Por Froilán Barrios
Para los regímenes
autoritarios que se ufanan de populistas y de proletarios no existe mayor
paradoja que quienes resultarían como favorecidos le protesten sus políticas
sociales, al convertirse por su condición de supuestos beneficiarios en la
prueba del fracaso de su demagogia.
Un dato monumental
destacado a nivel global ha sido la diáspora que se proyecta para 2021 en una
cifra cercana a los 7 millones de desplazados, resaltada como hemorragia
poblacional hoy solo contenida por la pandemia, especie de río humano que
continuará fluyendo al superarse la tempestad que afecta al mundo.
En Seminario
Internacional organizado del 28 al 30 de julio de 2020 por la ONG Solidarity
Center con el título “Promoviendo los derechos laborales y sindicales de los
trabajadores migrantes venezolanos en América del Sur”, pudimos conocer las
diferentes posturas sobre el tema en el continente. Ante la posición presentada
por la Confederación Sindical de las Américas (CSA), que insiste en que la
diáspora es producida por las sanciones, le manifestamos simplemente nuestra
realidad, quien se queda a vivir en un país con un salario de 4 dólares
mensuales, donde sus habitantes ven morir a sus familiares victimas del
COVID-19 en diferentes ciudades del mundo, que los condena simplemente a no
tener futuro con un destino seguro, la ruina, la indigencia y la precariedad.
Las precarias
condiciones socioeconómicas de la población se están convirtiendo en el
tribunal popular de la tiranía, al demostrar la incapacidad absoluta para
gobernar y buscar soluciones inmediatas, ante la protesta general que se
manifiesta en diferentes regiones a pesar de la feroz represión gubernamental.
Si mencionamos lo
laboral, en los últimos 15 días han resurgido las manifestaciones de jubilados
y trabajadores petroleros ante la oferta engañosa de algunas empresas mixtas de
unos bonos mensuales de 150 dólares a cambio de engavetar en la práctica el
contrato colectivo. Pues bien, ni una cosa ni la otra, hoy no le aplican los
beneficios contractuales y no ven el bono caramelo de cianuro que fue ofrecido.
Los jubilados y
pensionados del IVSS hicieron una protesta exitosa a nivel internacional,
motivando la solidaridad global de asociaciones similares en el continente,
quienes no comprenden cómo pueden sobrevivir con pensiones menores a 2 dólares
mensuales, sin asistencia médica alguna.
La crítica situación ha
motivado movilizaciones en las empresas básicas de Guayana, en el sector salud,
educación, profesores universitarios y en los obreros petroleros activos,
quienes actúan por encima de sus sindicatos y federaciones afines al gobierno
madurista. Por otra parte, al régimen le ha surgido una hidra de mil
cabezas con la pandemia, que revela todos los problemas de la sufrida
población, al demostrar el montaje de mentiras que denuncia su indolencia para
atender los peligros de un virus mortal amenazante a millones de venezolanos.
Curiosamente, la
tiranía se siente fortalecida en lo político por sentir que tiene controlado
los hilos del poder ante el fracaso del opositor Frente Amplio, y al mismo
tiempo sabe de su extrema debilidad en lo social y económico, al no poder
frenar el repudio generalizado de un pueblo que percibe como enemigo a un
gobierno que lo ha llevado a la postración de la miseria y la indigencia, cuyo
objetivo es mantenerse en el gobierno mediante la manipulación del poder
electoral y elecciones fraudulentas.
29-07-20
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico