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Ibéyise Pacheco 05 de noviembre de 2020
@ibepacheco
El
expediente y detención contra el periodista fueron elaborados por los hermanos
Jorge y Delcy Rodríguez para calmar la ira del jefe del régimen por la fuga del
líder de Voluntad Popular, Leopoldo López
Son conocidas las reacciones de Nicolás Maduro cuando
estalla en furia. Sus pataletas son acordes con su dimensión corporal. La
confirmación de la fuga de Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, lo hizo
estallar. Ese mediodía del sábado 24 de octubre exigió castigo para el
responsable de que se le hubiese escapado el rehén más preciado de la
dictadura. Sus sospechas recayeron sobre dos militares que están en la ventisca
de las conspiraciones palaciegas: Diosdado Cabello y Néstor Reverol, ministro
del Interior y Justicia. El primero mantiene control del Sebin, organismo
encargado del marcaje de la residencia del embajador de España y del monitoreo
constante a su huésped. El jefe del Sebin, Gustavo González López, ha sido
admitido por Maduro como un mal necesario. Después de haberlo botado, lo
recogió a regañadientes luego de los sucesos del 30 de abril cuando el general
Manuel Cristopher Figuera se alzó contra el régimen y liberó precisamente a
López de su casa que le había sido asignada por prisión. Reverol, por su parte,
parecía destinado a sustituir a Vladimir Padrino López en el Ministerio de la
Defensa, pero la fuga marcó su desgracia.
Jorge Rodríguez sabe que el remedio para calmar los
males de Maduro es la venganza. En horas comenzó la elaboración del plan al
alimón con Delcy, su hermana. Se debía castigar a alguien a quien Leopoldo
López apreciara. La víctima sería humillada, iría presa, acusada de delitos
atroces. El castigo debía resultar aleccionador. Roland Carreño cumplía con los
requisitos. Periodista y dirigente de Voluntad Popular, es un personaje
respetado y apreciado por la comunidad. Es un ser humano sensible, confiado y
con una condición valiosa para ser explotada por un psiquiatra perverso para su
descalificación moral: es homosexual.
Se
diseñó de inmediato el guion. La primera decisión operativa dejó fuera del
montaje contra Roland a la policía política, el Sebin. Además de que Maduro
desconfía de Diosdado y González López, había una razón adicional. El equipo
para hacer ese tipo de trabajo lo coordina el general de división Eduardo
Serrano Díaz a quien los hermanos Rodríguez responsabilizan de un atentado que
sufrió Delcy en uno de los túneles de la autopista Caracas-La Guaira. Serrano
que salió de Policaracas cuando Jorge estaba en la Alcaldía, es protegido de
González López. Según los Rodríguez, Serrano también había colocado micrófonos
a sus vehículos y las conversaciones fueron escuchadas por Diosdado.
Descartado el Sebin, la decisión de Maduro fue
trabajar con la PNB que está bajo su directo control. El primer capítulo del
guion redactó una minuta en la que se registraba la detención en flagrancia de
Roland y un asistente a quienes les atribuirían actos lascivos, droga, el arma
y los dólares. La minuta fue filtrada a los medios de comunicación, pero
contenía un sonoro error. La firmaba un subcomisario y ese cargo no existe en
la PNB. La equivocación no los detuvo en mantener la flagrancia argumentando
que alguien les había advertido de los planes conspirativos y terroristas de
Roland.
El periodista fue trasladado a Maripérez una de las
sedes de la PNB. Al llegar, Roland se encontró con un set de grabación
preparado para un interrogatorio continuo e implacable. En la sala estaba un
fusil AR15, unos mapas con una ruta marcada hacia Colombia y miles de dólares.
Lo compelían para que repitiera un relato donde él confesara la comisión de
delitos y a su vez responsabilizara a Leopoldo López y otros dirigentes del
partido político Voluntad Popular. Necesario era descalificar al gobierno interino,
a la empresa petrolera y a fundaciones que vienen trabajando por la ayuda
humanitaria.
Mientras esto ocurría, Roland estaba desaparecido para
el país. El equipo que grababa enviaba por computadora el material, el cual
regresaba con nuevas precisiones y exigencias. Fueron horas agotadoras de lleva
y trae. Entretanto el equipo técnico avanzaba en montajes con el teléfono de
Roland. Buscaban nombres que lo implicaran en intimidad sexual para exponerlo
al escarnio público. De esa parte se encargaron personalmente los hermanos
Rodríguez. Jorge en particular mostró su mejor sonrisa en los canales oficiales
haciendo pública de manera ilegal información de un expediente penal, sin ser
funcionario del régimen.
Cuando Roland fue presentado al tribunal, los fiscales
previamente designados lo acusaron de conspiración, tráfico ilícito de armas de
guerra y municiones y financiamiento del terrorismo. Su casa fue allanada sin
testigos.
“A ese fusil le limaron el serial, cosa que no
hicieron con Roberto Marrero”. La precisión proviene del general Manuel
Cristopher Figuera, quien como jefe del Sebin recibió la orden directamente de
Maduro de detener al exasistente de Juan Guaidó en marzo del año pasado.
Ahora Roland está preso en La Yaguara, otra sede de la
PNB. No dejemos de luchar por su libertad.
Ibéyise
Pacheco
@ibepacheco
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