Eddie A. Ramírez 09 de marzo de 2022
Con
sobradas razones, Putin es señalado por los demócratas del mundo como un ser
despreciable, culpable de la muerte de civiles, entre ellos niños, por su
locura de invadir un país más débil en su ambición de querer revivir la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Además, lo señalan del asesinato de
opositores y de impedir el ejercicio de la democracia en Rusia.
Por si fuera poco, el tipo es antipático y no sonríe ni a su mamá. Quizá es un trauma de cuando lo llevaron al circo de Moscú y se asustó con los payasos. Probablemente sufre de coulrofobia. Como dijo Madeleine Albright, es tan frio que parece un reptil. En la historia de la humanidad han abundado los Putin. Unos peores y otros no tan malos. No son los únicos culpables.
¿Nacen
por generación espontánea o los empollamos? La generación
espontánea no existe y ningún ser humano nace malo. Factores del entorno lo
pervierten. A veces por actos injustos. Sin embargo, la mayoría de las veces es
por no corregir a tiempo, por tolerar arbitrariedades. Es decir, los Putin, los
Maduro, los Ortega, los Lukachenko y demás especímenes que atropellan a los
ciudadanos y a la democracia, logran sus fechorías porque muchos lo permiten.
Les dan calor, como las gallinas a los huevos, solo que no nacen pollitos sino dictadores.
¿Quiénes
son también culpables? Los citados son culpables y deben
pagar por sus crímenes. Sin embargo, hay otros que pocas veces son imputados,
ni sufren las consecuencias. En el caso de Rusia, Serguei Shoigu, Vyacheslav
Volodin y Serguei Lavrov, ministro de Defensa, presidente de la Duma y ministro
de Relaciones Exteriores, respectivamente, y otros, son culpables por no frenar
a Putin. Crían cuervos que generalmente solo les sacan los ojos a terceros que
no tienen arte, ni parte. Los pueblos son los paganinis de las cabronerías de
una minoría. Legisladores, jueces, fiscales y militares que no tienen
principios y valores son los responsables de que en el mundo haya dictadores.
Unos asesinan y atropellan a sus propios ciudadanos. Otros, como Putin, lo
hacen con el valiente pueblo ucraniano.
En el
caso Venezuela: Maduro no tendría ese poder sobre vidas y
haciendas si no hubiesen los Jorge Rodríguez, Diosdado Cabello, Hermann
Escarrá, Cilia Flores, Antonio Benavides Torres, Didalco Bolívar y muchos otros
diputados de una Asamblea Nacional usurpadora. Tampoco, si no hubiese un Fiscal
General como Tarek William; unos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia
como Calixto Ortega, Mikel Moreno, Carmen Zuleta de Merchán, Juan José Mendoza
y Luisa Estela Morales, entre otros; unos rectores del Consejo Nacional
Electoral como Pedro Calzadilla, Tania D’Amelio y la ya retirada Tibisay
Lucena, y unos militares como Padrino López, Remigio Ceballos, Fabio Zavarce,
Hernández Dala y medio centenar de generales. Así mismo, tienen responsabilidad
ministros del gabinete ejecutivo, presidentes de empresas del Estado, como
Asdrúbal Chávez, empresarios que lo apoyan a cambio de contratos mal habidos y
periodistas intelectualmente deshonestos. También despreciables rastacueros que
los adulan.
Muchos
salvan la honra: Afortunadamente, hay centenares de políticos
que no se han doblegado a pesar de las persecuciones del régimen. Podemos estar
o no de acuerdo con algunas de sus posiciones, pero hay que reconocer que
siguen luchando a pesar de los riesgos que corren. Son muchos, por lo que solo
citaremos al presidente encargado Juan Guaidó; magistrados del TSJ, diputados
de la Asamblea Nacional y funcionarios del gobierno interino que tuvieron que
exiliarse y a quienes les han confiscado sus bienes; los dos rectores no
chavistas del CNE, que deben aguantar los ataques del régimen y también recibir
andanadas de fuego amigo; hay 130 militares y 107 civiles presos, entre ellos
trece damas, 9420 ciudadanos tienen medidas cautelares y hay 875 civiles
sometidos a tribunales militares, según el Foro Penal Venezolano; además, casi
seis millones que han tenido que buscar refugio en otros países. Mientras
algunos solo critican, muchos siguen enfrentando al régimen.
Responsabilidad
de Organismos internacionales: Aplaudimos la reacción
enérgica de la mayoría de los países de la ONU, de la OEA y del Parlamento
Europeo. Sin embargo, el mundo requiere de acciones más efectivas para evitar
un Putin y otros dictadores. El concepto de soberanía absoluta ya no debería
tener cabida. Es tiempo de que se apliquen los tratados internacionales.
Acciones
a emprender: No abogamos por intervenciones militares de
una fuerza internacional, la cual solo se justifica en contados casos. El
aislamiento diplomático y severas sanciones económicas deberían ser
suficientes. No es posible aceptar que representantes de dictaduras sean
miembros de comisiones de derechos humanos. La ONU debe eliminar el veto que
tienen cinco países en el Consejo de Seguridad. La Corte Penal Internacional
debe agilizar sus procedimientos. Por otra parte, es inadmisible que se
despilfarren tantos billones en armas, en lugar de atender la situación de 769
millones de personas con hambre y 84 millones que han sido desplazados de sus
países de origen.
Si no
se tiene la voluntad para hacer cambios y aislar a los gobiernos dictatoriales,
seguirán proliferando los Putin y Kim Jong-un, que ponen en peligro a la
humanidad, así como los Lukashenko, Ortega y Maduro que atropellan a sus
ciudadanos. China es otro caso de cuidado. Los países democráticos propiciaron
su crecimiento sin medir las consecuencias. Además, hay que tener cuidado con
Trump, que por su ego está minando la democracia estadounidense.
Como
(había) en botica: Hoy es el Día Internacional de la Mujer. Mi
reconocimiento a la valiente mujer venezolana, en especial a las trece damas
presas políticas del régimen y a las Mujeres del Petróleo, que siguen presentes
y comprometidas en la lucha por la democracia. Orlando Viera Blanco, embajador
del gobierno interino en Canadá, instó al director del Saime a encontrar una
fórmula para que los residentes en Canadá reciban su pasaporte ¡ No más
prisioneros políticos, ni exiliados!
Eddie
A. Ramírez
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