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viernes, 3 de noviembre de 2017

2018, fin de la tragedia @edwardr74


Por Edward Rodríguez


Sin duda, una gran parte de los venezolanos, de la tendencia que sea siente y vive a diario la tragedia por la que estamos pasando. Poner un pie en la calle significa que a diario arranca una nueva cadena de penurias, especulación, robo, ruleteo por conseguir lo que necesita y si lo consigue a darle duro a esa tarjeta de crédito hasta que no pase más porque la inflación es tal, que últimamente los precios no son de susto, sino de infarto.

Qué tragedia en la que nos metimos, nos metieron y nos quieren seguir metiendo, el señor del bigote que nos dirige y de quien algunos piensan que se quedó en el volante del metrobús; craso error pensar así, fue escogido a imagen y semejanza, calculador y cuya tarea es ejecutar al pie de la letra la misión de hundir al país bajo la consigna “Chávez vive, la lucha sigue”.

Alguien me preguntó en estos días si había visto la película “El Padrino”, con Marlon Brando, la verdad es que es una de mis preferidas por aquello del manejo del poder, algo similar a la tragedia actual que vivimos los venezolanos. Quien se empodera de la mafia al convertirse en el sucesor de Don Vito es Michael Corleone, si ve el film desde el principio, jamás pensaría que sería el más capaz y el de menos escrúpulos para obtener el poder; igual pasa con el sucesor de Chávez.

Ahora bien, nosotros a lo nuestro, la tragedia en la que se ha convertido Nicolás Maduro para Venezuela se acaba en el 2018, la tragedia tiene los días contados pese a que hoy el panorama está nublado, el ciclo del chavismo-madurismo está llegando al final, sin recursos, sin esperanza y sin futuro; a nadie le gusta estar con un limpio o arrimarse a un árbol sin frutos ni sombra.
Para romper con este ciclo se requiere con un urgencia un candidato presidencial que goce de la credibilidad de los factores de la oposición, que pueda aglutinar todas las tendencias, que abrace a los rojos, los negros, los amarillos, los blancos y a los azules; que pueda ser la voz cantante y que los partidos respeten sin zancadillas. En el 2018 pudiéramos tener al frente el último tren para el rescate de la democracia.


Creer que no tenemos a esa persona es negarnos la potencialidad de la que gozamos los venezolanos de innovar, progresar y romper barreras. Lo que sí considero vital para que ese líder surja es que lo dejen trabajar, que los dirigentes de las organizaciones políticas no le levanten una cama de anime, cada uno debe entender que hizo su cometido, para esta realidad que se llama Venezuela requerimos de ese aspirante y no necesariamente tiene que estar sentado en la mesa.

No queremos un populista, que enamore a un país con mentiras, pero sí que su carisma y palabra impregnen optimismo y de ganas de echar pa´ lante.

El fin de la tragedia está cerca, las presidenciales están a la vuelta de la esquina y el régimen pudiera estar sacando la cuenta de que con su campaña de abstención la oposición no va a salir a votar en ese proceso, pero desde ya le digo, hasta sus pocos seguidores van dejar el alma en la calle para cambiar este gobierno que se envejeció muy rápido, que asimiló todos los males de los llamado 40 años del pacto.

“No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”, la tragedia termina en el 2018 sin prórroga ni penales.

Foto: EFE

31-10-17

http://efectococuyo.com/opinion/2018-fin-de-la-tragedia


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