CÉSAR G. CALERO 04 de diciembre de 2016
A
Nicolás Maduro se le ha abierto un nuevo frente de conflicto con sus vecinos
del sur. La
suspensión de Venezuela del Mercosur (Mercado Común del Sur) notificada
este viernes a Caracas por las cancillerías de Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay ha generado una dura respuesta por parte del gobierno bolivariano, que
no reconoce dicha suspensión y acusa a los principales socios del Mercosur de
"hostigamiento".
Los
gobiernos conservadores de Argentina (Mauricio Macri), Brasil (Michel Temer) y
Paraguay (Horacio Cartes) decidieron, con la abstención del ejecutivo de centro
izquierda de Uruguay (Tabaré Vázquez), suspender a Venezuela como miembro de
pleno derecho del Mercosur al no haber aprobado 112 resoluciones y unas
300 normas requeridas para integrar el bloque regional, al que se sumó en 2012.
Según
un comunicado difundido este viernes por la Cancillería de Argentina, los
integrantes del Mercosur se habían fijado la fecha del 1 de diciembre para
analizar el estado de cumplimiento de las obligaciones asumidas por Venezuela en
el protocolo de adhesión a la alianza comercial sudamericana. Al no haber
constatado ese cumplimiento, los cancilleres del Mercosur -asegura el
Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, que dirige Susana Malcorra-
han notificado a Caracas "el cese del ejercicio de los derechos inherentes
a la condición de Estado parte del Mercosur".
El
conflicto diplomático entre Venezuela y los principales socios del Mercosur se
gestó en julio pasado, cuando Caracas asumió la presidencia pro témpore
del bloque, una prerrogativa que fue rechazada por Buenos Aires, Brasilia y
Asunción. Ahora, tras la notificación de la suspensión, Argentina asumiría esa
presidencia desde el 14 de diciembre.
Pero
la crisis parece que no ha hecho más que comenzar. El gobierno
venezolano lo ha calificado como "golpe de Estado" y una
"agresión a Venezuela de dimensiones realmente muy graves". La
ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, ha negado haber recibido la
notificación de la que habla la Cancillería argentina. "Esa notificación
no existe", señaló Rodríguez a través de Twitter. Para la
canciller venezolana, esa suspensión en todo caso sería "nula" y
estaría sustentada "en la ley de la selva de unos funcionarios que están
destruyendo el Mercosur". Caracas insiste en que seguirá manteniendo
la presidencia temporal con voz y voto en el Mercosur. En todo caso, Venezuela
activó un mecanismo del Mercosur para la "resolución de
controversias" debido, según Rodríguez, a las "agresiones y
hostigamiento contra su presidencia en el organismo".
Argentina,
Brasil y Paraguay ven la situación de manera muy diferente: "Cabe
destacar que Venezuela contó con cuatro años para incorporar la normativa
vigente del Mercosur y que se le otorgó un plazo adicional para honrar
sus obligaciones, que finalizó el 1 de diciembre de 2016, y que la medida
adoptada regirá hasta que los Estados partes signatarios del Tratado de
Asunción convengan con ese país las condiciones para restablecer el ejercicio
de sus derechos como Estado parte", señala el comunicado de la Cancillería
argentina.
Para
tratar de reconducir la grave crisis diplomática, queda ahora la
posibilidad de que Mercosur le brinde una nueva prórroga a Venezuela para
que cumpla con la adaptación de sus leyes a la normativa del organismo. De esa
forma, Caracas evitaría una expulsión definitiva.
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