Por BBC News Mundo
“La fiebre empezó hace
alrededor de un año”.
Fue entonces cuando
Claudia Ramírez, agente inmobiliaria que vende y alquila viviendas en zonas
acomodadas de Caracas, empezó a oír cada vez con más frecuencia la misma
pregunta de los clientes interesados: “¿El edificio tiene pozo?”
Como otros lugares del
país, la capital de Venezuela sufre desde hace años graves problemas en el
suministro de agua. En muchas zonas no llega más que una vez a la semana y en
otras se pueden pasar meses sin recibirla.
De acuerdo con la
Encuesta de Condiciones de Vida recientemente publicada por la Universidad
Católica Andrés Bello, solo un 26% de los hogares venezolanos recibe agua a
diario.
Por eso, en los
edificios en los que los residentes pueden pagarlo han encontrado una solución
en la perforación de pozos para extraer el agua de los acuíferos subterráneos
que abundan en la ciudad.
Muchas viviendas
disponen de tanques de plástico donde los caraqueños almacenan el agua que
consumen cuando no sale del grifo, lo que sucede la mayor parte del tiempo para
muchos.
Pero en los últimos
tiempos incluso ese almacenamiento extra se ha revelado insuficiente.
Así que los pozos
empiezan a desplazar a los tanques.
GETTY IMAGES La falta
de agua afecta a todos los hogares de Venezuela.
“Los apartamentos que
tienen pozo se venden y alquilan mucho más rápido”, dice Ramírez, la agente
inmobiliaria.
El ingeniero Nelson
Rojas, de la consultora Geocarf, explica que su empresa ha encontrado un
floreciente negocio en asesorar a quienes buscan agua bajo los cimientos de su
casa.
“Hay una alta demanda,
sobre todo de condominios de alto poder adquisitivo”, le contó a BBC Mundo.
“Antes, nuestros
clientes solían ser ganaderos en el interior del país. Ahora trabajamos sobre
todo para caraqueños que quieren volver a tener agua corriente”.
Crisis en Venezuela:
las dificultades para conseguir agua en Caracas cuando hay apagones
Cuánto cuesta un pozo y
quién puede pagarlo
La puesta en funcionamiento
de un pozo requiere un estudio previo del terreno, un análisis de la salubridad
del agua que se va extraer, perforar, a veces a más de cien metros de
profundidad, y acondicionar la instalación. El coste total suele rondar entre
US$15.000 y US$25.000.
Completado el trabajo,
el suministro permanente de agua queda garantizado, pero no todos pueden
permitírselo en la situación actual de Venezuela.
En el valle en el que
se asienta Caracas hay grandes depósitos aluviales, formados durante millones
de años de transformación geológica, que se recargan permanentemente por las
frecuentes lluvias típicas del clima venezolano y por cursos de agua
superficiales.
De acuerdo con Rojas,
el agua de mejor calidad suele encontrarse en el noreste de Caracas, a los pies
del popular cerro Ávila, la majestuosa montaña que domina la ciudad, donde se
ubican las zonas residenciales tradicionalmente habitadas por la población de
mayores ingresos.
“Suele ser agua muy
buena, que procede de manantiales de recargas libres, que son los mejores”.
G. D. OLMO Muchos
caraqueños pasan semanas sin recibir agua en sus casas.
Pero lo que empezó
siendo un recurso de los más acomodados para compensar las carencias en un
servicio público esencial va camino de convertirse en tendencia generalizada y
los trabajos para perforar pozos empiezan a verse ya también en zonas menos
elitistas.
En el edificio de
Leonardo Musso, en el oeste de Caracas, se animaron el año pasado. “Estuvimos
nueve meses sin recibir una gota de agua. El pozo costó mucho dinero, pero
estuvo bien invertido, porque ahora tenemos agua cómo y cuándo queremos”.
Con eso sueña Juan
Manuel Da Silva, hijo de inmigrantes portugueses que regenta un negocio de
comidas. “No teníamos agua casi nunca, hasta que mi mujer se arrechó (se enfadó)
y decidió organizarse con unas vecinas para convencer al resto en el condominio
de que había que construir un pozo”.
Por qué no llega el
agua a las casas
Muchos atribuyen los
constantes fallos en el suministro a las averías y la falta de mantenimiento en
la infraestructura.
Según José María de
Viana, expresidente de Hidrocapital, la compañía pública encargada del
servicio a Caracas, “los embalses de donde viene el agua están llenos, pero
están en zonas más bajas y alejadas, y muchas de las bombas que deben traerla
hasta aquí dejaron de funcionar hace tiempo”.
El Ministerio de
Comunicación, responsable de transmitir la información oficial, no respondió a
una solicitud de comentarios de BBC Mundo.
El gobierno anunció el
pasado mayo un plan de abastecimiento de agua en camiones cisterna a las zonas
más vulnerables, pero para muchos eso no es suficiente.
G. D. OLMO Muchos
caraqueños se acerca a la montaña del Ávila en busca de agua potable.
Algunas autoridades
locales parecen haberse convencido de que el suministro regular por tuberías no
será restablecido a corto plazo. En Caracas, Gustavo Duque, el alcalde del
municipio Chacao, el de mayor renta per capita del país, ya ha comenzado a
perforar pozos públicos a los que la gente debe acudir para aprovisionarse.
Cuánto puede durar el
boom
Pero, ¿es sostenible
este cada vez más vertiginoso horadar la tierra?
La imagen de los
camiones equipados con grandes brocas que taladran el suelo en ruidoso trajín
se hace cada vez más habitual.
De Viana lamenta: “Como
la concesión de los permisos es tan arbitraria, la mayoría perfora el pozo sin
informar a las autoridades”, que deberían velar por la buena gestión de los
recursos hídricos.
La Constitución
venezolana establece que las aguas del país son bienes de dominio público y la
Ley General de Aguas de 2007 prevé multas para quienes perforen pozos sin la
pertinente licencia.
“Antes existía una red
de pozos públicos que monitoreaba el estado de los acuíferos subterráneos y
asesoraba a quienes solicitaban permiso para perforar sobre cómo y dónde
hacerlo para que fueran explotados de manera sostenible, pero todo eso se
abandonó”, recuerda De Viana.
“¿Cómo va el gobierno a
decirle a alguien que no haga un pozo si no le garantiza el suministro de agua
en su casa?”, se pregunta De Viana.
BBC Mundo conversó con
un ingeniero que ahora se dedica a perforar pozos en Caracas, a menudo con
operarios que antes trabajaban en la industria petrolera, y confirmó que es
frecuente que el trabajo se realice sin solicitar los permisos legales.
“Muchos pozos se hacen
en el estacionamiento del edificio para que no puedan verse desde fuera”,
contó.
G. D. OLMO En los
trabajos de perforación se suelen utilizar grandes camiones.
BBC Mundo no logró
comunicar con el Ministerio de Ecosocialismo, responsable de la protección del
medio ambiente venezolano.
De Viana estima que el
agua subterránea cubre un 10% de la demanda de la ciudad y que “el ritmo actual
de perforación no es alarmante, pero puede serlo si no se resuelve el problema
de fondo y esto se prolonga en el tiempo”.
“Ya hemos visto pozos
que se secaron por su sobreexplotación en Maracaibo o Valencia”, otras ciudades
importantes del país.
“El pozo le cambia la
vida a la gente, pero ahí abajo no hay agua para todos”.
27-07-20
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