EFE 20 de julio de 2019
Un
14 % de los migrantes venezolanos en la región recurrió a la mendicidad en la
ruta desde su país hasta el lugar de destino y otro 2 % al “sexo de
supervivencia”, según un informe de la ONU basado en miles encuestas.
La
Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) realizó 7.846 entrevistas a
individuos y familias que representaban en total a 19.600 venezolanos que se
encuentran en Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y
República Dominicana.
Presentado
en una rueda de prensa en Ginebra, el informe revela que el 34 % no tenía
ningún tipo de permiso de entrada o estancia en el país donde fueron
encuestados, ya sea porque entraron de forma irregular o porque el que tenían
expiró.
Un
29 % dijo tener una visa de turista, el 20 % un permiso temporal y sólo el 4 % un
permiso permanente.
“Hemos
visto un aumento de restricciones fronterizas y requisitos para que los
venezolanos puedan entrar en ciertos países, lo que ya hemos dicho que puede
empujarlos a tomar rutas irregulares y exponerlos al tráfico de personas”, comentó
la portavoz Liz Throssell.
La
mitad de todos los entrevistados dijo que al menos un miembro de su familia
estuvo o está en riesgo debido a su origen o porque tuvo que recurrir a la
mendicidad, el sexo por supervivencia o porque hubo que enviar a niños menores
de quince años a trabajar.
Un
52 % de niños incluidos en el estudio no iban a la escuela sobre todo porque
habían llegado poco antes o porque estaban en tránsito hacia otro país, aunque
también hubo casos en que no recibían educación por falta de documentos o de
capacidad de las escuelas públicas.
De
los entrevistados, el 21 % tenía una necesidad de ayuda real y urgente por una
enfermedad, por ser una mujer embarazada o lactante, una persona discapacitada
o mayor o por ser un menor separado de su familia.
Asimismo,
la encuesta reveló que el 28 % sufrió o fue testigo de uno o más incidentes que
pusieron en peligro su seguridad o la de algún pariente, y que la mitad de
ellos fueron robos.
En
otros casos hubo ataques físicos (19 %) y amenazas o intimidación (17 %), pero
de todos los incidentes el 46 % ocurrieron en Venezuela, antes de abandonar el
país.
Dentro
de la complejidad de la inmigración venezolana en Sudamérica parece que la
opción de pedir la condición de refugiado no es la primera opción de la
mayoría, en parte debido a la desinformación.
Sólo
el 15 % de los entrevistados había solicitado asilo, aunque otro 26 % expresó
su intención de hacerlo también, mientras que la mayoría de los que no han
utilizado este procedimiento es porque no lo conocen, mientras que otros creen
que si lo hacen ya no podrán regresar a Venezuela.
ACNUR
recalcó que a pesar de que una minoría ha presentado formalmente una petición
de asilo, los sistemas que lo gestionan en cada país está saturados por la
magnitud del flujo de venezolanos.
Más
de cuatro millones de venezolanos han abandonado su país empujados por un
deterioro de las condiciones de vida y el limitado acceso a servicios básicos
en los últimos dieciocho meses.
De
los que están en algún país receptor de la región, el 48 % están empleados en
la economía informal y, de éstos, el 19 % son vendedores ambulantes. Otro 18 %
está desempleado.
Según
la encuesta, ante de salir de su país, el 35 % de entrevistados tenían un
empleo formal, el 18 % eran empresarios y el 10 % funcionarios.
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