ALFREDO MEZA Caracas 12 SEP
2013
Todas las televisoras y
radios deberán emitir dos veces al día los informativos gubernamentales en
horario de máxima audiencia
Los más radicales consideran que el
Noticiero de la Verdad, el nuevo plan de comunicación anunciado por el
presidente Nicolás Maduro la noche del martes en Caracas, será una
reminiscencia de Nodo, aquellos documentales que Franco ordenó transmitir en el
cine antes de cada función. Pero hay diferencias de forma. El Gobierno de
Venezuela de momento no irá en pos de la gran pantalla y ha dicho que sus
informativos serán de obligatoria retransmisión en todas las televisoras y
radioemisoras privadas dos veces al día y en los horarios de mayor sintonía,
siempre y cuando haya material noticiable. Quizá el propósito de fondo sea el
mismo: asegurarse de que la propaganda oficial llegue a toda la población.
Desde 1999 el gobierno bolivariano se
ha mostrado muy crítico de la cobertura de la prensa no oficial y de las
noticias destacadas por esta. El difunto Hugo Chávez solía criticar con
amargura a sus ministros de comunicación ante la pobre sintonía de los canales
oficiales y los instaba a buscar nuevas maneras para que los venezolanos
conocieran los planes del gobierno. Poco se hizo entonces, quizás porque todo
se confiaba a sus grandes dotes oratorias. Esa fue la verdadera razón por la
cual el líder bolivariano estableció la marca de fábrica de su biografía
política: hablar durante varias horas y en cualquier momento del día
interrumpiendo la programación de las emisoras.
Su sucesor Maduro considera que es
también víctima de un apagón informativo, a pesar de que ya los medios
audiovisuales locales no son lo beligerantes que alguna vez fueron. La última
señal en caer, la del canal de noticias Globovisión, es hoy un edulcorado
informativo que señala apenas con moderación los yerros del gobierno. Otros
canales nacionales apenas emiten noticieros porque se dedican al
entretenimiento. Las críticas más inclementes provienen sólo de los impresos y
sus versiones electrónicas.
El Noticiero de la Verdad es un paso
que nunca dio Hugo Chávez. Maduro ha enmarcado ese proyecto dentro de lo que ha
denominado una “nueva modalidad de comunicación” de su gobierno. Ensayos
similares a ese planteamiento se han visto en las llamadas “jornadas
informativas del gobierno bolivariano”, implementadas en la recién finalizada
gestión del ministro de Comunicación e Información Ernesto Villegas. En un
plató que nada tiene que envidiarle a las escenografías de los canales de
noticias dos narradores presentan el informativo. El de este miércoles recogió
como única nota el homenaje que hizo el chavismo a la memoria del presidente de
Chile Salvador Allende, derrocado hace cuarenta años por un golpe militar. Fue
transmitido a las 12.30 del mediodía y a las 8.30 de la noche.
En abril, a poco de la juramentación
de Maduro, su vicepresidente Jorge Arreaza había pedido a las televisoras
“reflexionar y rectificar” porque no habían dado cobertura a sus actos de
gobierno. Al mismo tiempo Maduro decidió seguir la estrategia de su antecesor.
Cifras publicadas en septiembre por la organización Monitoreo Ciudadano indican
que entre el 5 de marzo, día de la muerte de Chávez, y el 5 de septiembre
Maduro había hablado durante 93 horas en cadena nacional, a razón de 39 minutos
por día. En la emisora del Estado Venezolana de Televisión el número de minutos
es mayor. El jefe del Estado habló durante 160 horas entre el 3 de junio y el 7
de septiembre. Es decir, 1 hora y 40 minutos diarios. Pero este despliegue aún
no satisface al gobierno.
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