ANTONIO MARIA DELGADO 23 de julio de 2019
La
Asamblea Nacional, presidida por Juan Guaidó, aprobó el martes el regreso de
Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR),
estableciendo el formato legal para autorizar la presencia militar de otros
países en el territorio nacional.
La
medida venía siendo solicitada por varios sectores de la oposición venezolana
que la consideran como necesaria para solicitar a otras naciones que envien
tropas al país para salir del régimen de Nicolás Maduro, pero por el momento no
está claro de qué manera sería utilizada por Guaidó.
El
retorno de Venezuela al TIAR fue aprobado como una moción de urgencia y sin
modificaciones en una audiencia realizada en la calle por la Asamblea Nacional,
en un evento que aspiraba ser una gran concentración de seguidores pero que se
vio afectado por una masiva interrupción en el servicio eléctrico.
“El
momento de Venezuela es ya, hay que actuar”, expresó Guaidó al introducir la
moción, que luego fue aprobada unánimemente. “No le tenemos miedo a ningún
espacio, siempre que ponga fin al sufrimiento de nuestra gente”.
Firmado
inicialmente poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, el TIAR es un
pacto de defensa mutua entre países latinoamericanos que establece que un
ataque contra cualquiera de sus miembros equivale a un ataque contra todos
ellos.
Regresar
al pacto en teoría permitiría la toma de acciones coordinadas por parte de los
firmantes contra el régimen, particularmente bajo el argumento de que Maduro en
realidad representa los intereses de organizaciones criminales y de otras
naciones, como Cuba y Rusia, y que el país se encuentra bajo intervención
extranjera.
No
obstante, no está claro si el TIAR eventualmente sería utilizado para conformar
una coalición militar internacional para ayudar a los venezolanos a recuperar
su democracia o si tendría un uso mucho más limitado.
El
joven dirigente había dicho anteriormente que el reingreso de Venezuela al
tratado permitirá establecer alianzas internacionales para defender al pueblo y
la soberanía venezolana, sin mencionar explícitamente que eso se traduciría de
una intervención extranjera.
Guaidó,
quien el martes cumplió seis meses como presidente interino, es reconocido como
el legítimo jefe de Estado de Venezuela por cerca de 60 países, pero ha visto
su popularidad caer con el tiempo ante las dificultades de sacar a Maduro del
poder.
Incluso
en sus palabras del martes, el presidente interino de 35 años advirtió que el
paso que se estaba dando no debe ser visto como una panacea.
“El
TIAR no es mágico”, dijo Guaidó ante los cientos de personas congregadas. “No
es un botón que apretamos y mañana se soluciona todo. Hemos llegado a este
punto por todo lo que hemos construido durante años”.
Durante
su discurso, Guaidó y otros diputados de la coalición que le acompañan dijeron
que no han abandonado el plan de tres puntos para rescatar la democracia, que
comienza con poner fin a la usurpación de Maduro en el poder y termina con
elecciones libres.
La
declaración es pertinente en momentos en que algunos voceros de la comunidad
internacional promueven el concepto de negociar con el régimen un nuevo proceso
electoral como estrategia para superar la crisis venezolana.
Esa
estrategia, sin embargo, es vista por una gran mayoría de venezolanos como un
ardid que solo brindaría legitimidad al gobierno de facto de Maduro.
El
martes, el enviado especial de Estados Unidos, Eliott Abrams, coincidió con los
opositores en que antes de poder realizar elecciones libres en Venezuela
primero es necesario sacar a Maduro del palacio presidencial.
“Con
Maduro en el poder son imposibles unas elecciones libres”, dijo Abrams ante los
diplomáticos que conforman el Grupo de Lima, reunidos el martes para analizar
la situación en Venezuela. “Continuaremos apoyando a la Asamblea Nacional”.
Guaidó,
quien era un político poco conocido en Venezuela hasta que llegó la jefatura de
la Asamblea Nacional, asumió como presidente interino de Venezuela el 23 de
enero después que el cuerpo legislativo declarara que Maduro usurpaba la
presidencia.
Actualmente,
la mayor parte del mundo libre respalda al joven político, pero Maduro cuenta
con el respaldo de Rusia, Cuba y China, países que suministran armas y entrenan
sus aparatos represivos y de inteligencia.
Tomado
de: https://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article233017227.html
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