Por Hernán Lugo Galicia
Si se resuelve el primer
escollo, que el Gobierno invite a los cancilleres a servir de mediadores, se
establecerá una metodología de trabajo, con minutas de cada sesión y se
designará una comisión de seguimiento de los acuerdos para que sean cumplidos
por las partes.
Al anunciar que irían a
explorar “negociación internacional”, los cuatro partidos de la Unidad
Democrática sabían que se vendría una campaña en su contra. Sin embargo, en
esta oportunidad optaron por admitir que querían llevar al Gobierno a la
palestra internacional, obligarlo a reconocer a la Asamblea Nacional (AN) y
publicar el cronograma electoral de 2018, que incluiría un eventual adelanto de
las presidenciales para marzo del año entrante, en lugar de esperar a
diciembre, como lo establece la Constitución de 1999.
Los acuerdos de Acción
Democrática (AD), Voluntad Popular (VP), Primero Justicia (PJ) y Un Nuevo
Tiempo (UNT) fueron tres: 1) Informar todo cuanto pasara en República
Dominicana el 15 de noviembre; 2) aprovechar el respaldo de la Comunidad
Europea, Estados Unidos, 17 países de América Latina, el Grupo de Lima y la
asesoría en materia de resolución de conflictos de la ONU, para evitar que, con
el transcurrir del tiempo se pierda; y 3) escoger a unos delegados que los
representen ante las mesas, auspiciadas por el gobierno dominicano.
El jueves 2 de noviembre, el
G-4 participó en un encuentro con la Conferencia Episcopal Venezolana para
hablar del tema, y luego se convocaron entre viernes y el fin de semana para
acordar quiénes serían los delegados. “La idea es que no vaya ningún aspirante
presidencial, sino técnicos, expertos en manejo de discusiones”, señaló un
dirigente de UNT.
La propuesta era que el
exrector del Consejo
Nacional Electoral (CNE), Vicente Díaz, el diputado Luis
Aquiles Moreno (AD), Julio Borges (PJ) y Luis Florido asumieran la
representación, pero aún el tópico estaba en debate hasta bien cerrada la noche
del domingo 12 de noviembre. La presencia de Julio Borges es considerada
necesaria por su posición como presidente de la AN, así como la de Florido por
ser presidente de la Comisión de Política Exterior.
El Gobierno ya decidió que el
presidente de la Comisión del Diálogo sería el ministro de Comunicación, Jorge
Rodríguez, quien asiste en compañía de su hermana, Delcy Rodríguez, en el plan
de Miraflores de que así se le dé rango internacional a la Asamblea Nacional
Constituyente (ANC) solo por aceptarla como parte de la comitiva. El ministro
de Educación, Elías Jaua, es el otro “mediador”.
¿En suspenso cita y asistencia
de MUD?
El primer escollo de este
nuevo encuentro surgió, no solo dentro de las filas de la oposición cuando los
partidos negaron que hubieran apoyado sentarse en Dominicana, sino entre el
Gobierno y el G-4 por los países que fungirían como mediadores.
“En la Unidad estamos listos,
esperamos que en las próximas horas el Gobierno invite a cancilleres para
iniciar la negociación internacional. De no ser así, nuestra participación será
suspendida. A los venezolanos y la comunidad internacional les decimos: lo
fundamental es resolver la grave crisis social y la búsqueda de una salida
pacífica para restablecer orden constitucional con elecciones libres sin presos
políticos ni inhabilitados con observación internacional. Los objetivos son
claros: condiciones electorales para elecciones presidenciales y la apertura
del canal humanitario de alimentos y medicinas en Venezuela”, alertó Florido en
su cuenta, el 12 de noviembre.
El presidente Nicolás Maduro
no quiere tener al frente a los cancilleres de México, Paraguay y Chile por
considerar que sus gobiernos han sido muy duros con él y que constituyen la “línea
dura de la derecha en Latinoamérica”. Maduro y Rodríguez han solicitado
reunirse sin imposiciones. “[Henry] Ramos Allup te espero en República
Dominicana”, espetó Maduro, aunque luego aclaró que él no iría. Sin embargo, la
realidad indica otra cosa y más tarde cuando se explique la metodología se
sabrá.
El alcalde de Libertador
ironizó el 12 de noviembre: “Vamos sin condiciones, sin injerencia extranjera.
Que la oposición asista y apaguen los celulares para que no vean Twitter”.
¿Es probable que Maduro
participe en las reuniones?
La agenda indica que sí.
La metodología del trabajo es
similar a la establecida en las cumbres de Estado. Una delegación, en el caso
de reuniones de presidentes, son los cancilleres, conversan sobre los temas a
tratar, la forma cómo se harán y luego se fija la hora y el sitio, explicó
parte de la comitiva.
Florido confirmó el esquema de
trabajo al exponer varias cosas: Uno, que primero se definió la agenda y hasta
un documento base de la negociación, que incluye por parte de la oposición, la
libertad de presos políticos, la apertura de un canal humanitario, el
reconocimiento de la AN, un cronograma electoral, la designación de un nuevo
CNE y las presidenciales, bajo la tutela y observación de la ONU e instancias
internacionales. Dos, en cada sesión, se levantará una minuta con los temas
tratados, los acuerdos logrados y la designación de una “comisión de
seguimiento”, que integran los países amigos de la oposición y del Gobierno (de
este último, Bolivia y Nicaragua).
“En la mesa directiva podrá
participar el Presidente [de Venezuela]”, revelaron fuentes oficialistas. El
día y la hora no han sido notificados, pero las partes requieren su asistencia
para que, en primer lugar, avale la activación de la negociación internacional
y, en segundo lugar, para que se comprometa a cumplir lo acordado.
La presencia de Maduro
exaltará más los ánimos en la oposición pues ya, por ejemplo, el movimiento Soy
Venezuela —que conforman Vente Venezuela y Alianza Bravo Pueblo— enviaron una
carta al presidente dominicano, Danilo Medina, en la cual reniegan del diálogo,
los consideran una “nueva trampa del Gobierno para ganar tiempo, legitimar ANC
y conseguir refinanciar la deuda externa”.
Los argumentos de Vente son
esgrimidos por María Corina Machado: “En 2014, durante las protestas conocidas
como ‘La Salida‘, se presentaron en Miraflores ‘a dialogar‘. Pararon la calle.
En 2016, la marcha iba a Miraflores y se fueron a Fuerte Tiuna. Pararon la
calle. En 2017: el 16J da un mandato; caen en elección ficticia y se van a
República Dominicana. Pararon la calle. No Más”, se opuso en Twitter.
Datos
26 de octubre: La
oposición planteó al presidente de República Dominicana tres temas: fraude del
15 de octubre, la necesidad de rescatar el voto o la confianza en el sistema
electoral, y la escogencia de un nuevo CNE, revelaron fuentes. Ese día, Julio
Borges y Luis Florido se reunieron luego con el secretario general de la OEA,
Luis Almagro, a quien le expusieron su preocupación por la crisis social y
económica y la persecución a la dirigencia opositora.
Estrategia de la oposición:
Lograr negociación internacional que obligue al Ejecutivo a reconocer al
Parlamento, eliminar la Constituyente y que se convoquen elecciones
presidenciales en 2018.
Participantes: Grupo de
Lima, que surgió al fracasar intervención de la OEA; ONU y países amigos.
Estrategia del
Gobierno: Posicionar la matriz de que Nicolás Maduro es el promotor de la
paz. “338 llamados al diálogo desde 2013. Solo en 2017, 269 invitaciones a la
derecha para encontrar una solución a los problemas, por la vía del diálogo”,
señala propaganda del Minci. Sus objetivos: que se reconozca la ANC, se
autoricen los créditos internacionales y que la oposición se comprometa a
acatar el cronograma electoral, que contempla elección presidencial a fines de
2018.
Foto: AVN
13-11-17
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