Carlos Romero Mendoza 18 de septiembre de 2014
@carome31
Vivo la experiencia de participar como
padre en el proceso del aumento de
matrícula y mensualidad de un colegio privado,
que ha sido tan complejo, que concluyo pensando fríamente, que estamos
ante una estrategia claramente definida para estatizar la educación privada,
ello como consecuencia directa de la eliminación de la Sociedad de Padres y
Representantes, que ha debilitado la capacidad organizativa de los Colegios, o
mejor dicho, que ha lesionado los lazos o vínculos entre colegio y padres.
Soy miembro del Consejo Educativo y
participo en la comisión pastoral y durante el año pasado no hubo al menos
convocatoria a ninguna de las Asambleas que cada tres meses exige la Resolución
en ese Colegio, por lo tanto puedo decir
con propiedad que la prueba no funcionó. Más bien, la activación de este consejo
sirvió para que las autoridades religiosas, acatando la legalidad y
aparentemente, siguiendo recomendaciones de la Asociación Venezolana de Escuelas
Católicas, pidiera el desalojo de la Sociedad de Padres y Representantes de las
instalaciones y actividades del Colegio respectivo.
Una decisión así, afecta el ambiente
organizacional, y a ello hay que sumarle la decisión de cambiar autoridades de
larga vida laboral en esa institución privada, con lo cual, impacta aún más a
quienes tienen tradición de padres y representantes en esa institución. Por lo tanto el luto natural de cambios
drásticos, la resistencia a cambios que siempre existe en procesos de cambio
organizacional, se unen a un proceso de desmantelamiento de las fundaciones del
Colegio y hoy prácticamente lo único que puede ofrecer el colegio son las
clases normales y legales desde las 7 hasta las 11:45, y no podrá ir más allá
hasta que los padres se organicen o el Estado decida el presupuesto.
En un año, he sido testigo de cómo la
Resolución 058 y la nueva Resolución, intervienen en el Colegio, alimentan la
ruptura de la armonía y quiebran la capacidad de diálogo.
En este proceso de aumento de
matricula, se exigen 2 asambleas, la primera para designar 5 padres en un
comité que debe evaluar el estudio económico; la segunda asamblea es para
aprobar el aumento de matrícula y mensualidad.
La Resolución pareciera advertir por su redacción que para la primera
Asamblea no requiere 75% de la presencia de los padres o en su defecto una
segunda convocatoria con un quorum de 50% más 1. Pero asumiendo que sí, en colegios grandes
sin articulación y sin estrategia organizativa de los padres, no resulta fácil
lograr cubrir ese quorum, más sin comunicación, sin organización y con
conflicto.
El Colegio cumplió su responsabilidad
de presentar el estudio económico, ahora la tarea está en manos de los padres,
representantes y responsables, si éstos no logran organizadamente participar,
simplemente, sin importar la opinión de los Colegios Privados, el Estado
decidirá los pasos a seguir. La
intervención estatal es de tal naturaleza, que el Ministerio, según la
Resolución será quien dice cómo se hace la convocatoria, facilita un formato
para el acta de la asamblea y decide cómo presentar el estudio económico. Y así se aceptó.
Una primera convocatoria sin quorum y
otra segunda, repite la historia, pero a diferencia de la anterior, aquí hubo
cambio cualitativo en la formalidad y solemnidad debida que exige una
Asamblea. Pero todo El procedimiento de
la Resolución del Ministerio de Educación, perfectamente puede interpretarse
como una vía expedita para que los colegios privados se nacionalicen, pues,
poder intervenir en la definición de la matrícula y la mensualidad, sin reglas preestablecidas de cómo opera esa
situación, es dejar en su discrecionalidad la participación del Estado en
instituciones educativas privadas.
En otro escrito, cuando la consulta
educativa, advertía que la batalla cívica era en las aulas de clase, en las
instalaciones educativas, no exclusivamente en la calle, y ahora lo reitero,
por mucha protesta en la calle que algunos padres hayan liderado contra la 058,
estamos atrapados, el poder del Estado se puede imponer, en gran medida porque
se aprovecha de la dificultad organizativa y de coordinación de los
padres, y haciendo uso de la
participación, reglada y condicionada estratégicamente a grandes niveles de
participación, justifica la intervención de la educación privada en Venezuela.
Mientras se decide si hay o no quorum
en nuevas convocatorias a la primera asamblea, los niños, niñas y adolescentes,
en ese colegio privado en particular, pierden calidad en el servicio educativo
al cual hasta ahora habían venido disfrutando, pues sin esa decisión de la
matrícula y de la mensualidad, no podrán recibir actividades extra cátedras, o
extra curriculares especiales: inglés, deporte, etc…. Los afectados son los niños, los
responsables los padres que no son capaces de articularse en el colegio y
exigir sus derechos a ser parte del proceso educativo, pero al final, en el
fondo el problema es el intento de cambiar el orden social, que exige romper
los lazos sociales que hasta ahora conocíamos y que genera el conflicto
suficiente para dividir y por ende no sumar.
@carome31
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