Leonardo Regnault 18 de julio de 2019
Hesíodo,
el gran poeta de la antigua Grecia, decía que se le habían aparecido las musas
con una advertencia: “Nosotros contamos verdades, pero también sabemos contar
mentiras semejantes a las verdades”. Esta interesante advertencia es propicia,
más de mil trescientos años después, para entender a lo que nos enfrentamos en
la era de las redes sociales y el análisis de datos. Estudios muy serios dan
cuenta de las mil y una maneras utilizadas para torcer voluntades o reafirmas
creencias arraigadas.
Desde
estas premisas, se vislumbra las denominadas Fake News o noticias falsas, en
idioma castizo. Según ellas, la unidad de Europa ha traído un inmenso retroceso
para el desarrollo de las naciones que conforman el continente, o para
circunscribirnos a nuestro país, toda la desgracia que padecemos es producto de
una guerra económica alentada por los apátridas y llevada adelante desde el
“imperio”. Que la falta de los alimentos necesarios para la población es debido
a un bloqueo y no de la corrupción galopante. Que los insumos médicos son
retenidos en los países que apoyan al imperialismo en su batalla contra la
revolución bonita, en lugar de los negocios millonarios que hicieron grandes
jerarcas del régimen con la salud de nuestros compatriotas.
Por
ello, es indispensable atender aquella advertencia que lanzaron esas nueve
hijas de Zeus y Mnemósines al gran poeta de la antigüedad. No por lo relatado,
que ya ha sido desvelado ante el mundo por el informe Bachelet, sino por la
manipulación que llevan adelante factores opositores, que, catalogándose de
dignos, claman por invasiones y soluciones violentas sin ellos arriesgar nada
para acometerlas, gritando desaforados en las redes sociales que tienen la
verdad en su poder, que es irrefutable y que provienen de las musas. Ellos son
los elegidos para lograr la libertad, mientras que aquellos que salimos todos
los días a darle la cara a la gente en las distintas comunidades y defendemos
la construcción de una alternativa pacifica, somos los representantes de la
mentira.
Quienes
escuchamos y debatimos en las comunidades, quienes desde la Asamblea nacional
defendemos la institucionalidad otorgada por el pueblo, por la ciudadanía
venezolana en 2015 estamos llamados a defender la verdad. Una verdad que
debemos encontrar en conjunto, no imponiendo nuestra visión, sino alimentándola
de la visión de todos.
Es
verdad que, en lo inmediato, reforzar creencias no cónsonas con la realidad nos
hace tener un grupo fiel de seguidores que solo les interesa el bullicio; pero
al pasar del tiempo, y cuando es desvelada la mentira y la manipulación, esa
fidelidad se convierte en desprecio, y peor aún en tragedia.
Dejemos
que las Musas sigan alimentado las artes; dejemos que las musas nos lleven a lo
sublime, pero sepamos cuando éstas nos están contando mentiras que simulen
verdades. Esta es una tarea de cada uno de nosotros. Esta es una tarea de los
que queremos una solución permanente, una solución duradera, y sobre todo
quienes de verdad queremos una solución. Nuestro pueblo es sabio, y para esos
vendedores de espejismos, él tiene una respuesta: “Deseos no empreñan”.
Para
que llegue el día de la libertad, debemos construirla con trabajo y sobre todo
con la verdad. No dejemos que nos sigan manipulando. Les puedo asegurar que
podremos alcanzar el objetivo de la liberación de Venezuela con verdades, con
transparencia, con honestidad y dándole la cara al pueblo
Leonardo
Regnault
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