Monitoreamos 06 de marzo de 2022
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Una
apertura económica insuficiente para mitigar la desigualdad y la
pobreza. Un gobierno que avanza en su proceso de autocratización ante
una oposición dividida. Y una Emergencia Humanitaria Compleja que
se ha hecho cotidiana hasta el punto de dar paso a una “normalización del
sufrimiento”.
Ese es
la fotografía del país que arrojó el foro “La situación de Venezuela hoy
y las perspectivas para el año 2022″, realizado este martes 24 de
febrero por el sitio web La Gran Aldea y en el que participaron el director de
la firma Econométrica, Henkel García, los politólogos Paola
Bautista de Alemán y Benigno Alarcón, y la experta en seguridad alimentaria
y nutrición pública, Susana Raffalli.
García destacó que desde 2018 Venezuela experimenta una apertura económica que ha generado “un crecimiento desigual e insuficiente”. El analista e instructor en finanzas resaltó que este periodo ha estado marcado por la desaceleración de la inflación y la contención del tipo de cambio.
“Si
sigue esta tendencia de disciplina fiscal y monetaria que ha tenido el
Gobierno, pudiéramos terminar 2022 con una inflación de dos dígitos”, sostuvo
García, quien resaltó que el régimen chavista está creando “las condiciones
para que la recaudación fiscal aumente en términos reales, cosa que no pasaba
desde hace bastante tiempo”.
A
pesar de la leve mejoría que atraviesa la economía venezolana, García subrayó
que el país solo saldrá de la “postración” con un “cambio político y un arreglo
institucional profundo”, escenario que no ve posible en el corto plazo.
“Venezuela como sistema es disfuncional, tenemos un régimen que es muy
presidencialista y un Estado que maneja muchísimos recursos, lo que anula al
ciudadano y lo hace propenso al control estatal. Nos hace falta una sociedad
más consciente, más sólida, que sirva de contrapeso al Estado”, enfatizó.
Sin
Glasnost
Bautista
de Alemán comentó que “Venezuela vive un proceso de reformas económicas no
acompañadas de reformas políticas”. Tomando como referencia el proceso que
desembocó en la disolución de la Unión Soviética, la presidenta del Instituto
de Estudios Sociales y Políticos FORMA señaló: “Estamos ante una Perestroika
criolla sin Glasnost, esto tiene un techo de crecimiento que si bien gotea a
algunos sectores, no es capaz de subsanar la pobreza y la desigualdad”.
La
doctora en Ciencia Política apuntó que “la oposición se encuentra en un terreno
difuso”, donde surgen preguntas sobre su identidad y capacidad de
representación. Frente a esta realidad, indicó que las fuerzas que enfrentan al
gobierno deben “construir la representación real apalancadas en las distintas
instancias que hacen vida en la comunidad política” como los partidos, gremios,
sindicatos y demás organizaciones de la sociedad civil.
Consultada
sobre las enseñanzas que dejó el triunfo de la oposición en las elecciones del
estado Barinas, Bautista de Alemán respondió: “Aprender la lección pasa por
observar que el régimen también se equivoca y que si aprovechamos las
equivocaciones, es probable que eso pueda servir para avanzar”. Sin embargo,
acotó que “una cosa es el comportamiento cuando está en juego el poder local y
otra cuando está en juego el poder nacional”.
Línea
dura
“Creo
que el régimen sigue avanzando en su proceso de autocratizacion, tratando de
cooptar a sectores políticos, económicos y sociales para que entren en el juego
de los reacomodos a cambio de que no mantengan una actitud permanentemente
beligerante contra el gobierno”, opinó Alarcón, quien observa que Nicolás
Maduro se ha limitado a ejecutar cambios pragmáticos y coyunturales para
sobrevivir en el poder.
Para
el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad
Católica Andrés Bello, las tensiones entre los sectores radicales y moderados
de la oposición amenazan con provocar una ruptura que pondría a todos en una
posición de “extrema debilidad”. “Si el gobierno llega a las elecciones
presidenciales de 2024 con una oposición dividida, dará todas las condiciones.
Como eso no es lo que va a pasar, lo que es predecible es que vamos a tener una
elección sin condiciones”, adelantó.
Con
respecto al impacto que tendrá sobre la política venezolana el conflicto entre
Rusia y Ucrania, Alarcón expuso: “En la medida en que los rusos se fortalezcan,
el gobierno de Venezuela va a tender a radicalizarse, mientras que en la medida
en que el gobierno ruso retroceda, Venezuela se sentirá más vulnerable”.
Con
hambre
Raffalli
aseveró que Venezuela sigue padeciendo “una de las emergencias humanitarias de
mayor intensidad en el mundo”, ahora caracterizada por el incremento del
“desplazamiento interno” producto de “la violencia desencadenada por grupos
irregulares, la búsqueda de servicios básicos” y razones económicas que llevan
a las personas a trasladarse a zonas vulnerables como el Arco Minero del
Orinoco, al sur del país.
Apoyándose
en estudios locales e internacionales, la asesora global en Seguridad
Alimentaria de Emergencia afirmó que 7,8 millones de venezolanos -27% de la
población- están subalimentados y que tras la pandemia por el COVID-19 la
desnutrición infantil escaló hasta 17%, al tiempo que 30% de los niños que son
atendidos en los programas nutricionales registran retardo en el crecimiento.
Tras cuestionar la calidad y los criterios de distribución de los CLAP -bolsas de comida que distribuye el gobierno chavista a precios subsidiados-, Raffalli advirtió que Venezuela presencia “la normalización de la precariedad, se está normalizando el sufrimiento”.
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