EFE 29 de julio de 2020
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"Solo
tenemos una cosa que queremos discutir: los detalles de su salida del
poder", señaló Elliott Abrams, representante especial para Venezuela del
Departamento de Estado
El Gobierno estadounidense no intentará un
acercamiento con el régimen venezolano de Nicolás Maduro si sigue adelante con
la convocatoria de elecciones parlamentarias y si no se compromete a un
Gobierno de transición, por lo que seguirá abundando en la vía de las
sanciones, entre ellas al crítico sector petrolero.
El representante especial para Venezuela del
Departamento de Estado, Elliott Abrams, negó este martes en una teleconferencia
que la Administración del presidente Donald Trump tenga en mente realizar
acercamientos con el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
“Solo tenemos una cosa que queremos discutir: los
detalles de su salida del poder”, señaló Abrams.
Bolton maneja otra hipótesis
En entrevista con EFE este mes, el que fuera asesor de
seguridad de Trump John Bolton aseguró que si Trump sale reelegido en las
elecciones generales de noviembre intentará reunirse con Maduro, algo que según
él el mandatario republicano solía plantear.
Abrams no quiso entrar a qué tipo de contactos tienen
con algunas facciones desafectas del Ejército venezolano para promover la
salida de Maduro, porque “para prevenir esa actividad hay un par de miles de
espías cubanos (en Venezuela), por lo que cuanto menos revele mejor”.
El diplomático estadounidense aseguró que “el Ejército
venezolano jugará un importante rol en el futuro de Venezuela, ya que tiene
muchos problemas de seguridad (…). Venezuela necesita un ejército modernizado
que trabaje con un Gobierno civil democrático”.
Abrams reitera la ruta
Abrams aseguró que lo que toda discusión con el
régimen de Maduro se debe dar con el compromiso previo de un breve Gobierno de
transición, elecciones libres y “restauración de la democracia” venezolana, por
lo que la convocatoria de elecciones parlamentarias por parte de la Comisión
Nacional Electoral (CNE) en diciembre no se ajusta a ese marco.
Tampoco quiso dar detalles sobre si Estados Unidos
buscará sancionar la práctica por la que algunos países intercambian diésel o
gasolina por crudo para evitar las sanciones contra el sector petrolero
venezolano.
Empresas como la española Repsol, la italiana Eni o la
india Reliance han realizado este tipo de intercambios con Petróleos de
Venezuela, según fuentes de la industria.
“Nuestra política es negarle ingresos al régimen de
Maduro y aplicar presiones en los sectores del oro y del crudo, pero no voy a
entrar a discutir posibles futuros”, indicó Abrams, que no quiso adelantar
posibles nuevas sanciones.
No existe un fracaso
Asimismo, aseguró que no considera que la política de
la Administración Trump con Venezuela haya fracasado.
“Creemos que lo correcto es apoyar a los venezolanos
para que restauren la democracia y vamos a continuar nuestra política de
sanciones y de actividad diplomática”, añadió el representante gubernamental.
En cuanto a una posible mediación de Noruega en
Venezuela, Abrams se mostró cauto y aseguró que sin un compromiso a una
“transición democrática seria” no hay posibilidades de avance y es algo que
Caracas nunca ha considerado “una cuestión a negociar”.
“No soy optimista si, como parecen, van a seguir con
la celebración de su farsa de elecciones”, añadió Abrams. EFE
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