Un país que se ha
despreocupado por la formación y capacitación de sus ciudadanos. Que ha
cambiado la competencia por ser los mejores. Que denigra de los sectores
científicos, técnicos y humanistas que se destacan. O los llama mercenarios. O
los acusa de mercantilistas.
Tenemos que rescatar la
educación y capacitación a todo nivel. Que volvamos a competir por ser cada
quién lo mejor en su área. Sólo así podemos construir un país que promueva lo
mejor para sus habitantes. Basta de hacer exámenes reiterados hasta que pasen
los estudiantes. Promoviendo -en los educadores- preguntas para que todos
puedan responder y no reiterar pruebas. Basta del culto a los más flojos y
descuidados. Necesitamos promover a la mejor gente.
ESPERANZA EN MEJORES FUTUROS
Un país sin imagen de futuro
es un grave problema para todos. Las nuevas generaciones no tienen dibujado qué
hacer en los próximos años en Venezuela. La cantidad de muchachos que -en
paralelo- terminan tésis y arreglan los papeles para irse del país es
espantosa.
Millones de personas. De las
mejor calificadas, o están afuera o hacen todo lo posible por insertarse en
otras realidades.
Esta realidad no es aceptable.
No podemos seguir formando nuestros mejores cuadros, para que salgan espantados
a Maiquetía en busca de mejores posibilidades.
Hay que rescatar un futuro
posible y creíble para todos. Tenemos que volver a dibujar un futuro para
todos.
CONSTRUIR, CONSTRUIR Y LUCHAR
Pero nada de eso se podrá
conseguir sin un colectivo que continúe en una larga y permanente tarea de
construir mayores niveles de organización. Sin un colectivo que siga reclamando
por cada uno de los aspectos que un modelo ineficaz, incorrecto, ineficiente
nos sigue obligando. Sin un colectivo que comience a prefigurar estos valores
en sus formas de organizar y promover la lucha. Para ser distintos necesitamos promover
nuevas condiciones en las cosas que hacemos o decimos. Construyamos un mejor
Año 2017.
30-12-16
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