ANTONIO MARIA DELGADO 22 de marzo de 2020
@DelgadoAntonioM
El
81 por ciento de los hospitales públicos venezolanos no tienen jabón. El 82 por
ciento de los hogares no recibe agua por las tuberías. El número total de camas
con respiradores en todo el país asciende a solo 84.
Lo
afirmó Juan Guaidó, el presidente interino de Venezuela, en una entrevista
exclusiva con el Nuevo Herald.
La
suma de esos factores proyecta una ecuación catastrófica para Venezuela, cuando
apenas comienza a ser golpeada por el nuevo coronavirus, que produce COVID-19.
La enfermedad respiratoria no solo se abalanza sobre una población vulnerable
que padece serios problemas de desnutrición, sino que también está a la merced
de un régimen represor acostumbrado a esconder los problemas en vez de
enfrentarlos.
“Hoy
la dictadura reconoce 42 casos”, dijo Guaidó poco antes de que el número fuese
elevado a 70 en la tarde del sábado. “Pero nosotros de manera extraoficial, por
el observatorio que hemos manejado, creemos que podríamos estar hablando de más
de 200 casos en este momento en Venezuela”.
Datos recogidos de fuentes internas del régimen
sugieren que Venezuela efectivamente podría tener hoy más de dos centenares de
casos.
CIFRAS ALARMANTES DE COVID-19
Según esas fuentes, el número de casos positivos
ascendía a 181 en la mañana del sábado, mientras que el total en observación se
ubicaba en 298.
El mayor número de casos era registrado en el estado
Zulia, con un total de 21 positivos y 46 en observación, seguido por Miranda
con 18 positivos y 46 en observación, y Caracas con 17 positivos y 29 en
observación.
Guaidó, quien es reconocido por Estados Unidos y casi
otros 60 países como el legítimo presidente de Venezuela, dijo que el régimen
está demostrando una gran soberbia ante la amenaza del COVID-19, persiguiendo a
reporteros y personal médico que se han atrevido a desvelar la gravedad de la
crisis.
A la severidad de la crisis “se le suma la persecución
de quienes han denunciado la situación, como es el caso de una enfermera en (el
estado) Monagas, y de un médico en la región central a quien se le dio casa por
cárcel, por básicamente visibilizar lo que es la emergencia sanitaria en
Venezuela”, dijo Guaidó.
El régimen “continúa , persiguiendo a los periodistas,
tratando de evitar que se informe y rehusándose a aplicar medidas humanitarias
como por ejemplo, a liberar a los privados de libertad (reos) o a los presos
políticos en situación de vulnerabilidad”, señaló.
Pocas horas después de la entrevista, el régimen
encarceló al periodista Darvinson Rojas. ¿Su crimen? Reportar por Twitter sobre
el aumento de los casos de coronavirus.
CRISIS EN EL SISTEMA SANITARIO VENEZOLANO
Guaidó dijo que la capacidad del sistema de salud
venezolano para afrontar la pandemia es casi inexistente.
El país, por ejemplo, país necesita obtener de
inmediato unos 1,000 respiradores para poder atender los casos que van a
producir en cuestión de días.
Eso significa que el país necesita de la asistencia
humanitaria hoy con más urgencia que nunca.
“Hace un año (con el inicio de la crisis humanitaria)
era importante. Hoy va a ser vital para evitar que se produzca una catástrofe
que está en puertas en Venezuela”, manifestó.
Pero para que la ayuda pueda llegar, los militares
venezolanos deben dejarla pasar en vez de repetir el triste escenario
registrado el año pasado cuando usaron la fuerza para impedir que los alimentos
donados por la comunidad internacional pudieran ingresar al país,
“Hemos hecho un llamado a la Fuerza Armada, un llamado
claro, advirtiéndoles que pudieran ser responsables de una catástrofe si no
actúan de inmediato por la necesidad de atender a nuestra gente”, dijo Guaidó.
“Hoy la prioridad es proteger a nuestra gente, salvar
vidas, y para eso se requiere del compás, sin duda, de las fuerzas armadas, no
como hicieron el año pasado que permitieron que quemaran ayuda humanitaria”,
agregó.
SE AGRAVA LA MALNUTRICIÓN
La ayuda que Venezuela requiere ante la pandemia no
está limitada a equipos médicos e implementos de limpieza para combatir el
contagio, sino también alimentos. Las medidas de aislamiento social ordenadas
por el régimen, amenaza con incrementar los graves problemas de malnutrición
por la que atraviesan los venezolanos.
Guaidó advirtió que un 50 por ciento de los
trabajadores venezolanos son informales, muchos de ellos sustentándose gracias
a los productos que venden en las calles.
Esos trabajadores ahora no pueden salir debido la cuarentena total impuesta por el régimen y eso les
deja sin posibilidades de ganarse la vida. Son millones los que van a necesitar
ayuda, dijo.
La situación es agravada por la aguda escasez de
gasolina que registra el país, que dificulta que los pocos alimentos producidos
en los campos puedan ser transportados hasta las ciudades.
La escasez de gasolina era palpable el sábado en
Caracas. La capital del país, que alberga unos cinco millones de habitantes,
solo contaba con dos estaciones de servicio que tenían sus puertas abiertas,
reportaron medios locales.
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