La PRENSA del Táchira 01 de octubre de 2020
En las últimas semanas el curso del nuevo éxodo de
venezolanos tomó otro giro, porque las oleadas de migrantes que
huyen a la crisis desatada desde hace varios años en el país, han trazado otro
camino.
La ruta es menos complicada, sin tantos obstáculos, aunque
igual hay que pagar en pesos o dólares, para poder llegar hasta territorio
colombiano por la vía que va a Guasdualito y que tiene como último punto El
Amparo, antes de cruzar la línea limítrofe y pisar Arauca, ya terreno
colombiano.
Y es que además de recorrer la empinada topografía
cuando se adentraban en territorio tachirense, los migrantes debían
sortear las decenas de alcabalas que al son de "la matraca" les
arrebataba los pocos recursos con los que emprendían la aventura de salir de
Venezuela.
Y es aquí donde, se ha formado una especie de
"Sindicato" donde figuran choferes de unidades de transporte, carros
piratas, de todo los estilos, hasta las llamadas "jaulas ganaderas"
que acarrean a personas y las conducen por esa solitaria vía antes de llegar a
La Pedrera se desvía hacia el estado Apure.
El epicentro de este movimiento inusitado o un
terminal ambulante se focaliza en Punta de Piedra, estado Barinas. Es aquí
donde son represados los migrantes y donde aparecen las
ofertas para hacer más fácil el camino. El que tiene dinero puede encontrar un
buen vehículo, hasta con aire acondicionado. A menos de 200 metros del lugar
hay un Punto de Control de la GNB y una mini alcabala de la PNB.
Allí no hay listines, ni oficinas, al que se va
bajando de las unidades autobuseras o de las "jaulas", los
"coyotes" los rodean para ofrecerles el servicio de transporte. No
hay normas de bioseguridad, ni se habla de Covid-19. Solo hay el palabreo para
conseguir rebaja y hacer la oferta, eso sí, "El Sindicato" impone las
tarifas, los que no pagan, siguen de largo.
John Mijares vendió todo en su natal Valencia, y con
su morral a cuesta, salió en compañía de otros muchachos, pero su meta es
llegar a Ecuador donde espera encontrarse con su hermano que se radicó en
Colombia. "De aquí ya salgó por Arauca, ahí recibo un dinero por remesa
para viajar hasta Bogotá y llegar a Rumichaca".
De sus compañeros de travesía, dice que se
dispersaron. Unos siguieron a pie a San Cristóbal, pero como él tenía algo de
dinero esperaba turno para viajar en un "5 puestos" por la vía
del llano, La Pedrera-Guasdualito-El Amparo.
¿Y dónde queda Punta de Piedra?, Es el último pueblo que se consigue antes de pisar el
Puente sobre el Río Caparo que divide al Táchira con Barinas. Recién su nombre
se hizo notorio, cuando se conoció de la muerte por infarto de Maitte Coromoto
Hidalgo, oriunda de Lara, que pernoctaba en el porche de una casa, mientras
descansaba después de soportar una larga travesía hasta esa localidad llanera y
buscaba llegar a Perú
Coyotes en la vía
Como si fuera una copia del éxodo de centroamericanos
para alcanzar el sueño americano, se repite en ese punto de la geografía
regional donde confluyen los estados Barinas, Táchira y Apure. "Los
coyotes" merodean en la zona, tienen "la flecha" como dicen por
ahí para superar la alcabala de Punta de Piedra y el Punto de Atención
Comunitario de la Policía antes de tomar la ruta por el alto Apure, que en
realidad es solo nombre, porque es una vía totalmente plana.
Para una población tan deprimida económicamente, donde
el trabajo escasea y el hambrea golpea, esa suerte de "Terminal" la
llegada de migrantes a esa zona, es como una bendición porque
se activó el comercio.
"Estamos vendiendo mucho. Gracias a Dios la gente
se compra algo de comer, refrescos. Aquí le decimos que no vayan por San
Cristóbal que es muy fuerte, hay muchas alcabalas, en cambio por Arauca esta
más suave". Agrega una
vendedora de chucherías y bebidas a un lado de la carretera.
Con cada oleada de personas que van llegando, muchos
en autobús que trabajan bajo cuerda y con el visto bueno de los GNB de algunos
puntos de control , también se suman los ofertantes, que prometen llevarlos
hasta el punto más cercano a Colombia. "A 40 mil pesos hasta El
Amparo o en dólares, rápido y seguro" grita un hombre joven.
Las voces que se levantaron ante el desatado y descaro
que se ejercía en más de 10 pasos, entre alcabalas y Puntos de Control hasta
San Cristóbal, y luego de El Mirador a San Antonio, motivó el cambio de
ruta.
Levantan la voz
La iglesia, ONG y medios de comunicación han denuncia
y reseñado por las mismas versiones de los migrantes los atropellos que sufren
desde robos, matraca y hasta favores sexuales. El Obispo de San Cristóbal,
Mario Moronta, fue el primero en levantar su voz ante el atropello que se
estaba cometiendo.
"Los migrantes venezolanos son víctimas de
maltrato por parte de los funcionarios de seguridad que están en los puntos de
control cercanos a la frontera con Colombia, son vejados y robados por estas
personas", denunció Moronta
durante una homilía.
"Yo venía con un grupo de quince y en una
alcabala que dice La Caramuca nos pararon, luego de detenernos, llamaron a 3
muchachas, por allá las metieron y que para revisión, luego una de ellas
comentó que las obligaron a tener relaciones sexuales con esos tipos". Agregó Carlos de apenas 19 años, proveniente de
San Felipe
"FundaRedes ha documentado la
perversidad con uniforme, cuando vemos de nuevo a la gente saliendo del país,
son venezolanos que huyen de la miseria, del hambre, y en las alcabalas los
paran y les quitan el poco dinero que llevan para comer. Les exigen que paguen
en dólares o a las mujeres que paguen con el cuerpo. Les quitan dinero, algún
objeto de valor, pertenencias básicas". Dijo Javier Tarazona,
representante de la ONG al denunciar el trato denigrante contra los
migrantes.
Con las historias de los migrantes se pueden hacer un
libro, dice doña Emilia Labrador, quien vive en la Troncal 5. Su ubicación
ahora, un tanto privilegiada, por el paso constante de migrantes, le hace
entender que "más necesitan estas personas que nosotros que estamos bajo
un techo".
"Es doloroso ver cómo diariamente pasan jóvenes,
adultos, madres y lo más doloroso, niños que van ilusionados con encontrar un
camino más esperanzador".
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