Por Mario Villegas, 24/03/2013
Columna de Puño y Letra
Absolutamente legítimo y constitucional es el derecho que asiste a los grupos
estudiantiles o de cualquier otro sector a la hora de rechazar las condiciones en
que se desarrolla el proceso electoral que el 14 de abril ungirá al nuevo Presidente
de la República. Protestar, o simplemente manifestar, es un recurso al que la
sociedad venezolana no debe renunciar jamás puesto que es consustancial a la
democracia misma.
De modo que, aun teniendo diferencias con algunas de las exigencias
específicas que hacen los estudiantes, es indispensable defender su derecho a
expresarlas, sobre todo frente a la evidente pretensión oficialista de
satanizar sus luchas y de intentar acallarlas por la acción de grupos gobierneros
siempre prestos al sabotaje violento.
Que tengamos elecciones limpias y transparentes es una legítima y
extendida aspiración de la Venezuela democrática, a cuyos efectos sería indispensable
un Consejo Nacional Electoral que actuase como árbitro imparcial, cosa que no
ha ocurrido en todos estos años. La brillantez técnica y humana del sistema
electoral venezolano se ve fuertemente empañada por la inocultable
parcialización de sus rectoras, empezando por la presidenta Tibisay Lucena.
Pero dicho esto, quiero llamar la atención acerca de la improductividad que
veo en esas protestas estudiantiles en este momento. Lejos de fortalecer la
alternativa de cambio el 14 de abril, parecen desviar, desgastar y dilapidar enormes
recursos humanos y anímicos en acciones que definitivamente no van a producir mayores
cambios en las condiciones electorales y que, por el contrario, pueden generar mucha
frustración y desánimo en el electorado opositor, a la vez que motivar al hoy remolón
electorado chavista a cerrar filas alrededor de la mala copia de Hugo Chávez
que es Nicolás Maduro.
Así que, muchachos y muchachas, el único cambio posible en la Venezuela
de hoy es el de fortalecer, aumentar el caudal de votos y propiciar la victoria
de Henrique Capriles y la alternativa democrática. ¿Será que no se han percatado
de que estamos en una cuenta regresiva de apenas veinte días?
De las pantallas de la televisión hay que saltar al discreto pero muy
productivo trabajo en los barrios y urbanizaciones populares, apersonarse a los
portones de las fábricas, tomar los mercados y terminales de pasajeros, ocupar
los bulevares y las avenidas… De lo que se trata, en síntesis, es de buscar y
garantizar los votos, no de inhibirlos.
Recuadro
“Tendencia
nazifascista”
-Recibí numerosos mensajes de texto y de correo electrónico, llamadas telefónicas y comentarios a través de las redes sociales, en respaldo a mi anterior artículo (“De sucios y de ofensas”), el cual parece haber avivado y sublevado la dignidad personal y el espíritu democrático de muchos ciudadanos que se han sentido atropellados por el sectarismo extremo, el verbo pestilente y la avasalladora prepotencia de quienes vienen saboreando su kilométrico pero inexorablemente finito cuarto de hora en el poder. Se lo agradezco a cuantos me escribieron y lamento en el alma no poder publicar todos sus mensajes.
Me permito, sí, compartir el que me dirigió Edwin Sambrano Vidal, abogado laboral guayanés, luchador político y social de larga trayectoria, ex parlamentario y actual miembro crítico del Partido Socialista Unido de Venezuela, cuya hipótesis suscribo plenamente. “Apreciado Mario: te felicito por tu artículo, muy bueno y ponderado. Por supuesto que no me extrañan tales virtudes en ti. El tema es vital porque se pretende formar un reflejo condicionado negativo de inhibición del criterio y de la opinión frente a Chávez, el chavismo y sus representantes oficiales e incondicionales. Además de la manipulación con las medias verdades y las falsificaciones, que a fuerza de repetirlas amplificadamente, tienden a tratarse como verdades y axiomas. Esta tendencia, según mi opinión, tiene semejanza con las operaciones de psicología de masas del fascismo y de su derivado y evolucionado nazismo. La entrevista de Marcela también está muy buena, tanto las preguntas como las respuestas: clarificadoras y orientadoras. Una verdadera joya tu página”.
Mario Villegas
Twitter: @mario_villegas
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