lunes, 29 de septiembre de 2014

Crisis económica amenaza la petrodiplomacia venezolana, por @DelgadoAntonioM

ANTONIO MARIA DELGADO 28 de septiembre de 2014

La petrodiplomacia chavista, esquema de compras de lealtades de países vecinos a través de subsidios petroleros, le ha costado al Estado venezolano más de $44,000 millones en los últimos años, y aún cuando sus frutos políticos son cruciales para la estabilidad del régimen bolivariano, el colapso económico del país sudamericano han vuelto el programa insostenible, dijeron analistas.

Los subsidios que Venezuela otorga a los países de Centroamérica y del Caribe a través de Petrocaribe y a Cuba, a través del Convenio Integral de Cooperación (CIC) se están tornando difíciles de mantener para una nación cuya economía está en vías de implosión, advirtieron los expertos.

“Venezuela ya no puede seguir sustentando estos programas”, comentó desde Washington Antonio De La Cruz, director Ejecutivo de la firma de asesores Inter American Trends.

“Va llegar un momento, en los próximos meses en que ellos van a comenzar a recortar los envíos, porque van a necesitar ese crudo para obtener las divisas que necesitan para aliviar la escasez”, agregó De La Cruz en referencia a la aguda escasez de productos por la que atraviesa Venezuela, donde siete de cada diez productos básicos no pueden ser encontrados en los anaqueles de los supermercados.

Jorge Piñón, director del Centro de Política de Energía y Medio Ambiente de la Universidad de Texas en Austin, coincidió con que los subsidios de crudo que Venezuela otorga al Caribe a través de Petrocaribe, tienen sus días contados.

“Las condiciones de pago del acuerdo de Petrocaribe no son comerciales ni sostenibles para Venezuela, ya que otorga largos créditos de pago por un monto de hasta el cincuenta por ciento de la factura en un momento en que le país sufre una difícil crisis en el flujo de caja”, resaltó el académico.

Los expertos dijeron que la suspensión del programa probablemente comenzará a producirse gradualmente con el correr de los próximos meses de la mano del continuado deterioro de la economía venezolana.

Pero Cuba, el país que más se beneficia de los subsidios petroleros venezolanos, obteniendo cerca de la mitad del total de crudo enviado, sería el último en verse afectado.

“Cuba sería una excepción […] sería la última en sufrir las consecuencias de una colapso económico Venezolano que pudiera poner fin a los acuerdos políticos-petroleros”, dijo Piñón.

Para Venezuela, el beneficio que obtiene de los subsidios que otorga a través de Petrocaribe es de carácter político.

“Petrocaribe ha demostrado ser un éxito diplomático para Venezuela, generándole lealtad política de muchos países miembros en los foros regionales e internacionales, incluyendo la Organización de Estados Americanos (OEA)”, resaltó un estudio elaborado por la Universidad de Texas en Austin y el Atlantic Council de Washington, Energía Insegura, la apuesta del Caribe con Venezuela,

Esa “lealtad” estaba inicialmente basada en los favorables términos que otorga Petrocaribe, pero con el correr del tiempo, refleja más el alto grado de endeudamiento que estas naciones ahora tienen con Venezuela y la creciente dependencia en el suministro venezolano.

Y el régimen de Nicolás Maduro hace uso de esas “lealtades” cuando requiere de ellas.

“Ejemplos de esa influencia no son difíciles de encontrar. Cuando Panamá convirtió a la congresista disidente María Corina Machado en una integrante temporal de su delegación ante la OEA en marzo del 2014, los países miembros realizaron una inusual votación, que fue aprobada, para prohibir que la sesión en la que ella participó estuviese abierta al público”, resaltó el informe.

“Muchos observadores atribuyeron el respaldo casi total del Caribe en la votación a la dependencia de la región a Petrocaribe y otros programas de asistencia venezolanos. Otros resaltaron las declaraciones realizadas previamente ese mes por Maduro de que aquellos que interviniesen en los asuntos venezolanos ‘se quedarían secos’ y pagarían un alto precio”, agregó.

Según el estudio, los envíos de crudo venezolano a CIC y Petrocaribe han aumentado de desde los 145,000 barriles por día (bpd) del 2006 hasta 211,000 bpd en el 2013.

El crudo venezolano enviado a lo largo de esos seis años tiene un costo de mercado de $44,273 millones. Pero Venezuela solo requiere que se le pague una porción del costo al inicio, lo que deja al gobierno del país beneficiaron con la posibilidad de gastar el saldo en proyectos de inversión o para suplementar el gasto público.

El resultado es que Venezuela hoy exporta cerca de 45,000 bpd de crudo y 76,000 bpd de productos refinados a los países beneficiarios de Petrocaribe, además de enviar 85,000 bpd de crudo y 6,000 bpd en productos refinados a Cuba, detalla el estudio.

Ese flujo de crudo y productos representan un fuente crucial de ingresos para muchas de las naciones del Caribe que con el tiempo se han vuelto dependientes de los bondadosos términos venezolanos para poder financiar sus propios presupuestos nacionales.

No obstante, “la turbulencia política y el deterioro económico de Venezuela […] hace que el futuro del programa sea al menos incierto, y la continuada dependencia de los países beneficiaros poco sensato”, advirtió el informe.

Además de los problemas económicos de Venezuela, que se verán agravados por los venideros vencimientos de deuda que tiene en Wall Street, la continuidad de los subsidios también se está viendo amenazadas por las obligaciones adquiridas por el país sudamericano con China, cuyo cumplimiento requieren de mayores envíos de crudo al país asiático.

Ese crudo deberá ser suministrado pese a que la producción nacional ha estado disminuyendo debido a la falta de inversiones en el sector.

Una eventual suspensión en los suministros del crudo venezolano propiciaría un duro golpe para países como República Dominicana y Jamaica que dependen de los envíos de Caracas para mantener sus refinerías, explicó Piñón.

Eso generaría una situación muy complicada dado a que la estatal venezolana PDVSA es dueña del 49 por ciento de ambas refinerías y un incumplimiento de Venezuela en el suministro de crudo podría llevar a Caracas a perder su participación accionaria en esos activos, dijo Piñón.

Pero la situación sería mucho más dura para las pequeñas islas del Caribe.

“Pudieran tener un gran apagón, sin ellos tener las líneas de crédito necesarias para comprar combustible en los mercados internacionales”, advirtió Piñón.


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