PEDRO GARCÍA OTERO 21 de julio de 2019
@pedrogarciao
Dos
expertos politólogos (Luis Salamanca y Nicmer Evans) han afirmado a Caraota
Digital que el régimen de Nicolás Maduro se prepara para dinamitar
definitivamente las negociaciones que se llevan a cabo en Barbados, con
mediación del Gobierno del Reino de Noruega.
Para
Salamanca, la negociación «nació dinamitada», y su único objetivo, como en
anteriores oportunidades, para el régimen de Maduro, era hacer pasar el tiempo
y quitarse presión. En tanto, para Evans, representante del chavismo disidente,
«la pugna en este momento es por ver quién se para más rápido de la mesa; pero
la presión está del lado del chavomadurismo, porque ahí no hay ninguna
convicción real de poder avanzar en relación con una resolución del conflicto».
Este
fin de semana, tanto Cabello como Maduro han dicho que las únicas elecciones en
el horizonte son las de la Asamblea Nacional y para ello debe prepararse el
chavismo. Salamanca indica que Venezuela «representa el principal reto para
Noruega como negociadora en su historia»; entre otras razones, porque el
régimen «está compuesto de revolucionarios leninistas, perpetuistas, que jamás
van a entregar el poder por las buenas».
El
profesor en Derecho Constitucional y politólogo de la UCAB señala que Juan
Guaidó ha ido a la negociación con la idea correcta, la de explorar todas las
alternativas de desgastar el poder de Maduro. «No tiene sentido atarse a una
sola alternativa, la de la fuerza que no tienes, o únicamente la del diálogo.
Hay que explorar todas las opciones», señala Salamanca, pero agrega que la idea
de que Maduro o Diosdado Cabello aceptarán unas elecciones presidenciales que
ponen en peligro su poder es utópica.
«Ellos
van a insistir en que las elecciones que tocan son las parlamentarias, y su
propósito con el diálogo es llegar a enero de 2020, no solo para poder decir
que resistieron un año, y también para ver qué va a hacer la oposición con la
figura de Guaidó, que es un elemento nuevo, y que tiene liderazgo».
«El
régimen no se va a arriesgar a hacer unas elecciones siquiera tan viciadas como
las del 20 de mayo de 2018, por el liderazgo de Guaidó; mucho menos unas
elecciones limpias», indica Salamanca, quien agrega que la parte de las
elecciones presidenciales sería un intento adicional de ganar tiempo.
«Imagínense, unas elecciones en marzo. En el camino Maduro puede con cualquier
argumento falaz desarmar toda una negociación»:
En
2020, la presidencia del Parlamento le toca a los sectores minoritarios, que
indica el experto, quieren tener protagonismo y cargos, y Guaidó podría perder
su sustento institucional. Habría que ver qué pasaría con su liderazgo, pero,
según el profesor universitario, este podría subsistir, así como su apoyo
internacional.
En
tanto, Evans dice que si la resolución del conflicto es el objetivo de las
negociaciones, es obvio que al acercarse al plazo límite para la consecución de
ese objetivo, «por supuesto, el chavomadurismo van a comenzar a minar y atacar
el acuerdo al que ellos mismos ha´bian llegado en relación con que el que debía
comenzar a hablar de los resultados del diálogo es Noruega».
Este
martes, Juan Guaidó va a anunciar una nueva etapa en la lucha por el cese de la
usurpación, en el que probablemente se presenten nuevas medidas coordinadas con
una comunidad internacional que, en el caso de la Unión Europea, ya ha
amenazado al régimen con nuevas sanciones.
La
representante de exteriores de la Eurocámara, Federica Mogherini, ha dicho a
Maduro que «el statu quo actual no es aceptable» en Venezuela, tras lo cual fue
acusada de «injerencismo» por el canciller del régimen de Maduro, Jorge
Arreaza.
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