José Luis Farías 30 de septiembre de 2013
@fariasjoseluis
Corto y
Picante:
Era un joven habilidoso, egresado de
la UCV, según me dijeron, que se había ido a probar fortuna fuera del país y
regresaba exhibiendo algunos éxitos en elecciones locales en México y otros
países.
Si por sus características nos
llevamos, no recuerdo haber visto en él señales de ser un "mal
nacido", como lo ha calificado el paja larga de Cúcuta. Sus referencias no
eran malas. Hablaban de su talento. Ninguna lo señalaba como encapuchado,
reposero, flojo, bruto, pone niple, mediocre. Ni tampoco que expulsaron del
Urbaneja Achepol porque le aplazaron todas las asignaturas.
La verdad es que no tenía signos de
malpararido, sietemesino, hijo de mala madre, hdp, ni nada que se le parezca.
Era un muchachón ambicioso, lleno de sueños, preparado en las artes del
mercadeo político que no escondía su viveza criolla detrás de sus forzadas
finas maneras para tratar de agradarnos. Era un oriundo de esta tierra de
avispados que no necesitaba mostrar su partida de nacimiento para comprobar que
había nacido en esta geografía.
El tipo era talentoso, pero nada del
otro mundo. Afortunadamente para los registros históricos, el clarividente de
Cúcuta descubrió a en él poderes sobrenaturales. La tierra de Bolívar parió un
hombre capaz de desaparecer de los anaqueles la harina pan, de mandar al dólar
paralelo al norte mientras el oficial mira al sur, de devolver de ultratumba la
voz del comandante supremo confesando que sigue vivo y que fue traicionado por
los llamados, parafraseando a Troski, enterradores del chavismo.
El imperio es capitaneado por el anti
héroe criollo J.J. Rendón, en que el iluminado de Cúcuta descubrió un Superman,
Linterna Verde y Hombre Araña en un solo "malnacido". El pueblo
perdona los errores, pero cobra caro las estupideces.
@fariasjoseluis
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