Por Thays Peñalver,
30/11/2013
Dejémonos de cuentos. El 14A ganamos en
Anzoátegui, Bolívar, Lara, Mérida, Miranda, Nueva Esparta y les dimos una
paliza en Táchira y en Zulia. Técnicamente empatamos en Carabobo y le ladramos
en la cueva al lobo (Barinas por 18 mil votos). Arrasamos en las universidades
casi con el 90% y en muchos barrios en los que no teníamos vida como en Petare,
hoy les damos una paliza (53%). De no tener a casi nadie en los barrios, hoy contamos
con el 42% de sus votantes y 600 mil chavistas votaron con nosotros. ¿Qué no ha
pasado nada? De ser 2,6 millones a 7,5 millones, el gobierno está declarado en
emergencia y arrasando todo a su paso. Con el 14A. ¡Pasó de todo!
Así que desenredemos el nudo de las
trampas. Impugnar las elecciones por fraude e intimidación y llamar a votar, no
es un contrasentido. Es internacionalmente reconocido como la mejor estrategia
política ante unas elecciones abusivas. Lo han hecho en México, Estados Unidos,
Canadá o Inglaterra sin que esto signifique dejar de llamar al voto. Nuestro
problema no es que hicimos la impugnación, sino que nunca debimos salir
cantando y aplaudiendo a reconocerle en el pasado a Chávez sus victorias
abusivas. Así que por primera vez, hicimos lo correcto.
Ahora entendamos nuestra realidad para no
confundirla con la ficción. Más allá de la campaña abusiva, en la impugnación
de la MUD se pide: "la nulidad de las votaciones de 5.729 mesas", es
decir de un 14% de las mesas y de un 12% de los electores, porque estas
"mesas están viciadas de nulidad" y al impugnarlas "suman
2.320.490 sufragios". Con esta "nulidad de (esas) votaciones,
modificaría el resultado de la elección, dejando a Henrique con 6.438.108
votos, mientras que Maduro quedaría con 6.150.627".
Esa es nuestra realidad. O Maduro nos ganó
por 223.590 votos o nosotros le ganamos por 287.481 votos. O Maduro nos ganó
con el 1,18% de los votantes, o nosotros con el 1,52% de los mismos. Así que no
"nos robaron millones de votos", se trata de una pelea muy cerrada
que se corresponde con todas las encuestadoras serias. Por eso ganamos o
perdimos por tan poco y por eso arrasamos o empatamos en 9 estados que
representan el 80% del PIB. El asunto es muy sencillo nuestros estados fuertes
(capitales) en los que les dimos palo, equilibraron sus estados fuertes
(altamente dependientes del estado) donde nos ganaron. Y perdimos (o ganamos)
por una media de apenas 27 mil votos en los restantes y algunos incluso por 4
mil votos.
Ahora ¿sabes a que conclusión llegué luego
de leer los 133 supuestos de impugnación? Que perdimos por culpa de ese 16% que
en todas las encuestas te sueltan de antemano y premeditadamente ese:
"definitivamente no voy a votar" y que no son menos de 1.209.622 de
nuestro lado. Se infiere que unos (estadísticamente pocos) colocaron su huella,
en lugar de esos que no fueron y me quedó claro que si hubieran ido a votar, no
habrían podido usurpar su voto, ni ocupar sus espacios de "unos y
ceros" en la maquina.
Perdimos porque muchos de estos 1.209.622
dicen: "si voy a votar legitimo a la dictadura". Si conoces a alguien
que piense así, pídele que busque la encuesta más recalcitrantemente opositora
que encuentre, las que dicen que Capriles era un crack y le daba una paliza a Maduro.
Luego pídele que vea lo que su opositora y recalcitrante encuesta decía cuantos
apoyaban a Maduro. Verá que la que más le gustó, contumazmente opositora, le
daban un apoyo de mínimo 6,5 millones de votos.
Ese ejercicio es importante, para que le
demuestres que quien legitima a Maduro o la "dictadura" no es él con
su voto, sino precisamente esos 7 millones (promedio de encuestadoras serias)
que van a votar por él. Y si esa gente vota por Maduro, aunque no votemos
ninguno de nosotros, le dan electoralmente un poder mayor que el que tiene
Obama, quien hoy que solo cuenta con el 31% de los votantes inscritos, o
Mariano Rajoy en España (30%) o Ángela Merkel en Alemania (27%).
Con eso le demuestras que paradójicamente
termina siendo él quien legitima más a Maduro no yendo a votar. Porque Maduro
es legitimado por los suyos, pero ante el planeta entero, es su abstención la
que permite que los chavistas sean, sin serlo, la mayoría de los venezolanos,
ganando abrumadoramente. Así que pensando que con no ir a votar, legitiman a
Maduro, hacen exactamente todo lo contrario. Lo que por primera vez en la
historia opositora deslegitimó a la revolución ante el mundo entero, no fueron
las guarimbas, ni los paros, ni las piedras, sino precisamente ese 50-49 del
14A y la impugnación por abusadores, que los tiene espantados y mundialmente
contra las cuerdas, porque la revolución electoralmente, ya no representa
"al pueblo".
La trampa salió justo cuando el 81% fue a
votar y lo que resta es seguir convenciendo. Si votas vendrán cosas buenas, si
no lo haces, volveremos al 60/40 y la rana, no volverá al "fuego
lento" sino al microondas. Así que si votas, esto se va a acabar. Pero es
muy posible que si no votas también, pero no te gustará cómo.
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