Lester Toledo 15 de septiembre de 2021
@LesterToledo
Le
otorgaron la nacionalidad, le dieron nombramiento diplomático, le están
costeando su millonaria defensa, lo protegen, le arman protestas tarifadas para
exigir su liberación y ahora, para colmo, piden que forme parte como delegado
en el proceso de negociación en México. Esto se llama desespero, nivel máxima
potencia. Por supuesto que estamos hablando de Alex Naín Saab Morán, el
privilegiado de Nicolás Maduro.
Háganme
el favor, y me explican, qué aporte, qué figura, qué rol, qué experiencia, qué
carrizo puede hacer un sujeto que lo busca la Interpol, que está a punto de ser
extraditado por pedido del gobierno de Estados Unidos por los delitos de lavado
de dinero, por servir de testaferro de Maduro, por estar vinculado a una amplia
red de narcotráfico, lavado de dólares y adjudicación fraudulenta de
millonarios contratos oficiales.
Un
sujeto que ni venezolano es, que lo que ha hecho es ser cómplice de las
marramucias del régimen, que se ha llenado bolsillos con el hambre de los
venezolanos, díganme por favor, a cuenta de que, pretende el régimen cuando
anuncia que lo incorporaran a la mesa de negociación donde se está discutiendo
el futuro del país. Habrase visto tamaña insensatez.
Zamuro
cuidando carne, esa sería la descripción perfecta para Alex Saab como miembro
de la Mesa Nacional de Atención Social, donde lo pretenden incorporar,
presuntamente a negociar el bienestar de los venezolanos. O sea, el mismo tipo
que fue dueño de Group Grand Limited (GGL) acusado de suministrar con
sobreprecio alimentos y víveres para los CLAP, que montó ese negocio con los
tres hijastros de Maduro y se lucraron todos con cientos de millones de
dólares, es ese el mismo tipo que va a dar sus “valiosos aportes” como
“negociante” para hablar de bienestar para los venezolanos.
Se
trata de un recurso al cual apelan los criminales, cuando se ven acorralados.
Existen antecedentes de esta argucia, como el caso del guerrillero alias “Simón
Trinidad”, Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, a quién la FARC solicitó
incorporar a la delegación de negociación de paz de Colombia, para liberarlo, y
no lo logró.
Se
trata evidentemente de una nueva jugada para confundir, retrasar, sembrar el
caos y evitar desesperadamente que se siga el proceso contra Saab y su
inminente extradición.
La
sola pretensión del régimen anunciada esta semana sobre Saab, nos deja el
mensaje claro sobre cuáles son sus verdaderas intenciones y prioridades en este
proceso de diálogo, que no es ni la democracia, ni la libertad de nuestros
presos políticos, ni la vida del pueblo venezolano.
El
nivel de desespero de Jorge y compañía quedó en evidencia, saben que el
“diplomático” va a prender el ventilador apenas baje del avión en Estados
Unidos y luego de ello, no va a quedar un hueso sano entre los jeques de la dictadura.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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