Por Alessandro Di Stasio
Reestructurar y refinanciar “todos
los pagos externos“. Esa fue la tarea que ordenó el presidente
Nicolás Maduro al vicepresidente Tareck El Aissami, a quien puso al
mando de una comisión especial presidencial orientada a iniciar el proceso y
“la lucha contra el bloqueo y la persecución extranjera”
a Venezuela.
“Convoque a todos los bancos,
a todos los tenedores de bonos de la República, de bonos de
Pdvsa, a todos los que están involucrados en la deuda externa”, ordenó el
jefe de Estado.
Sin embargo, que el país
consiga nuevos créditos para sacar la tarea de refinanciar o
reestructurar, no será fácil. Supondrá aumentar la deuda externa y estrechar
aún más de la relación con China y Rusia. Así lo indicaron
distintos economistas a Efecto Cocuyo.
La decadencia del aparato
productivo del país, la fuerte escasez de alimentos y medicinas, la súbita
inflación y las sanciones impuestas por el Gobierno de los
Estados Unidos y ahora por Canadá a las autoridades venezolanas ejercen un
rol importante en el cumplimiento o no de los compromisos internacionales del
país.
Sary Levy, individuo de
Número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, describe tres
factores que pudieran jugar en contra de un posible refinanciamiento de la
deuda: 1. mientras se plantea una reestructuración para pagar las deudas de
este año, se desconoce si podrán honrarse los próximos pagos; 2. la
reestructuración debió hacerse hace años, pues ahora las condiciones de
la economía nacional son más complicadas; 3. la poca información detallada
sobre el cronograma de pagos.
“Para un proceso de
renegociación lo primero que hay que hacer es actualizar la data, y eso es un
misterio para las organizaciones nacionales e internacionales. También es
necesario la existencia de credibilidad entre los actores que negocian, como
conocer cuándo y quiénes son los encargados de hacer las transacciones”, dijo
la economista.
¿Quiénes podrían dar un
préstamo al Gobierno venezolano que permita refinanciar y pagar los
actuales compromisos?
Para la doctora Levy, dependerá
de las condiciones y seguridad que ofrezca Venezuela. “En los últimos años
China ya se había negado a ofrecer fondos“, resaltó. No obstante, la
portavoz de Asuntos Exteriores del país asiático, Hua
Chunying, afirmó que China “confía
en que el Gobierno venezolano conduzca apropiadamente la cuestión
ymantenga sus obligaciones de pago de deuda“.
Durante una gira internacional
a comienzos del pasado mes de octubre, el presidente Maduro comentó que, tras
una reunión con su homólogo, Vladimir Putin, se acordó “incrementar la
inversión de las empresas petroleras y gasíferas de la Federación
Rusaen Venezuela” y, según afirmó, Rusia y China ayudarían a Venezuela
a pagar las deudas.
De acuerdo con estimaciones
publicadas por firmas como Econanalítica, durante el último trimestre de
este año Venezuela debe cancelar entre 3.500 millones y 4.000 millones de
dólares. Además, calculan que la deuda externa total alcance los 160.000
millones de dólares.
“El deudor no puede decretar
un refinanciamiento”
Luis Vicente León, economista
y director de Datanálisis, explicó que lo único que puede hacer un deudor para
obtener un crédito extra, en este caso el Gobierno venezolano, es
“iniciar un proceso de negociación, mientras sigue pagando sus compromisos”, lo
cual descarta cualquier toma de decisión unilateral.
“Para lograr el
refinanciamiento, el mercado debe aceptar las nuevas condiciones
voluntariamente y se debe emitir nueva deuda para el canje”, especifica el
analista mientras cuestiona las posibilidades actuales del Gobierno para
conseguir tan ansiado refinanciamiento. “Tratar de refinanciar deuda en
Venezuela es correcto, pero las posibilidades de lograrlo son
bajas, a menos que la compren Rusia y China“.
León considera que
las sanciones de Estados Unidos contra funcionarios del Gobierno y la
estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), provoca que los acreedores
“difícilmente acepten un canje de bonos venezolanos por deuda nueva,
emitida en medio de las sanciones”, pues estarían expuestos a ser sancionados
también.
¿Es posible el default en
Venezuela? ¿Qué consecuencias tendría?
Levy y León coinciden en que,
pase lo que pase, el venezolano sería el mayor afectado en este escenario. “Si
caemos en default se cierran los mercados internacionales y
las transacciones económicas se cancelan, lo cual nos afectaría
porque Venezuela es un país que depende meramente de las importaciones”,
comentó Levy.
En este sentido, de no poder
contar con dinero suficiente para mantener y realizar las importaciones
necesarias para abastecer el mercado interno del país, la escasez e
inflación se exacerbará en la economía venezolana.
En caso de que el Gobierno no
pueda conseguir un refinanciamiento y no logra honrar el compromiso
internacional, León considera que habría una cesación de pagos y la nación
caería en default.
“No hay entonces posibilidad de un refinanciamiento
unilateral. Lo único unilateral es una cesación de pagos que produce
default”, concluyó.
03-11-17
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