La política no es sucia

Por Mario Villegas, 09/06/2013
Columna de Puño Y Letra

En la actualidad no milito en ninguno, pero siempre he sido, soy y seré defensor de los partidos como expresión organizada y plural de la sociedad en sus distintas corrientes y tendencias de pensamiento político.

A riesgo de parecer ingenuo o “comeflor”, debo decir que aprecio a la política como una sublime actividad en la que grupos de hombres y mujeres anteponen el interés colectivo sobre sus conveniencias personales y, armados de ideas, de sueños, de principios y de valores morales, se disponen a alcanzar y construir una sociedad ideal. Justo por eso, valoro y respeto a todos los ciudadanos que se apersonan al mundo de las ideas y de la acción política, independientemente del signo ideológico que los inspire, en el entendido de que su decisión comporta preocupación por lo público y por los demás.

De modo que no soy de quienes despachan a la política como sinónimo de suciedad. Lo que no quiere decir, sin embargo, que no lleguen a la política, tanto en Venezuela como en cualquier parte del mundo, quienes persiguen mezquinos fines personalistas, grupales, materialistas, mercantilistas, revanchistas, guerreristas, segregacionistas o de cualquier otra despreciable motivación.

Los partidos son a la democracia como el oxígeno a los seres humanos. Y justamente por ser esenciales para el ejercicio de la democracia y su perfeccionamiento, en caso de corromperse pueden enfermar y poner en grave riesgo la sobrevivencia del sistema político, tal como el aire contaminado afecta la salud de las personas. De allí la necesidad de que los partidos refuercen la formación y el nivel de conciencia de su militancia, a la vez que establezcan mecanismos para evitar que las eventuales desviaciones o perversiones individuales se multipliquen a lo interno e institucionalicen como práctica común.

La política no es sucia, pero siempre resulta triste constatar que hay políticos sucios. Repugna verlos pisotear tan noble misión y defraudar la confianza pública, máxime si ejercen funciones de representación popular.

BREVES

El domingo en los CC
El lector Juan Francisco González me escribe preocupado por el tema de los horarios en los centros comerciales y la apertura de estos los días domingos. Refiere que por un lado está “la gente de los centros comerciales presionando para que no se deje de abrir esos días (con riesgo de ser multados), argumentando que son lugares de esparcimiento y diversión del ciudadano y considerando que el trabajar los domingos fue un éxito alcanzado hace años como para perderlo” y que por el otro están las Inspectorías del Trabajo “presionando a los comercios y amenazándolos con multas y otras acciones si siguen abriendo esos días” en contravención a la nueva LOTTT.

“El caso es que dentro de dos semanas se cumplirá el lapso de adaptación otorgado de mes y medio, antes de proceder a multas y cierres por parte del Ministerio del Trabajo sin que nadie le termine de ‘colocar el cascabel al gato’ y en el medio del sándwich los comerciantes sin saber qué hacer. Lo más triste es que a la final será el ciudadano de a pie el más afectado, al perder uno de los pocos espacios públicos que le quedan para el disfrute seguro durante los fines de semana junto a su familia”.

Mario Villegas

mariovillegas100@gmail.com

Twitter: @mario_villegas