Luis Ugalde S.J. 11 de septiembre de 2020
“La
humanidad es el Partido. Los otros están fuera, son insignificantes”
“Lo
que el Partido sostiene que es verdad, es efectivamente verdad”
(George
Orwell 1984)
Antes
de mencionar las derrotas quiero compartir una gran alegría con el centenar de
secuestrados por el régimen que han sido liberados. Se han incorporado a la
vida semi-libre sin olvidarse de sus compañeros de cárcel y persecución, sin
ocultar sus torturas y maltratos. No olvidemos que el régimen retiene 300
presos políticos y a todos los militares. ¿Por qué soltó a unos y a la mayoría no? La respuesta nos la da Orwell:
el criminal es inocente y el inocente criminal si así lo decide el dictador a
su conveniencia; no liberta porque le pida un opositor o el canciller turco. Se
libera o apresa sin necesidad de pruebas, ni de tribunales.
Cuatro
derrotas sin ganadores: El 6D serán derrotados los que ponen su esperanza en la
abstención-denuncia, y también los que esperan triunfar con el voto de la
mayoría que quiere salir de este infierno. A esa división juega el régimen
desde el principio. Pero mayor será la derrota del régimen que
totalitariamente impuso el CNE,
secuestró y suplantó a los partidos opositores y persiguió a sus posibles
candidatos. De aquí a diciembre se agravará el dramático y desesperante aumento
del hambre y penurias de todos los súbditos o sometidos y el régimen “ganador”
se encontrará sin respuestas ni recursos. En enero el régimen se encontrará con
que la AN que quiere conquistar ya estaba vacía, pues con el TSJ y la ilegítima
Asamblea Constituyente anularon desde el comienzo todas sus decisiones. Quedará
en evidencia que el desastre nacional está encerrado en ese puño cubano que
aferra los impotentes poderes Judicial, Legislativo, Electoral, Ejecutivo y
Militar. Todos juntos no son capaces de devolver a Venezuela la comida, el
bolívar, el petróleo, la gasolina, la educación, la salud, empresas y
trabajo, ni la libertad y la dignidad y
la democracia… que secuestraron. En enero todo estará peor, luego del “triunfo”
del 6D.
El
cuarto gran derrotado (además de los "votacionistas", de los
abstencionistas opositores y de los perpetuadores del régimen) será el pueblo
sufriente de Venezuela, que en enero tendrá menos vida, comida, libertad y
esperanza que ahora. No habrá triunfadores.
Sin
turismo acompañante. En cuanto a los observadores internacionales, medio
invitados a última hora y sin tiempo, no es necesario que vengan, ni se
molesten la ONU, OEA y la UE. Estos no son los mejores tiempos para hacer
turismo de “acompañamiento” en Venezuela y ya saben lo que ocurrirá el 6D: Desde
ahora tienen la certificación pública de que el régimen ilegalizó, persiguió y
compró diputados, secuestró partidos y los regaló a sus amigos, puso en el CNE
a sus servidores…. No hace falta enviar testigos para enterarse de que las
parlamentarias transcurrirán en condiciones electorales que ninguno de sus
países (salvo Turquía) las aceptaría
como democráticas.
Sin
complicidad con el régimen inmoral. El 6D algunos obispos votarán y otros más
se abstendrán; lo mismo haremos los demás venezolanos, cada uno de acuerdo a su
conciencia. Pero no hay duda de que la Conferencia Episcopal Venezolana en
pleno, de manera sostenida y coherente ha denunciado al régimen como inmoral y
anticonstitucional, y ha exigido la necesidad de cambio con elecciones presidenciales
y parlamentarias, libres y justas. Solo algunos desequilibrados afirman lo
contrario.
Divergencias
razonables y agresiones destructivas. El régimen para acabar con la legitimidad
de sus opositores en la AN y con el reconocimiento -dentro y fuera del
país- de su Presidente Guaidó ha usado
todo su poder dictatorial en la organización de estas parlamentarias a su
medida, con apoyos de pequeños y
variopintos opositores a su medida. Le urge el reconocimiento internacional.
Ahora
celebra que liderazgos opositores no vendidos, pero con críticas, estrategias
distintas y legítimas aspiraciones políticas, proclaman en son de guerra
rupturas públicas contra el “Pacto Unitario”, con visible deseo del fracaso de
los partidos y movimientos con Guaidó.
Lamentablemente aun las críticas más razonables han surgido (y se han desatado)
cargadas de insultos, descalificaciones y
agresiones.
Aplazamiento,
Elecciones Presidenciales y Apoyo Internacional. Maduro está impaciente por
salir de Guaidó. Llueve o truene. En contraste, Venezuela necesita cambio
profundo con decidido apoyo internacional. Aunque relampaguee. El entendimiento
con Europa (y con el conjunto de las democracias) no pasa por Turquía; es más
directo y hace un mes el régimen lo despreció.
Ya
no hay tiempo antes de diciembre para establecer las condiciones y garantías
imprescindibles en una elección democrática, y la pandemia todavía en auge es
un obstáculo grave para la movilización
electoral. Lo sensato y constructivo son elecciones presidenciales y parlamentarias
en 2021.
Necesitamos
que las sanciones internacionales que afectan al país entero (no los castigos a
los delincuentes del poder) cesen y cambien por un apoyo decidido a la
reconstrucción, que solo será posible con amplia unidad y negociación política
nacional. Sin ese apoyo internacional y unidad continuará creciendo la miseria
y avanzando la muerte.
Luis
Ugalde S.J.
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