Por BBC News Mundo
¿Debemos usar
mascarillas? Le decimos a nuestros hijos que se cubran la boca cuando tosen, de
manera que cuando no podemos predecir quién se enfermará o no de covid-19,
tiene mucho sentido usar una mascarilla en público.
Pero no todas las
mascarillas son iguales.
Pueden dividirse en dos
categorías amplias: las mascarillas respiratorias diseñadas principalmente para
proteger al usuario, y los cubrebocas, que pueden considerarse que actúan más
como dispositivos para desviar la respiración.
Aunque los dispositivos
para desviar la respiración ofrecen poca protección, especialmente con las
salpicaduras de líquidos, su principal función es evitar que las exhalaciones
se alejen demasiado del usuario.
Tiene sentido usar una
si el objetivo es evitar respirar sobre otras personas.
Aunque el virus en sí
mismo fácilmente puede pasar a través de estos cubrebocas, si están bien
diseñados pueden ser efectivos para reducir la extensión de la propagación.
Por eso es que
recientemente se ha aconsejado llevar cubrebocas, especialmente en lugares
cerrados.
El otro tipo, las
mascarillas respiratorias, se presentan en una variedad de tipos y medidas que
van desde los equipos de respiración autónoma (ERA), hasta las mascarillas
desechables llamadas mascarillas filtrantes parciales (FFP).
Una mascarilla
respiratoria N95 con válvula / Foto SHUTTERSTOCK
En Reino Unido y
Europa, las FFP pueden dividirse en tres categorías dependiendo en cuántas
partículas de sal (diámetro promedio de 0,6 micrómetros) y partículas de aceite
(diámetro promedio de 0,4 micrómetros) dejan pasar, junto con varios otros
parámetros (para comparación un cabello humano tiene 75 micrómetros de ancho).
Las mascarillas FFP1
pueden evitar que 80% de las partículas de prueba pasen a través de ellas. Las
FFP2 el 94% y las FFP3 99%.
Esta eficacia
relativamente alta de filtración de las mascarillas FFP también hace que sea
bastante difícil respirar con ellas, así que en ocasiones se les agrega una
válvula.
Ya que el objetivo de
la válvula es facilitar la respiración del usuario, las válvulas tienden a
filtrar el aire que entra, pero no el que sale.
Como resultado, estos
dispositivos están diseñados para proteger al usuario del medio ambiente, no al
medio ambiente del usuario.
¿A quién protegemos?
Esta distinción entre
los cubrebocas diseñados para proteger al usuario y las mascarillas que pueden
proteger a otras personas, ha sido central en el reciente debate sobre estos
dispositivos.
En los ambientes
clínicos, las mascarillas normalmente se usan como parte de un equipo de
protección personal (EPP).
Los cubrebocas actúan
más como dispositivos para desviar la respiración / Foto EPA
Sin embargo, la severa
escasez de EPP durante de la pandemia ha llevado a que los equipos más
efectivos de EPP queden reservados para los trabajadores salud y otras personas
que están en el frente de la pandemia.
Las compras de pánico
de EPP pusieron a los trabajadores sanitarios en riesgo.
Fuera de los ambientes
clínicos, la situación es muy diferente.
Aunque desde una
perspectiva personal a todos nos gustaría estar protegidos del virus, la
escasez de EPP significa que el principal objetivo es evitar que el virus se
propague en la población general, no proteger a individuos específicos.
Es por eso que, en
lugar de EPP, se nos aconseja cubrirnos la boca para desviar nuestra
respiración de manera que si somos portadores del virus haya menos
probabilidades de que este se contagie a otras personas.
Las mascarillas
quirúrgicas son el único tipo de dispositivo para desviar la respiración que
está fabricado con estándares específicos (son considerados dispositivos
médicos en la Unión Europea).
La vasta mayoría de los
otros cubrebocas que la gente compra o hace no están fabricados con algún
estándar específico, lo que quiere decir que su efectividad varía mucho / Foto
GETTY IMAGES
La vasta mayoría de los
otros cubrebocas que la gente compra o hace no están fabricados con algún
estándar específico, lo que quiere decir que su efectividad varía
mucho, aunque los nuevos lineamientos para crear cubrebocas hechos en casa
ya están recomendando qué diseños y materiales funcionan mejor.
En lo que se refiere a
buen diseño, un cubrebocas bien ajustado debe cubrir la boca, la nariz y la
barbilla, con ajustes alrededor de las orejas para asegurar que no quedan
brechas a los lados.
Esto es importante
porque aunque tu respiración pasará a través de la tela, el objetivo es
reducirla para que no se propague tanto.
Irónicamente, si el
objetivo es desviar la respiración para proteger a otras personas, un segundo
argumento en contra de usar mascarillas diseñadas para los EPP se vuelve
irrelevante.
En lugar de desviar la
respiración, las mascarillas FFP con válvulas dirigen la respiración hacia
afuera en una dirección específica a través de la válvula.
Como resultado, la
protección del usuario viene a expensas de aquellos que están parados frente a
la válvula.
Prohibidas
Esta es la razón por la
que el Área de la Bahía de San Francisco prohibió el uso de mascarillas con
válvulas en público.
El departamento de
bomberos de San Francisco hizo un video instando al uso de doble mascarilla
para asegurar que tanto el usuario como quienes lo rodean estén protegidos.
Otros sugieren cubrir
las válvulas con cinta adhesiva.
Sin estándares
obligatorios, la efectividad de los cubrebocas siempre será variable / Foto
GETTY IMAGES
También hay que notar
que estas mascarillas casi siempre se usan con una pantalla facial de plástico
en ambientes clínicos para que tanto el trabajador sanitario como el paciente
estén protegidos.
Sin estándares
obligatorios, la efectividad de los cubrebocas siempre será variable.
Esta variabilidad ha
sido la causa de gran parte del debate sobre el uso de los cubrebocas.
Desafortunadamente, ha
tomado muchos meses, en particular en las naciones occidentales, entender que
la razón por la que debemos cubrirnos la cara en público no es proteger a
individuos, sino hacer una pequeña contribución para proteger a todos.
17-07-20
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