PuntodeCorte.com 27 de agosto de 2017
En
entrevista para El Clarin, realizada por Gustavo Bazzan, y titulada “Venezuela
necesitará 100.000 millones de dólares para ponerse en marcha” Ricardo
Hausmann, polémico economista venezolano profesor en Harvard y señalado por el
gobierno de “traidor a la patria”, que propone hace años recurrir a mayor
endeudamiento para salir de la crisis económica después de salir de la crisis
política, le responde Bazzan lo siguiente:
– ¿Mirando hacia adelante, ha pensado en
qué encontrarán el día que deban empezar a reconstruir Venezuela, el día que,
como buena parte del mundo espera, caiga Nicolás Maduro?
– Sí,
claro hemos estado trabajando en el día después. Es un grupo grande formado por
todas las partes de la oposición. Tenemos claro que para poner en marcha al
país hay que recuperar la capacidad de importar. Venezuela necesita recuperar
un nivel de importaciones de 35.000 millones de dólares. Lo que ocurrió es que
las importaciones de bienes y servicios per cápita cayeron en un 75% en
términos reales entre 2012 y 2016 y ese declive ha sido aún mayor en 2017. Para
poder importar hay que reestructurar la deuda soberana, no hay otra salida. Y
además, por supuesto, vamos a necesitar de todo el apoyo internacional
concreto.
– ¿Cuánta plata calcula que necesitará
Venezuela para ponerse en movimiento?
–
Creemos que la deuda más o menos documentada ronda los 118.000 millones de
dólares. Y hay otros 60.000 millones que se acumulan por obligaciones impagas y
retrasos diversos. En total, estamos cerca de los 178.000 millones de dólares.
Y nuestras exportaciones se han desplomado a 26.000 millones de dólares. Somos
el país más endeudado del mundo según la relación entre deuda y exportaciones.
Creemos que vamos a necesitar unos 100.000 millones de dólares, la mitad por un
shock de liquidez y la otra mitad postergando y reestructurando los pagos de la
deuda. Lamentablemente, Venezuela ha sido arrasada y, cuando llegue el momento
de iniciar la reconstrucción, será un país terriblemente pobre.
– ¿Cree que las sanciones económicas, como
las trabas que impuso Estados Unidos a las transacciones con bonos venezolanos,
pueden acelerar un desenlace?
– Hay
muchas formas de presión internacional. Gracias a las sanciones contra los
jerarcas del gobierno le encontraron cuentas con 500 millones de dólares al
vicepresidente Tareck El Aissami. La fiscal general Luisa Ortega Díaz con sus
denuncias está provocando la principal ruptura interna en el chavismo. Yo
espero que vengan más sanciones. Sin dudas, la última sanción que impuso el
gobierno de Estados Unidos tiene mucho sentido. Hoy Venezuela no puede tomar
fondos en los mercados financieros y eso le da a la comunidad internacional un
argumento que hasta ahora no tiene. Es más efectiva esa sanción que dejar de
comprarle petróleo a Venezuela. Fíjese que ya no será posible una colocación
como la que hizo Goldman Sachs, que colocó deuda a una tasa del 50% anual.
-¿Apuesta a una fractura interna del
régimen?
– Creo
que si se acumulan las sanciones, los militares van a tener que decidir si
están con la constitución o no. Tenemos el problema de que la cúpula militar
está sometida a un mecanismo de supervisión de los cubanos, que los tienen
totalmente vigilados. Es una decepción que se hayan convertido en esto.
– Cómo están jugando en esta crisis, a su
criterio los gobiernos de Rusia y China?
–
Rusia apoyó a la dictadura hasta hace poco, pero desde abril y mayo ha mostrado
cierto distanciamiento. Sobre China hay rumores de todo tipo. Lo cierto es que
reestructuró la deuda y aceptó posponer pagos y hay versiones de que estarían
prestando nuevamente fondos. Pero imagino que deben estar disgustados, porque
se han metido irresponsablemente a prestarle a Venezuela, en medio del boom
petrolero, cerca de 56.000 millones de dólares. Son préstamos por fuera del
presupuesto y sin control del Congreso. No sabemos a dónde fue ese dinero, pero
sí sabemos que las obras públicas que se prometieron no están.
-¿Está en juego la propiedad de PDVSA, la
petrolera estatal?
La
propiedad estatal de PDVSA está garantizada por la constitución. Es cierto que
empresas rusas han recibido concesiones muy generosas. Precisamente el
estallido de represión de los últimos meses ha sido por las protestas en contra
de una decisión del Tribunal Superior de Justicia de dar concesiones mineras y
petroleras a los rusos y chinos, sin aprobación de la Asamblea Nacional. El
Gobierno trató de hacerse de dinero vendiendo las joyas de la corona.
– Cómo juega el narcotráfico, hay en esa
actividad una fuente de fondos para el Gobierno?
–
Claro. En Venezuela el narco tomó al Estado y lo controla. Venezuela está
controlada por el narco y por Cuba. Cuba le da la tecnología al chavismo para
mantener una dictadura sin apoyo del pueblo.
– Usted es partidario de que la oposición
compita en las próximas elecciones. ¿Por qué?
Tenemos
el problema de que como oposición, nos preparamos para luchar con las reglas de
la democracia. Dicho esto, no podemos decirles a los partidos que no
participen, porque le estaríamos dando un argumento a la dictadura. Es más
movilizador para nosotros participar y obligar a que nos roben el resultado,
para debilitarlos y hacerlos más frágiles ante la comunidad internacional.
– ¿Imagina que el final está cerca?
Estoy
demasiado involucrado emocionalmente como para pensar que soy bueno haciendo
predicciones. La situación económica es catastrófica y ha ingresado en un
camino perverso. El país no va a ningún lado, pero el gobierno ha mostrado una
capacidad de mantener el control político a través de la masiva represión.
Hasta ahora los mecanismos normales no han funcionado.
– Hugo Chávez primero y Nicolás Maduro
después, lo consideran un traidor a la patria.
Así
es. En septiembre de 2014 recibí la primera acusación, reiterada en octubre de
2015 y diciembre de 2016. Desde 2013 no he vuelto a Venezuela. Me recomiendan
no ir. Y por ahora no lo haré. No les voy a dar el gusto de que me silencien.
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