Por Rafael Viloria
En los últimos días del año en
curso, por distintos medios de comunicación, hemos oído un mensaje muy
interesante: mensaje cuyo contenido, producido hace ya bastante tiempo, lo puso
en circulación el “Socio Cristianismo”, “Solo el pueblo salva al pueblo”.
*Distintos personeros del
gobierno, encabezado por el Presidente de la República, lo están haciendo.
Pareciera que la evocación del contenido, obliga necesariamente a plantearse
algunas interrogantes ¿Qué es lo que inspira al propio Presidente de la República
a plantear que solo el pueblo, salvará al pueblo?
*¿Cuáles son los pecados
cometidos que requieren solicitar la salvación? ¿Son de carácter divino,
humano, social, económico, religiosos, etc.? ¿Si tales pecados existen, a quien
o quienes hay que atribuírselos, hacerlos responsables a los fines de que no
terminen pagando justos por pecadores?
*Cuando los personeros del
gobierno, hablan de la cualidad de pueblo; ¿a qué pueblo en particular se están
refiriendo? ¿A todo ser que exista en la tierra? ¿Sea del país que fuere? ¿Del
que vive en el medio urbano, rural, en las grandes ciudades, etc.?
*Muy clara no están las cosas,
a juzgar por la real situación integral, en la cual todos por igual estamos
irremediablemente inmersos en los social, económico y político.
*Tal y como se están
planteando las cosas, pareciera que los personeros del gobierno, nos están
tratando de convencer de que ellos, son los “Elegidos de la divinidad”,
que podrán salvar al universo de desvalidos que por culpa de unos pecadores
están cruzando por un flagelo incontenible con destino apocalíptico,
aparentemente inevitable.
*Tratemos de visualizar el
perfil de cada uno de los pecados. Que por cierto aparecen huérfanos de
autoría, por consiguiente de responsables. Lo Social: todos coincidimos en
Venezuela, que tal pecado, constituye uno de los más graves que la República
haya experimentado en las últimas décadas.
*La ruptura a ultranza del
patrimonio moral gira en torno a sus valores y principios; estos han ido
paulatinamente siendo no solamente rotos, sino también dado paso a la presencia
de un nuevo orden cultural. No solo se ha perdido la “FE”, en sí mismo sino la
confianza y la esperanza. Es decir: ya nadie quiere creer en nada, ni en nadie.
*Se dice que todo efecto surge
de una causa que la origina; juntos generan unas consecuencias. Sin ser
expertos en las ciencias sociales, pudiéramos desembocar en un apocalipsis
inevitable. Sin ciudadanos no puede haber sociedad. Sin sociedad entonces no
hay pueblo, sin patriotas no hay patria.
*Es el perfil económico: la
presencia de esa anacrónica cultura de la inmoralidad social, la ha convertido
en un flagelo al que se le atribuye responsabilidad a las desviaciones de la
“ECONOMIA”. La Inflación.
*El perfil político: capturado
por lo social y económico, forma parte integral del desastre que por igual nos
azota a todos sin distinguir alguno.
*En Venezuela vivimos
constantes paradojas. Los elegidos para salvar el pueblo, hasta la
saciedad nos dicen que somos inmensamente ricos. No obstante, no
entendemos la crisis alimentaria, en salud en general, en medicinas en
seguridad, en empleo, en producción agrícola y pecuaria, educación en general,
inflación, escases, especulación, etc. ¿Quién genera la crisis?
*Los elegidos para salvar al
pueblo, a través de diversas formas de comunicación, nos tratan de convencer
que ellos no son los responsables de la crisis existente, que solo es culpa del
imperio, que con Donal Trump a la Cabeza provocan la
situación existente. Por eso el llamado angustiante es para que el pueblo,
frente a su manifiesta incapacidad de gerencia pública, se salve así mismo.
*El pueblo, de seguro se
estará preguntando frente al llamado qué clase de armas debemos utilizar y
contra quién lucharemos para salvar al pueblo. Quizás el pueblo si este pensando
en salvarse; pero no del mismo pueblo; si no de los responsables de la peor
tragedia social, económica y política que nuestra historia haya tenido
conocimiento de su existencia. En consecuencia la lucha tiene que plantearse no
con armas convencionales ni Rusas, ni Chinas, ni Americanas, en una guerra
convencional que no tiene sentido.
Para hacer uso de ellas, solo
dependerá del pueblo mismo; que de forma organizada se plantee la reconstrucción
de la República. El planteamiento de que solo el pueblo salvara al pueblo
tendrá sentido si el DEMO=PODER= CRACIA=PUEBLO =Libertad plena para
pensar, expresar y actuar; hagan causa común en un verdadero
proceso Revolucionario Social y Democrático; que restablezca el orden
social, económico y político, que nuestra patria requiere para hoy y para
siempre. Solo así el pueblo volverá a ser dueño de su propio destino.
Expresidente de Ceconave
03-11-17
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