EFE 29 de mayo de 2017
La
Organización de Estados Americanos (OEA) ha recibido dos proyectos de
resolución sobre la situación que vive Venezuela para debatir en la próxima
reunión de cancilleres del hemisferio, que tendrá lugar en su sede de
Washington el próximo miércoles.
Según
recoge hoy la web de la organización, los Estados de Perú, Canadá, Estados
Unidos, México y Panamá presentaron una propuesta para que la OEA inste al
Gobierno de Nicolás Maduro a frenar la convocatoria de la Asamblea
Constituyente “en la forma en que está concebida actualmente”, así como a
suspender los enjuiciamientos de civiles por tribunales militares, entre otros
aspectos.
La
misión de Antigua y Barbuda presentó otro borrador, en el que también insiste
en poner fin al proceso de la Asamblea Constituyente convocado por Maduro hace
unas semanas y para el que se prevé elegir a un total de 545 corredactores de
una nueva constitución para el país.
El
pasado 1 de mayo, el gobernante convocó una Constituyente como una salida a las
protestas que desde el pasado 1 de abril mantiene la oposición en demanda de
elecciones generales. El 23 de mayo, Maduro firmó el decreto con las “bases”
para la convocatoria de la Constituyente y horas después el Consejo Nacional
Electoral (CNE) anunció que la propuesta “cumple con las formalidades” y señaló
que la consulta será a fines de julio.
La
propuesta de Antigua y Barbuda también pide la “cancelación de la convocatoria
de una Asamblea Nacional Constituyente en los términos en que está concebida”,
así como “el retorno inmediato a la normalidad de las relaciones políticas,
incluidos el respeto y la aplicación del Estado de derecho”, la “liberación de
los presos políticos y la adopción de un calendario para las elecciones”.
Este
borrador apunta, además, que “se han formulado declaraciones sobre la situación
en Venezuela sin la autorización del Consejo Permanente”, en alusión a las
declaraciones de su secretario general, Luis Almagro.
Antigua
y Barbuda plantea “que sólo el Consejo Permanente está autorizado a hacer
declaraciones sobre los asuntos internos de los Estados miembros, salvo cuando
específicamente delegue esta autoridad”.
Los
embajadores en la OEA se han reunido en público y en privado en los últimos
días para preparar el encuentro y acercar posiciones entre quienes quieren
contundencia para presionar al Gobierno venezolano a hacer cambios y quienes
prefieren que el organismo esté en un segundo plano al respecto.
Están
trabajando sobre “un documento base” para tratar de consensuar una resolución,
algo que no será fácil porque toda decisión que se tome en la reunión debe
aprobarse por dos tercios de los países que asistan.
Si,
como está previsto, participan 33 naciones, serían necesarios 22 votos para
aprobar cualquier texto.
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