Por Piero Trepiccione
Ser conscientes de lo que
viene. En diversos países alrededor del mundo estamos viendo rebrotes
importantes de la pandemia de la COVID-19 por la irresponsabilidad de mucha
gente que no termina de entender que esto no es un juego. Las consecuencias en
materia de salud y de economía están siendo verdaderamente catastróficas para
la humanidad.
El número de fallecidos,
contagiados, desempleados y afectados en general es enorme. Sin embargo, sigue
existiendo gente que no termina de asimilar que está naciendo otro mundo donde
nuestro comportamiento en familia y en sociedad debe cambiar. Tenemos que
hacernos conscientes que no solo el Estado y las autoridades pueden detener
este fenómeno con el que nos ha sorprendido el 2020. Todo lo contrario,
la responsabilidad ciudadana, como nunca antes, tiene un protagonismo
clave y esencial en los nuevos escenarios que nos tocará vivir en los próximos
años.
Adaptarse a la
realidad, esa es la cuestión
El ser humano tiene por
naturaleza, unas condiciones extraordinarias que le permiten adaptarse y
sobrellevar las más duras circunstancias, por más adversas que sean. No
obstante, las características de la pandemia provocada están poniendo a prueba
esas condiciones en el sentido de poder ajustarse a una etapa de cuarentena de
largo alcance.
En el caso venezolano, esta
comenzó en marzo y aún hoy persiste con el ingrediente que no tenemos nada
clara la fecha de culminación. Este proceso ha generado una rebeldía particular
en muchos venezolanos que los ha hecho asumir que son mentira las consecuencias
que se dicen de la pandemia y que por lo tanto, ellos, son inmunes a ese famoso
virus. Nada más alejado de la realidad.
Quizás la desinformación y
la contrainformación hayan causado semejante rebeldía. Pero definitivamente es
una realidad que nos está impactando y en consecuencia nos debe hacer responder
con prudencia y respeto por las normas sanitarias mínimas para evitar
la expansión de los contagios. Debemos proteger la vida nuestra y la de
los demás.
La pandemia y la economía
Los datos que nos están
aportando las principales agencias económicas del mundo son verdaderamente
preocupantes. En el caso particular de nuestro continente, la Cepal (Comisión
Económica para América Latina) ha publicado una proyección que indica que el
número de personas en situación de pobreza se incrementará en 45,4 millones en
2020. Así, el total de personas en esa condición pasaría de 185,5 millones en
2019 a 230,9 millones en 2020, cifra que representa el 37,3 por ciento de la
población latinoamericana.
Dentro de este grupo, el
número de personas en situación de pobreza extrema se incrementaría en 28,5
millones, pasando de 67,7 millones de personas en 2019 a 96,2 millones de
personas en 2020, cifra que equivale al 15,5 por ciento del total de la
población. Más allá de estas cifras dramáticas, necesitamos
concientizarnos urgentemente, sobre los cuidados en materia de salud que como
individuos y sociedad debemos asumir.
Tenemos que descubrir la
fórmula para seguir adelante en nuestros procesos económicos y, en paralelo,
mantener a raya cualquier rebrote que pueda masificar los impactos en vidas. Es
un desafío que nos toca abordar como sociedades y como Estados.
19-07-20
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