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lunes, 2 de diciembre de 2013

Cómo pintar el mapa el 8-D, @Mario_Villegas


Por Mario Villegas, 01/12/2013
Columna de Puño Y Letra
Claro que las elecciones del venidero domingo tendrán como eje central la escogencia de los hombres y mujeres que liderarán las alcaldías, así como los ediles que integrarán el Cabildo Metropolitano de Caracas, el Cabildo Distrital del Alto Apure y los concejos municipales en todo el país.
Se trata, desde ese punto de vista, de 337 procesos de carácter local, en los que se debate y se decide en primer plano sobre los liderazgos y las propuestas programáticas para encarar los problemas más cercanos a la vida y al sentir de las comunidades. Pero no nos chupemos el dedo ni nos llamemos a engaño: ésta será a la vez, y quizás más que nunca, una jornada de inevitables alcances nacionales e incluso internacionales.

La sumatoria de esos 337 resultados locales será, obviamente, un indicador nacional. Y así como en el pasado el mapa de Venezuela ha sido pintado de rojo y azul de acuerdo con cada elección, no parece haber razones para que en ésta sea diferente. Por supuesto, hay varias maneras de leer esos resultados y, en consecuencia, varias maneras de pintar ese mapa.

Pero cualquiera sea el modo de leer los resultados del 8 de diciembre y de colorear el mapa, bien sea por el número de alcaldes y concejales o el número de votos populares conquistados por los bloques en pugna, o incluso por la conjugación de ambos criterios, estos comicios tendrán un claro e ineludible impacto como termómetro del momento político venezolano y del rumbo que la sociedad aspira para nuestra democracia.

Corresponderá a los dos grandes bloques del gobierno y la oposición, así como a las fuerzas rebeldes y disidentes que los enfrentaron a ambos por igual, leer los resultados con propiedad, con sentido crítico y autocrítico. De nada vale prestar atención y hacer fiesta con aquellos resultados que nos convienen y esconder bajo la alfombra aquellos que no nos favorecen o equivalen a una derrota. Los avestruces alcanzan mucho éxito en los zoológicos, pero en la política están condenados a una vida corta.

Si el presidente Nicolás Maduro y su gobierno han convocado al país a darle electoralmente su apoyo y a rendirle el 8-D un homenaje de lealtad al fallecido presidente Hugo Chávez, y si Henrique Capriles y la Mesa de la Unidad han llamado a los venezolanos a demostrar con mayoría de votos que el gobernador de Miranda ganó las presidenciales del 14 de abril y que Maduro es un presidente ilegítimo, no hay duda de que, en medio de la gigantesca polarización prevaleciente, estamos en presencia de un proceso electoral que si no es plebiscitario se le parece muchísimo.

BREVES

-Maduro en honduras
Menudo problema en que el pueblo hondureño ha metido al presidente Nicolás Maduro. En las recientes elecciones, ese país centroamericano decidió darle la espalda a la aspiración presidencial de la señora Xiomara Castro, esposa del derrocado ex presidente Manuel Zelaya, firme aliado del chavismo y buen amigo de nuestro Jefe de Estado. Zelaya ha cantado fraude y convocado a sus seguidores a la calle. Es lo mismo que en Venezuela hizo Capriles tras el empate técnico del 14 de abril, con la diferencia de que en Honduras el escrutinio es abiertamente favorable al candidato Juan Orlando Hernández. Para ser coherente con el respeto y acatamiento que pidió para la voluntad popular expresada en los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral, Maduro debería respetar a la autoridad electoral hondureña y reconocer cuanto antes al nuevo gobierno en vez de seguir coqueteando con los amagos confusionistas de Zelaya. Buen y tempranero ejemplo le dio su colega nicaragüense Daniel Ortega.

-Disciplina y perseverancia
No resulta nada fácil estudiar un postgrado en Periodismo Digital en la Universidad Monte Avila y, en paralelo, un diplomado sobre “Liderazgo para la transformación”, organizado y desarrollado por el Instituto Universitario de Gerencia y Tecnología con el auspicio de la Corporación Andina de Fomento. Dada la seriedad y profundidad de ambos proyectos formativos, acometerlos simultáneamente implica una enorme exigencia, sobre todo cuando adicionalmente se atiende al día a día de los asuntos laborales y familiares. Pues bien, con mucha disciplina y perseverancia, mi esposa Rosanna acaba de completar los requisitos académicos de ambos compromisos. Así que con la venia de los lectores, me permito felicitarla públicamente y reiterarle mi sincero apoyo y admiración.

ENTREVISTA

Roberto De Vries, periodista y psiquiatra
“Los mensajes políticos son vacíos de lado y lado”

-¿Conoce a otro periodista-psiquiatra o el suyo es un caso único?
-Creo que hay otros, aunque no los conozco. Es muy sabroso. Los estudios los hice al mismo tiempo. Me importa tanto la parte individual de la psiquiatría, como la social del periodismo.

-¿Cuán útil le ha sido el periodismo en el ejercicio de la psiquiatría y viceversa?
-Creo que ambos son suplementarios. Es como la pareja ideal, que es la pareja once: juntos son sinérgicos, separados son valiosos.

-¿Cómo evalúa los mensajes político electorales de hoy desde el punto de vista de sus formas y de sus contenidos?
-Vacíos de lado y lado. No hay un verdadero mensaje, no hay conceptuación seria que le diga algo a los electores.

-¿Cuáles son los fundamentos ideológicos prevalecientes en nuestros actuales dirigentes?
-Hay unos de forma y otros de conducta. Unos que dicen y otro que practican. Los venezolanos, en su gran mayoría,  siguen siendo renovadores ante el cambio, grupalistas en la convivencia y pragmáticos en la práctica. Eso hace que el venezolano se acerque mucho a la socialdemocracia. Los dirigentes chavistas se muestran como revolucionarios, colectivistas y dogmáticos, mientras los de la oposición lo hacen como renovadores y prácticos. Donde está el problema es si ciertamente ambos lo son.

-¿Los venezolanos estamos saturados o huérfanos de líderes y de liderazgo?
-Estamos saturados de tantos líderes sin mensaje, estamos necesitados de líderes con mensaje.

-¿Nuestra idiosincrasia es más afín a los liderazgos carismáticos o racionales?
-A los venezolanos nos mueven más los liderazgos emocionales pero en la actualidad, muerto el presidente Hugo Chávez, ningún líder tiene carisma, lo cual se agrava en ausencia de mensajes.

-¿El liderazgo colectivo existe en la política y puede someter al liderazgo unipersonal o es mera fantasía?
-A mi juicio, los liderazgos colectivos siempre terminan bajo un liderazgo individual, porque el colectivo necesita un rostro que lo represente.

-¿Quién se parece más a Chávez: Nicolás Maduro o Henrique Capriles?
-Ninguno de los dos. Maduro es un líder que si no imitara a Chávez daría la imagen de solidaridad, mientras que Capriles con un mejor manejo podría dar la imagen de productividad, que es crecer haciendo crecer.

-¿La presencia en los medios desplazó a la plaza pública como espacio para la comunicación política?
-Definitivamente sí. Y más en un ambiente polarizado, en el cual mucha gente, cualquiera sea su opinión política, siente miedo de expresarla en público.

-¿Cuáles son características indispensables en un actor político moderno?
-Tener vocación de modelaje conductual, tener conceptos claros y precisos qué transmitir y tener expresiones emocionales equilibradas. Debe ser resiliente.

-¿El insulto vino para quedarse o podremos erradicarlo del lenguaje político?
-Ojalá que no, pero sí. Porque en el actual liderazgo tú creces en función de los defectos del adversario y no en base a tus propias cualidades. Si el otro es malo tú eres mejor. Pero resulta que ambos terminan siendo malos.

-¿Cuál es la receta contra la violencia física y verbal?
-Es un concepto: el de la otredad, que se puede expresar como la importancia que se le da al otro en la vida. Ese fue el secreto de Mandela.

-¿Cuánto disfruta las sesiones de la Asamblea Nacional?
-No las disfruto, me dan dolor al ver un país con toda la potencialidad en activos humanos y recursos materiales tratando de crecer con lo malo del otro.

-¿Cómo se resolverá el antagonismo capitalismo-socialismo?
-No tiene por qué resolverse. Ese antagonismo es un motor de reflexión y de cambio permanente. Uno alimenta al otro. La nueva ideología, que la llamo la ideología de la sustentabilidad, es la creación de un sintagma (unión de dos o más paradigmas), que se llama democracia. La democracia lo acepta todo.


Mario Villegas
@mario_villegas

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