Por AFP
Venezuela fue declarada en
default parcial por el impago de intereses de sus bonos globales, en momentos
en que intenta refinanciar la deuda externa de unos 150 millardos de dólares. A
continuación, qué es y qué consecuencias tiene un default.
¿Cuándo ocurre un default o
cesación de pagos?
Un país es considerado en
cesación de pagos o default cuando incumple total o parcialmente con sus
acreedores. Estos pueden ser locales o extranjeros, e incluso organismos como
el Fondo Monetario Internacional (FMI). En el caso de Venezuela -cuyo default
parcial declaró este martes la calificadora de riesgos Standard & Poors
(S&P)- lo que está en juego son créditos de inversores privados.
Caracas debía pagar el lunes
200 millones de dólares de rendimientos de dos bonos con vencimiento en 2019 y
2024. El pasado viernes tenía que cancelar otros 81 millones de un papel de su
petrolera Pdvsa. Mientras, la Asociación Internacional de Swaps y Derivados
(ISDA), que agrupa a tenedores de deuda, evalúa si hubo un cese de pagos de un
bono de PDVSA por 1.16 millardos de dólares (capital e intereses), para así
activar el pago de seguros.
En lo que queda de 2017
Venezuela tiene otros vencimientos por unos 1.47 millardos de dólares, y el año
entrante deberá pagar unos 8 millardos de dólares. Actualmente sus reservas son
de 9.68 millardos de dólares.
Los default no son inusuales:
desde 1999 hubo 26 en todo el mundo, según S&P Global Ratings, y algunos
países enfrentaron esa situación más de una vez.
¿Quién declara o
constata un default?
Hay diversas formas de
declarar o constatar un default. El gobierno puede anunciar que no honrará sus
pagos y automáticamente incurre en cesación de pagos. El default puede ser
también declarado por una agencia calificadora, como Moody's, Fitch o S&P,
que comunica públicamente que el país concernido no pagó y, en consecuencia, lo
considera en cesación de pagos. Una tercera posibilidad es que un acreedor
privado anuncie que Venezuela no le pagó. Y otra opción es que lo anuncie un
organismo como el ISDA, con sede en Estados Unidos, que en los hechos es como
un vigía de las deudas soberanas.
¿Cuáles son las
consecuencias?
Para un país en default, la
primera consecuencia es que se convierte en un paria de los mercados
financieros internacionales. No consigue créditos y si lo logra es a tasas
astronómicas. En el caso de Caracas, además, el gobierno de Estados Unidos
prohibió en agosto transar nuevos bonos de deuda de Venezuela y de Pdvsa. Los
acreedores, a su vez, pueden eventualmente embargar activos en el exterior.
Para Venezuela, lo más importante es la compañía Citgo, con sede en Estados
Unidos, que refina y comercializa gasolina en ese país.
Entre los principales
acreedores de Venezuela están China y Rusia pero también inversores, la mayoría
de Estados Unidos, seducidos por los elevados rendimientos prometidos por
Caracas dado lo mal considerada que está su deuda. En el plano judicial, un
país en default queda expuesto a eventuales represalias de países en los que
residen los acreedores. Además, el país queda etiquetado como "mal
pagador", lo cual complica y encarece la obtención de fondos frescos.
El FMI podría eventualmente promover
un rescate, pero esa posibilidad no está siendo considerada por Caracas.
Venezuela aún integra el FMI, pero cortó sus relaciones con el organismo hace
10 años.
14-11-17
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