El ex nuncio de la República Dominicana, el polaco Jozef Wesolowsk. |
IRENE HDEZ. VELASCO 23 de septiembre de 2014
El ex nuncio de la
República Dominicana, en arresto domiciliario por voluntad del Papa
Francisco quieres que
este caso "tan grave y delicado" sea afrontado sin demora
Lombardi señala que las
instituciones de la Santa Sede asumirán responsabilidades
Nunca se había visto a un sacerdote, y
menos aún a ex nuncio apostólico, encerrado en su vivienda del Vaticano. Pero hoy ha ocurrido: el polaco
Jozef Wesolowski, de 66 años y embajador de la Santa Sede en la república
Dominicana desde 2008 hasta su destitución el año pasado, se encuentra bajo
arresto por pederastia. Primero fue condenado a colgar los hábitos, obligado a
dejar el sacerdocio. Y ahora ha sido directamente recluido.
Wesolowski está siendo juzgado en el
Vaticano por
abusos sexuales a menores,
un cargo por el que ya en junio pasado fue declarado culpable en primer grado
en el juicio canónico por pedofilia que abrió contra él la Congregación para la
Doctrina de la Fe. Pero este martes, ante la gravedad de los
testimonios que pesan contra él y dentro del proceso penal que también
siguen contra él los tribunales del Vaticano, el ex nuncio en santo Domingo ha
sido detenido por orden del fiscal. A eso de las 17.00 horas un grupo
de agentes de Gendarmería vaticana le ha arrestado, le ha comunicado oficialmente
las graves imputaciones que pesan contra él y le prohíben salir de su vivienda.
"Ha sido arrestado por voluntad del Papa",
aseguraba Federico Lombardi, el portavoz de la Santa Sede. "La iniciativa
llevada a cabo por los órganos judiciales del Estado es consecuente con la
voluntad expresada por el papa, para que un caso así de grave y delicado sea
afrontado sin retrasos, con el justo y necesario rigor, con la asunción plena
de la responsabilidad por parte de las instituciones de la Santa Sede".
Wesolowski habría abusado sexualmente
de varios menores en la Republica Dominicana a cambio de dinero. Un diácono, ex colaborador suyo, ha
declarado haberle procurado chavales para que mantuviera con ellos relaciones
sexuales. Un testimonio que también han confirmado otros cuatro testigos.
Se trata de la primera ocasión en que
un sacerdote es encerrado en una celda por orden de las autoridades judiciales
del Estado de la Ciudad del vaticano. Hasta ahora sólo el laico Paolo Gabriele,
el ex mayordomo de Benedicto XVI que fue condenado a 18 meses de cárcel por el
robo agravado de papeles reservados del Pontífice, había permanecido bajo
arresto.
El ex religioso fue destituido por
Francisco como nuncio apostólico en República Dominicana en agosto de 2013, después de que el programa de
investigación de una cadena de televisión revelara que el prelado pagaba a
chavales a cambio de sexo y que acudía asiduamente a una zona de Santo Domingo
conocida por prostitución de menores. La justicia de santo Domingo se puso mano
a la obra a investigar y la Fiscalía General de ese país le acusó
formalmente de abusar sexuales de adolescentes de escasos recursos económicos Wesolowski
fue a partir de ahí trasladado a Roma por la Santa Sede para ser juzgado en un
proceso canónico, desatanado sin embargo las sospechas de podía ser una
maniobra para protegerle y evitar así que fuera a la cárcel en Santo Domingo.
En junio pasado, la Congregación para la Doctrina de la Fe le declaró culpable
de pederastia y le condenó a colgar los hábitos y volver al estado laico, una
de las penas más graves que contempla el Derecho Canónico y que nunca le había
sido aplicada a un nuncio. Pero el ex embajador vaticano en Santo Domingo no
sólo recurrió la sentencia sino que, al haber sido sólo condenado por un
tribunal canónico sin potestad penal, seguía libre, paseando a su
antojo por las calles de Roma.
Pero contemporáneamente al proceso
canónico, y con la debida autorización de Francisco, las autoridades judiciales
vaticanas habían puesto en marcha un proceso penal contra él. Y hoy el fiscal
encargado del caso ordenó la detención preventiva y el ingreso en prisión de
Wesolowski, cuya carrera como diplomático de la Santa Sede comenzó
durante el Pontificado de Juan Pablo II. Desde que inició su pontificado en
marzo de 2013, Francisco ha dejado claro su compromiso absoluto en la lucha
contra la pederastia en la Iglesia. Y el arresto de Wesolowski es una
prueba contundente de que en los que abusos a menores se refiere el Papa es
inflexible.
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