Por Luisa Pernalete
“La pequeña estaba feliz el
primer día sin clases, pero ya en el segundo me dijo que le hacían falta sus
compañeritos”, me comentó la señora Isabel con relación a la pequeña Beatriz,
de 8 años. Y la entiendo. A los niños no les gustará mucho hacer tareas, pero
ir a la escuela sí. Los juegos en el patio, la maestra cariñosa, las bromas de
los compañeritos, incluso presentar sus proyectos de aprendizaje…
Pero ya sabemos, esta
cuarentena, este distanciamiento de las actividades cotidianas, este no poder
ir a clases, no por vacaciones adelantadas sino por prohibición saludable,
puede disparar las emociones, acrecentar el fastidio, los chamos se pueden poner
difíciles, en fin… ¿Qué pueden hacer en casa las madres para sobrellevar esta
cuarentena por el coronavirus? Vamos más allá: ¿Podemos aprovechar esta
encerrona?
Van consejos a las
madres
con los chamos sin
escuela
también pudieran servir
pa’ que apliquen las abuelas
En primer lugar, cálmese. Ya
sabemos que tanta información a veces alarma y no deja pensar en paz. La
situación es de cuidado, es verdad, pero si usted está alterada puede
convertirse en parte del problema y es posible que termine regañando sin razón
a sus pequeños. Recuerde que ellos no son responsables de este virus que anda
suelto. No la pague con ellos. Respire profundo, que es gratis y no tiene que
salir de su casa para hacer sus ejercicios de relajamiento y respiración
profunda. Es más, haga ejercicios de respiración y en general de
relajación con ellos también. Le aseguro que contribuye a calmar ánimos, mejora
la atención, trae muchos beneficios…
En segundo lugar, dialogue
con sus hijos. Explíqueles que no están castigados ni ha habido un terremoto.
Sin alarmarlos, cuénteles que hay un virus suelto que enferma y que es mejor
quedarse en casa. No olvide mencionarles algunas medidas de prevención como
lavarse las manos con jabón, no saludar con besos y abrazos –como solemos
decirles que hagan– si llega alguien de afuera. Si vive en una zona con
problemas de agua, converse sobre la necesidad de ser muy ahorrativos con la
poca de la que se dispone. En fin, hablen del tema, sin olvidar que hay
otros países igual que nosotros, sin clases; y que no es que todo contagiado se
muere… Cálmelos.
En tercer lugar, vea esta
encerrona como una oportunidad para hacer algunas cosas con sus hijos, de
esas que siempre posterga porque “nunca tiene tiempo”: arreglar ese
closet que tiene viejas fotos que nos pueden hacer reír, ropa que ya nadie usa,
esas gavetas que tienen de todo… Y que ellos ayuden. Me consta que a los
pequeños les gusta ayudar; nómbrelos “asistentes” de manera oficial…
Aproveche y prepare la comida con ellos, deles pequeñas responsabilidades y
dígale lo importante que es cada tarea para que la comida esté lista. Haga las
cosas con calma, no a la carrera como suele ser, y sin apurarlos a ellos.
En cuarto lugar recomiendo
que a mitad de mañana y a mitad de tarde hagan otros ejercicios de relajación.
Dense ligeros masajes unos a otros, hagan ejercicios de risoterapia, como
ese sencillo de unirse de dos en dos y sonreír de manera ficticia uno frente a
otro. Verá como a los 3 o 4 segundos todos están sonriendo y hasta
carcajeándose. Recuerde que tenemos células como espejos en el cerebro que
simplemente imitan. Funciona, se los aseguro. Ayuda también bailar un
rato, el ritmo que sea. No tienen que ser artistas, solo bailen.
En quinto lugar, acuerde con
ellos una rutina básica: hora de levantarse; hora de comer; hora de hacer
tareas escolares, las que están pendientes o repasar lo último que vieron en el
salón… Combine esas tareas con actividades tales como colorear, ello incrementa
la capacidad de concentración, que a su vez ayudará a la lectura y al
aprendizaje en general. La rutina no tiene que ser rígida sino flexible pero
conviene tenerla, puesto que durante unos días de cuarentena, no pasa gran
cosa; pero si son semanas –no sabemos cuánto durará– se pueden debilitar
o perder hábitos ya adquiridos. Si la rutina es producto de común acuerdo, será
más fácil seguirla.
Para ayudar a la “hora de
tareas escolares”, le informo que hay organizaciones como Fe y Alegría que
tendrán en su red de emisoras programación educativa especial para los
estudiantes de primaria: “La Escuela va a la casa con Fe y Alegría”, con
duración de una hora, con actividades diversas. También habrá una programación
para jóvenes y adultos con el fin de ayudarlos en sus estudios de bachillerato:
Sin salón. Pueden meterlo en la rutina.
Si tiene hijos grandes y
pequeños haga que los primeros ayuden con la atención de los más chicos; si es
a través de juegos, mejor. Que los grandes enseñen canciones a los pequeños;
que dirijan un rato de gimnasia…
Si se tiene patio, trabajar
en el jardín es útil y divertido, sobre todo si en su sector hay problemas de
electricidad.
Si es de los privilegiados y
dispone de internet decente, le cuento que hay opciones sobre este tema: Qué
hacer en esta cuarentena en la casa. También hay páginas con cuentos,
juegos cooperativos… pero es importante que tenga un abanico de alternativas
para que no terminen subiéndose por las paredes.
En fin, amiga mamá, no se
quede esperando que la cuarentena termine y acabe con sus nervios. Aproveche la
oportunidad. Si estos consejos los pone práctica, le son útiles y de paso los
innova, comparta su experiencia. Ayudarán a otros.
Sabemos que está angustiada
Vamos, respire profundo
la cuarentena fastidia
pero no se acaba el mundo.
17-03-20
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