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sábado, 21 de marzo de 2020

Una cuarentena con los niños en casa por @cecodap @fernanpereirav



Por Fernando Pereira


Padres, abuelos, familiares están preocupados en cómo mantener sanos a los niños y adolescentes de casa. Fundamental es el reconocer en sus hijos los síntomas del COVID-19 (tos, fiebre, dificultad para respirar) para inmediatamente consultar qué hacer.

La cuarentena implica un nivel de estrés para cualquier grupo familiar. La presencia de niños y adolescentes implica un reto mayor. La Organización Mundial de la Salud, Unicef y la Cruz Roja Internacional nos dan algunas pistas con esta población:

1.   Validar sus emociones. Deben saber que en una situación así es normal sentirse tristes, preocupados, inquietos e incluso aburridos. Tienen que sentir que no están solos y que pueden hacer todas las preguntas, hablar contigo o con alguien de la familia cuando lo necesiten. Deben saber que esa es una forma de mantenerse sanos y seguros, cosa que es muy importante para todos en estos momentos.

2.   Asumir su protección. Plantearles realizar buenas prácticas de higiene: lavarse las manos con jabón y agua; mantener la casa limpia, recoger y eliminar los desechos; toser y estornudar utilizando el codo, evitar tocarse la cara, ojos, boca y nariz es la mejor forma de protegerse a sí mismos y a los demás. 

3.   Ser promotores de la salud. Deben saber que son sujetos activos y que pueden ser un ejemplo para hermanos pequeños, vecinos u otros miembros de la familia. Pueden compartir la información para la prevención de la enfermedad y promoción de la salud.

4.   Promover la convivencia. Hay que preservar un clima de convivencia en el hogar. Estar tanto tiempo juntos puede propiciar el enfrentamiento y agresiones entre hermanos; padres e hijos. Implica un esfuerzo de todos para promover el buen trato y comprender que no podemos pagar nuestra frustración con nuestros seres cercanos y más queridos.


Tiempo para fortalecer los vínculos

Debemos estar atentos a que los noticieros y el seguimiento de la pandemia en redes sociales no copen las horas del día en la casa. Tener la información necesaria, de fuentes confiables; pero con medida. Debe haber una “dieta informativa” que permita no intoxicar, especialmente a los niños y adolescentes; protegiendo así la salud mental que es vital en estos momentos. 

En las actividades que realizamos en Cecodap las familias siempre se quejan de la falta de tiempo para poder comunicarse y acompañar a los hijos en su crecimiento. Esta emergencia nos pone de parada forzosa y representa una oportunidad para comunicarnos y conocer mejor a nuestros muchachos: cuáles son sus aspiraciones y temores.

Disponemos del tiempo para que nos muestren cuáles son los juegos que usan, los youtubers que siguen, las páginas o contenidos que les interesan. 

Es una oportunidad de oro para poder indagar sus motivaciones y contarles de las experiencias que tuvimos que fueron decisivas en nuestras vidas cuando teníamos su edad, compañeros, familiares, maestros que dejaron huella en quienes somos.

¿Qué hacer en casa? 

Mantener o crear una rutina en los horarios para dormir, comer y otras actividades.

Realizar las tareas escolares asignadas, repasar algunos contenidos. Debe ser un tiempo razonable para no convertir la casa en un aula y aumentar el estrés.

Programas de corte educativo. Quienes poseen cable, pueden ubicar canales con programación de documentales sobre historia, geografía, turismo, cocina, mundo animal.

El poder de la lectura. Un libro o cuento que les guste puede ser un canal maravilloso que lo introduzca al mundo de la lectura y un factor protector en tiempos de emergencia.

Internet como aliado. En estos tiempos que se fomenta el tele trabajo, quienes tienen conectividad en casa cuentan con este aliado fundamental para los muchachos. Hay muchos organismos internacionales y empresas que han abierto sin costo sus páginas para tener acceso a bibliotecas digitales, aulas virtuales, cursos online para aprender idiomas, por ejemplo.

El poder del juego. Aprender a lavarse las manos, hacerlo permanentemente, estornudar pasa de ser una obligación a ser un momento entretenido, simulando a un superhéroe que se pone el codo sobre su rostro. El juego es fundamental para que los niños se recreen y puedan procesar preocupaciones y miedos. Juegos electrónicos, juegos de mesa, la búsqueda del tesoro, mímica, adivinanzas. Hace un año tuvimos un entrenamiento en el marco del apagón general.

Actividad física. Una rutina de ejercicios adaptada al espacio o bailar permite drenar la energía que los niños tienen acumulada.

Vivan las artes. La música, cantar, aprender a tocar un instrumento es un recurso maravilloso para abstraer la mente. Dibujar, pintar, recortar y hacer un collage, dramatizar son recursos a nuestro alcance.

Lo disfruto en familia. Ver una película y comentarla; cocinar juntos; realizar tareas del hogar; ver fotos familiares; hacer una fiesta de disfraces.

Cada familia encontrará la vía con los recursos a su disposición porque para los niños lo más importante es estar con sus familias. Como padres siempre recordar que los adultos somos nosotros y quienes podemos comprender las circunstancias y tener más comprensión y paciencia.

19-03-20




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