Vladimiro Mujica 24 de abril de 2020
Cito a continuación un intercambio por Whatsapp entre
mi primo Pedro Elías Hernández (PEH) y yo (VM) a propósito de mi artículo
reciente El Virus de la Corona (https://www.elnacional.com/opinion/el-virus-de-la-corona/).
En esencia, ese artículo recogía mi percepción de que hay una profunda
asimetría entre la responsabilidad del régimen, el del progenitor Chávez y el
del heredero Maduro, y la de la resistencia democrática en provocar la ruinosa
situación que vive Venezuela y no abrir canales para resolverla.
De seguidas el intercambio entre PHE y VM:
PEH: Este artículo es muy polémico primo. Es
polarizado y desde luego confronta. Parte de un supuesto
equivocado, a mi juicio, no es un régimen del mal lo que
enfrentamos, sino una revolución socialista en el poder. Esa es la
clave de la equivocación original opositora. Del artículo resalta algo
importante. La idea cierta que pandemia pone al gobierno en su elemento:
asediado, victimizado y con manga ancha para profundizar el control
sobre la gente. Un abrazo primo
VM: Puede ser … en realidad estoy de acuerdo con lo
que escribes, excepto por supuesto en calificar al régimen maduro como una
revolución socialista en el poder. Yo ya sé que tú estás desencantado del
socialismo hace mucho tiempo pero no le concedo al régimen, que es
esencialmente un estado fallido criminal con tentaciones abiertamente
totalitarias el beneficio de ser un proyecto ideológico socialista. Quizás al
comienzo hubo algo de eso, pero hace mucho que no queda nada de ese empuje
inicial.
PEH: Entiendo tu punto primo. Pero sin ironía
pienso, como decía Oscar Wilde, que la diferencia entre un amor
apasionado y un capricho es que el capricho tiene mayor intensidad
y dura más, igualmente , una revolución socialista en el poder es mucho más
terrible que un Estado fallido. Es mas pernicioso
y dura más.
VM: Te entiendo. Pero insisto en que darle
credibilidad ideológica a lo que esencialmente se ha tornado en un estado
mafioso es un regalo que se le hace a esta gente y que les permite exhibirse en
el estrado internacional con un ropaje que no les viene. Si estaría de acuerdo
con algo así como una revolución socialista devenida estado criminal. Es un
concepto híbrido que a lo mejor analizo en un próximo artículo !!
PEH: Seria bueno que escribieras sobre el tema
primo. Yo escribí el año pasado en Informe 21 sobre ese tópico.
Así que decidí escribir sobre el tema no solamente
para cumplir con la solicitud del primo, sino porque considero que detrás de
nuestro fraternal intercambio hay una interrogante importante sobre los efectos
que tiene la caracterización del régimen chavista, tanto en el ámbito
internacional como entre los venezolanos. Al interior de Venezuela sigue
existiendo eso que se ha dado en llamar el chavismo disidente, gente que estuvo
muy ligada al gobierno de Chávez, Elías Jaua, Luis Fuenmayor, Víctor Álvarez,
Jorge Giordani, Héctor Navarro y Nicmer Evans, por citar a
algunos, y que ahora está enfrentada a Maduro. Ese grupo sigue
defendiendo que había un planteamiento ideológico de fondo, que se recogía en
la idea del Socialismo del Siglo XXI, y que Maduro traicionó las ideas de
Chávez. La verdad del asunto es que cada acto de corrupción y de destrucción
del país que Maduro y su logia de la decadencia han avanzado, tiene un claro
antecedente en políticas y acciones que comenzaron en el gobierno de Chávez.
Existe pues un interés político importante en desmontar la tramoya de que
Chávez quería el “buen socialismo” para su pueblo que fue distorsionado y
traicionado por Maduro. Hay que repetirle a los venezolanos hasta el cansancio,
que el proyecto original que usaba la palabra “socialista” como perversa ancla
de enganche, terminó por convertirse en un proyecto de acción totalitario y
fascistoide. En cuanto a la reconstrucción de Venezuela se refiere la única
consideración importante es si el chavismo disidente está dispuesto a
participar en la reparación del tejido democrático del país. En este contexto,
es también fundamental tener en cuenta a la gente, el ciudadano común que no se
ha corrompido, que se sintió reconocida en el falso mensaje de Chávez, y que
aún hoy mantiene la esperanza de un futuro luminoso después de la hecatombe.
Con ellos también hay trabajar para desmontar la ilusión de la legitimidad
ideológica.
Hay otro punto crucial en esta discusión: yo desde
hace mucho tiempo he denunciado el engaño monumental del comunismo. Cosa que
tuvo un costo interno para alguien que viene de una familia donde las ideas
comunistas llegaron con el padre. El tema del socialismo requiere un análisis
más detallado porque la socialdemocracia europea, sobre todo la escandinava, ha
avanzado ideas donde se conjuga el capitalismo con la responsabilidad social
del gobierno. No hay espacio aquí para entrar en detalle. Lo importante es
entender que bajo ningún respecto se le puede otorgar carta de identidad
socialdemócrata al nefasto proyecto chavista-madurista porque con
ello se le hace un favor. Esta distorsión está en la raíz de porque muchos
venezolanos en la diáspora en los Estados Unidos, cometen el imperdonable error
de tachar a los demócratas en su conjunto de socialistas y comunistas. No es
tampoco casualidad que el chavismo obtuviera un apoyo importante en Francia,
España, Italia y otros países europeos donde avanzó la idea de una suerte de
versión antropológica de la política, según la cual los venezolanos necesitábamos
a alguien como Chávez para corregir la desigualdad social y económica que
presuntamente caracterizaba a nuestro país. Es decir lo que para esos países
habría resultado inaceptable, un tipo como Chávez en el poder, era a lo más que
podíamos aspirar los atrasados venezolanos. Un ejemplo especialmente doloroso
de esto fue lo conducta proxeneta de miembros de Podemos en España, que
literalmente se chulearon millones de euros entregados por el gobierno de
Chávez.
Finalmente,
es importante atacar todo vestigio de fundamentación ideológica remanente en la
acción de lo que para todos los efectos es un régimen criminal, el paraíso de
los acuerdos entre la casta gobernante militar-cívica y todo un entramado,
extensamente denunciado, de conexiones con la guerrilla colombiana,
el narcotráfico y potencias foráneas. Desde ese punto de vista, llamar al
régimen “una revolución socialista en el poder” es equivalente a llamar
al gobierno nazi de 1939, una “revolución nacional socialista en el poder”,
luego de que se revelara ante el mundo, y ante los propios alemanes que
apoyaron inicialmente con gran entusiasmo a Hitler, la verdadera dimensión del
nazismo. Tanto el régimen chavista como el nazismo se convirtieron en regímenes
del mal, tanto en su sentido bíblico como en otro muy práctico de transformarse
en ejercicios totalitarios que destruyen todo lo que es bueno y necesario para
que los humanos prosperen. Si no, preguntemos a los venezolanos en pánico en un
país arrasado y enfrentados a la pandemia.
Vladimiro
Mujica
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico