María Denisse Fanianos de Capriles 23 de septiembre de
2014
@VzlaEntrelineas
El pasado 11 de septiembre celebramos
en Venezuela la fiesta de nuestra patrona La Virgen de Coromoto. Fueron muchas
las celebraciones multitudinarias que se organizaron en su honor en la ciudad
de Guanare, en Caracas, y en otras ciudades del país y del mundo (nos llegaron
noticias de misas celebradas en Australia, Boston, Colombia, Madrid, México,
Roma, etc.).
Aquí en Caracas las parroquias (aún
siendo día jueves) estaban llenas de fieles que quisieron celebrar ¡por todo lo
alto! la fiesta de esta Virgen tan amada que vino a nuestras tierras, y se
apareció en el seno de una familia indígena, para traer a todos los venezolanos
de esa época un mensaje de conversión y de reconciliación.
En la homilía de la misa, a la que yo
asistí, escuchamos unas palabras preciosas por parte del sacerdote.
Como en estos últimos meses la
situación del país ha sido muy crítica y muchas familias se han planteado irse
de su Patria, el padre nos dijo lo siguiente: “Acuérdense de algo: la Virgen no
está haciendo ninguna maleta en Venezuela porque Ella se está quedando con
nosotros para ayudarnos y se quedará con nosotros siempre”.
Todos en esa iglesia sonreímos de
oreja a oreja cuando el sacerdote nos dijo esas palabras.
Y es que para los venezolanos el hecho
de sabernos hijos de Dios, y que tenemos una Madre maravillosa en el Cielo que
nos protege de todo mal, ha sido uno de los pilares fundamentales para
sostenernos, con esperanza y alegría, en la lucha incansable por lograr que la
Verdad, la Libertad, la Justicia y la Paz reinen en nuestra patria.
Cada día la devoción a Nuestra Patrona
la Virgen de Coromoto en Venezuela, y en Caracas, es más grande. Quienes han
venido a nuestro país se dan cuenta, inmediatamente, que somos un país mariano
por excelencia. En cada esquina hay una imagen de la Virgen. En cada autobús
vemos una Virgen del Valle, o de la Chinita, o de la Pastora, etc. Y de un
tiempo para acá la Virgen de Coromoto se ha convertido en una patrona muy
amada, muy venerada y ¡muy rezada!
¡Virgencita de Coromoto, tus hijos
venezolanos te queremos demasiado! ¡No permitas que más inocentes sufran las
consecuencias de tanta corrupción, de tanta injusticia! ¡No permitas que el
odio entre en nuestros corazones! ¡Ayúdanos a rezar por la conversión de los
corruptos! ¡Ayúdanos a trabajar por la extensión de la palabra de tu amado hijo
Jesucristo en todos los rincones del país! ¡Renueva la fe en toda la extensión
de nuestra patria! ¡Que todos los venezolanos nos acerquemos a recibir los
sacramentos que tu amado hijo nos dejó: el Bautismo, la Comunión, la Confesión,
la Confirmación, el Matrimonio…! ¡Ayúdanos a ser cada día mejores cristianos,
aún en las peores circunstancias que podamos estar viviendo! ¡Ayúdanos a ser
reconciliadores y sembradores de paz, alegría y esperanza en todo momento! ¡E
incansables luchadores para que la Verdad, la Libertad, la Justicia y la Paz
brillen en nuestra Patria!
¡Gracias mamá Coromoto por no estar
pensando en hacer maletas! ¡Tú sabes que tienes que estar con tus hijos
venezolanos hasta siempre, hasta siempre…! ¡Tú sabes que somos muchos quienes
nos quedaremos a sembrar la buena nueva en nuestro país y contamos contigo! ¡Y
sabemos que nunca ¡nunca! nos vas a abandonar! ¡Bendícenos desde el Cielo,
protege a nuestras familias y dile a Papá Dios que nos de mucha fortaleza, y
que nos ayude a ser siempre muy fieles en estos momentos tan difíciles para
todos quienes estamos aquí!
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