Pablo Pérez 11 de mayo de 2016
@PabloPerezOf
Es
digno de un profundo estudio multidisciplinario el empeño del Gobierno y sus
voceros de negar la dura realidad que golpea a todos los venezolanos. Lo más
llamativo es que sólo ellos mismos se están convenciendo con sus propias
mentiras, porque la mayoría de los venezolanos están claros que son unos
incapaces que no podrán resolver los problemas.
Para
resolver un problema existe un principio básico y es reconocer que existe, que hay
personas afectadas y que se debe solventar. Si te empeñas en negar que hay
escasez, que la inflación es real y acabó con el ingreso del venezolano y que
estamos en una crisis humanitaria; nunca podrás asumir que te equivocaste y
muchos menos admitir que se necesita un cambio en la conducción del país. El
Gobierno está alucinando en su propia fantasía épica revolucionaria.
El
discurso de la Canciller ante el Consejo Permanente de la OEA negando el
desabastecimiento de alimentos y medicinas en Venezuela, preocupa porque esos
argumentos hubieran sido aceptados a mediados del siglo XX, pero en pleno siglo
XXI y con el auge de las redes sociales y la capacidad de auscultar la realidad
de los medios de comunicación, es imposible ocultar la tragedia que vive el
país. Que vaya a decirles eso a los pacientes de los hospitales donde no hay
comida para alimentarlos.
Pero
además la negativa del Gobierno de Nicolás Maduro de aceptar a la organización
católica Caritas la posibilidad de traer medicamentos de alto costo para
pacientes crónicos, es un crimen de lesa humanidad. La ambición por el poder no
puede estar por encima de los intereses ciudadanos. No puede ser más importante
que resolver los padecimientos del pueblo.
Y
hasta da risa cuando un ministro alega que hay “entusiasmo de los empresarios
por invertir en Venezuela”, cuando seguimos sin Estado de Derecho y por eso no
hay seguridad jurídica para las inversiones. Pero además no hay acceso a las
divisas y sin dólares es imposible traer la materia prima que se requiere en
los procesos de producción.
El
Gobierno sigue ciego. Sigue intentando ocultar la realidad. Persiste en su afán
de obstaculizar cualquier proceso de cambio en Venezuela. Ese divorcio con los
problemas que padecen los ciudadanos les va a costar muy caro porque el cambio
es irreversible.
Pero
ese cambio necesita de la participación de todos los venezolanos. No es un
asunto exclusivo de los partidos y la dirigencia política. Cada venezolano debe
sumarse a esta lucha por la salida de Maduro y la erradicación del modelo
socialista que sólo significa atraso y corrupción. Vale la pena luchar por
Venezuela.
@PabloPerezOf
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