Miguel Méndez Rodulfo Caracas,
sábado 23 de marzo de 2013
Chipre ha vuelto a ser noticia en el
mundo desde que en los años 60 el Arzobispo Makarios llevó sus luchas
independentistas a las primeras planas de los periódicos del globo. Ahora en
cambio, la isla, que durante mucho tiempo fue una colonia británica, es noticia
por su insolvencia financiera que puede derivar en una crisis sistémica que no
sólo afecte a su sistema bancario, sino que podría decretar la bancarrota del
Estado mismo, razón por lo cual Bruselas quiere evitar a toda costa la
propagación de este virus por la Zona Euro, convulsionando unas aguas que
comenzaban a estar calmas.
Antecedentes
La composición étnica de Chipre está
integrada por descendientes de griegos y sucesores de turcos; luego de su
independencia comenzó una cercana proximidad a Grecia, pero a la muerte de
Makarios, sobrevino la invasión turca, evento que dividió al país en dos
partes. Posteriormente la isla tuvo una evolución económica hacia el desarrollo
turístico primero y luego hacia un centro internacional financiero (sobre todo
la parte griega). Con el tiempo Chipre devino en un paraíso fiscal y todos
sabemos lo que ello significa en cuanto a dar acogida a capitales de no muy
claro origen, en unos casos y en otros a evasión de impuestos. Cierto que esta
actividad era lícita y que ese fue el rumbo y el diseño económico que
planificaron sus autoridades y sus legisladores.
Los depósitos rusos
En la medida en que Chipre se
promocionó como un paraíso fiscal y que dio muestras de estabilidad política,
solvencia financiera y seguridad jurídica, atrajo capitales de muchas partes
del mundo, pero particularmente de Rusia. Los nuevos ricos rusos, esos que se
apoderaron a precios irrisorios de los bienes estatales de la Unión Soviética a
su disolución, que se hicieron súper millonarios, aprovechando sus viejos
contactos dentro del partido comunista (Putin es el vivo ejemplo de esto: un ex
agente de la KGB, que por azares de la vida devino en líder político y hombre
súper poderoso, además de ultra millonario y amigo de Chávez) y que luego, para
más yerbas, sacaron su dinero del imperio asiático para no pagar impuestos,
llevándolo a Chipre, donde se les garantizaba estabilidad, confiabilidad,
secreto, buenos intereses y baja o nula carga impositiva.
Pero es que además de negociantes que
operan en Rusia dentro de la legalidad, las mafias que operan en ese país que
son conocidas por su poderosa estructura e impunidad de sus operaciones,
siempre bajo el protectorado de altas figuras del gobierno, también han llevado
su dinero sucio a Chipre. Esto lo sabe occidente, lo conocen al detalle todas
las legaciones diplomáticas establecidas en Moscú y constituye el dilema moral
que tiene Europa para exigir a sus ciudadanos honestos que proporcionen dinero,
que se puede utilizar en provecho de ellos, para rescatar a los bancos
chipriotas.
Algunos datos de Chipre
Este país es la tercera economía más
pequeña de la zona euro y constituye el 0,2% de su PIB; sin embargo es la
nación que tiene el mayor endeudamiento de la unión europea. Su relación deuda
Vs PIB, que según el tratado de Maastrich, no debe superar el 60%, excede el
índice de 835%. Su sistema financiero operaba sobre dimensionada mente por la
cantidad de dinero que logró atraer. Chipre tiene una población menor a un
millón de habitantes. Actualmente la economía, quebrada hace tiempo, subsiste
gracias a los fondos de emergencia que le suministra el Banco Central Europeo,
los cuales ascendieron en enero de este año a 9.000 MM de euros. Los depósitos
extranjeros en Chipre alcanzan la astronómica cifra de 21.000 MM de euros, de
los cuales la mayor parte procede de Rusia. De hecho hay una gran cantidad de
representaciones de bancos rusos en la isla mediterránea, operando con las
ventajas de este paraíso fiscal.
Por otra parte, ENI la empresa
petrolera italiana, está realizando la explotación de la plataforma marítima de
Chipre, en la que se encuentran importantes yacimientos de gas, descubiertos
hace un año por la estadounidense Noble Energy.
Como se llegó a la crisis
Antes de la crisis financiera global
el Fondo Monetario Internacional describió en 2008 el desempeño económico de
Chipre como “una economía con un largo período de alto crecimiento, bajo
desempleo y finanzas públicas sanas". La crisis que hoy agobia a la isla,
se originó en el exceso de liquidez que tenía su sistema financiero el cual fue
colocado en gran medida en títulos valores de deuda griega, de otros países
mediterráneos y en deuda soberana de su propio gobierno; además los bancos
otorgaron muchos créditos particularmente a Grecia ya que en dicho país hubo un
boom en el mercado inmobiliario.
La crisis de deuda que golpeó a
Europa con mayor contundencia a partir
de 2009, arrasó con los valores bursátiles de Grecia, España, Irlanda,
Portugal, Italia, Rumania y Chipre, acabando con la prosperidad económica de la
cual gozaban hasta entonces. Pero también hizo explotar burbujas inmobiliarias
en España y Grecia. De hecho la isla era elegible para un rescate desde que se
auxilió al país heleno, pero otros casos más urgentes debieron ser atendidos
primero por la UE.
Los términos del rescate
Hace tiempo que la economía chipriota
está con respiración asistida. La elección de un nuevo gobierno conservador que
sucedió a un gobierno populista que intentaba correr la arruga, le permitió a
Bruselas diseñar un plan de rescate sui generis. En este plan, que se formuló
en el seno del Eurogrupo, y del cual participó el propio Presidente Nikos
Anastasiadis se requerían 17.000 MM de euros para rescatar a Chipre; sin
embargo pero el país debía hacer aportes propios de 5.800 MM de euros, por lo
que se decidió gravar con un impuesto los depósitos bancarios: si eran menores
a € 100.000 con una tasa del 6,75% y si
superaban esa cantidad, los pechaban con el 9,9%. La idea de esta tasa
impositiva era reducir el tamaño del rescate y, por lo tanto, la cantidad de
deuda nueva que Chipre tendría que contraer. La Unión Europea sólo se
comprometió a realizar un aporte de € 10.000 MM y dejó claramente sentado que
los fondos de emergencia del BCE fluirían hasta el lunes 25 de marzo, por lo
cual ese era el plazo hasta el cual se extendía la negociación, luego de lo
cual la gente no podría retirar su dinero y los bancos resultarían insolventes.
La nación tampoco podría hacer frente a sus vencimientos de deuda y tendría que
suspender los pagos a sus acreedores internacionales, de manera que se habría
producido la quiebra del Estado.
Por otra parte la troika (Banco
Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) impone otras
condiciones, como aumentar el impuesto de sociedades hasta el 12,5%, privatizar
compañías públicas e imponer pérdidas a los acreedores de deuda subordinada.
Aumentar significativamente la capitalización de los propios bancos y separar
funciones para evitar conflicto de intereses, es un requisito indispensable.
Otra condición sine qua non, es que la deuda de Chipre no supere el 100% del
PIB en 2020, umbral que el Eurogrupo considera sostenible.
Opciones de capitalización de la banca
Otros países en la situación de
Chipre han optado por rescatar a sus propios bancos; es decir,
recapitalizándolos a cambio de lo cual obtienen la propiedad accionaria de la
entidad financiera en forma total o parcial. Esto lo hizo USA con el Bank of
America, Goldman Sachs y Morgan Stanley. Esta es una vía opcional que descarta
el peligro de un eventual colapso económico, cosa que sucedió cuando Bush
decidió no salvar a Lehman Brothers desatándose los demonios de una crisis mundial
que ya lleva 5 años. El problema es que en estos momentos Chipre no puede
asumir una recapitalización por lo sobre dimensionado que está su sistema
financiero. Las finanzas del gobierno han sido debilitadas por el lento
crecimiento económico. Más recientemente, el declive de la eurozona también ha
afectado a Chipre.
Las crecientes dudas en los mercados
financieros sobre la posición financiera chipriota han hecho casi imposible
para este país volver a solicitar préstamos.
“Hay otras opciones que apuntan en el
'think tank' Open Europe, como son una tasa sobre las transacciones financieras
o, más controvertidamente aún, congelar los depósitos y convertirlos en deuda
con vencimientos a largo plazo. La primera opción tendría un efecto
recaudatorio insuficiente. La segunda es, si cabe, más polémica que el impuesto
sobre el ahorro. En realidad el problema no viene por la falta de opciones,
sino por una cuestión de voluntad política”
Reacción parlamentaria
El parlamento chipriota rechazó
contundentemente el impuesto a los depósitos bancarios, particularmente el
aplicable a los montos menores a € 100.000 y se dispuso a discutir un Plan “B”.
Lo curioso de esta reacción de sensatez política del parlamento es que
sorprendió a los líderes europeos que no se la esperaron, ya que Chipre por su
reducido tamaño, su desesperada situación económica y condición de paraíso
fiscal, aparentemente no estaba en condiciones de protestar la imposición de
medidas.
Esta decisión dio mucho aliento
popular y calmó las iras, pero no la preocupación ante la incertidumbre del
futuro; sin embargo puso al gobierno contra la pared, ya que éste había
participado en Bruselas en el diseño del paquete de medidas. Lo que no se
entiende de Europa es que hayan intentado gravar los depósitos menores a €
100.000, cuando estos incluso se encuentran protegidos en casos de quiebra
bancaria, de manera que no parece haber razonamiento lógico en la medida, de la
cual por cierto, luego del rechazo parlamentario, ningún líder europeo se
atribuyó la paternidad. Este intento, de haber prosperado en Chipre, más que
beneficios, hubiese creado un mal precedente en la eurozona ya que otros países
débiles como España, Italia, Portugal, etc., se hubiesen sentido amenazados.
Claro que castigar a los ahorristas chipriotas, menos numerosos, es otra cosa
muy distinta que penalizar a los españoles, por ejemplo.
En descargo de Bruselas, la
explicación que uno encuentra como lógica es que los depósitos extranjeros de
dudosa procedencia en Chipre, abarcan un universo que también se ubica por
debajo de los 100.000 euros.
Ampliando el espectro de las negociaciones
Como corresponde a una sana apertura
de opciones, el gobierno Chipriota, viendo que su crisis no era debidamente
escuchada por la UE, tendió puentes hacia Rusia, país al que Nicosia solicitó €
5.000 MM adicionales, además de una extensión de cinco años y de menores
intereses sobre un préstamo ya existente de 2.500 millones de euros. El
ministro de energía de la isla también viajó a Moscú con la intención de
negociar capitales con los cuales salir de la crisis.
Paradójicamente a Rusia le interesa
la estabilidad de Chipre, aun cuando la isla es un refugio de capitales que
evaden el pago de impuestos en la ex Unión Soviética. La razón lógica que
explica este interés es que muchos de los evasores son también altos
funcionarios públicos que quieren de esta manera proteger sus propios
intereses.
Por otra parte Rusia, que a través
del monopolio estatal Gazprom controla casi el 50% de las reservas de gas de
Europa y Asia, ve con buenos ojos ponerle las manos a las reservas de gas de
Chipre, que son estratégicas para Nicosia, pero también para Israel.
En este juego geopolítico se debatía
la diplomacia chipriota, mientras era sostenida financieramente por los fondos
de emergencia de Banco Central Europeo, hasta que hubo el cambio de elecciones
y el UE le dio el ultimátum a la isla.
Con los contactos de Chipre con
Rusia, se criticó mucho al liderazgo político europeo, ya que se le acusaba,
sobre todo a Merkel, de incitar a Nicosia a los brazos de Moscú, de perder
influencia en su propia zona, mientras que la presencia china en Grecia y rusa
en Chipre, aumentaba.
Finalmente los rusos decidieron no
apoyar nuevamente a Chipre con recursos financieros, y la única opción de
Nicosia era negociar con Bruselas.
El Plan “B”
El
plan alternativo de rescate que negocia Chipre con la Comisión Europea (CE), el
Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), será
analizado por los ministros de finanzas de la eurozona mañana domingo 24 de
marzo.
Entre las condiciones que aprobó el
parlamento de Chipre, para reunir los € 5.800 MM, a cambio del rescate europeo,
tenemos:
·
Creación de un Fondo
Nacional de Solidaridad, ley para restringir las transacciones financieras y
ley para reestructurar las entidades financieras.
·
Crear un Fondo Nacional
de Solidaridad con parte de las reservas de oro del Banco Central de Chipre,
así como con parte de los fondos de pensiones y del seguro médico de los
empleados públicos. Estará abierto a las donaciones de ciudadanos y empresas
privadas. Podría incluir, más adelante, la oferta de la Iglesia de Chipre de
hipotecar sus "inmensas propiedades", incluso de posibles derivados
financieros creados basándose en las eventuales ganancias futuras de la
extracción del gas.
Este fondo tendrá la
potestad de financiar bancos en dificultades e incluso al propio Estado
chipriota a través de la emisión de bonos u otro tipo de productos financieros.
La Comisión Europea había
pedido a Chipre que aprobase "inmediatamente" esta la ley de creación
del fondo, así como la norma "genérica" sobre liquidación de bancos,
por considerar que son "absolutamente esenciales" en la actual
coyuntura.
·
Ley que permite la
restricción de movimientos de capitales, con el objetivo de evitar una fuga en
el momento en que abran los bancos el martes.
·
Dividir al segundo banco
más grande del país, el Banco Popular de Chipre, conocido también como Laiki
Bank, entidad intervenida por el Estado desde el verano pasado, en lo que se ha
denominado como un "buen" banco y un "mal" banco. La
reestructuración de Laiki garantizará el 95 % de los depósitos en esa entidad
financiera de Chipre. "Con ese proyecto, 361.000 de los 379.000 depositantes
salvaguardarán el 100 % de sus depósitos. Además, está prevista la venta de los
bienes inmuebles del Laiki y, con el dinero que se recaude, se irá reembolsando
a los titulares de los depósitos superiores a los 100.000 euros”.
·
Impuesto de hasta el 20%
para los depósitos superiores a los 100.000 euros en el Cyprus Bank, el banco
que ha quedado fuera de la reestructuración aprobada el viernes por el
Parlamento.
·
Las demás condiciones
señaladas con anterioridad en el punto del rescate.
·
En todo caso, cualquier
acuerdo necesita de la aprobación del Parlamento de Chipre así como de la Unión
Europea y la fecha límite del lunes, fijada por el BCE.
En esta encrucijada se encontraba
Chipre durante el fin de semana previo a la Semana Santa de 2013. Por mi parte
soy optimista con la negociación y me alegro que los países entiendan que
aunque duras las medidas de sanidad fiscal son absolutamente necesarias, ya no
se puede seguir corriendo la arruga, hay que enfrentar la realidad y tomarse el
purgante. Una vez más se impuso la tesis de Merkel, no sin cargar con la ira
popular. Alemania ya pasó por eso, pero creó las bases de su actual estabilidad
financiera y crecimiento económico.
Miguel Méndez Rodulfo
Caracas, sábado 23 de marzo de 2013
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