Victor Salmerón Noviembre 14, 2014
1. ¿A cuánto ascenderá la inflación en
el 2015? El vicepresidente para el Área Económica y ministro de Finanzas,
Rodolfo Marco Torres, presentó ante la Asamblea Nacional un presupuesto para
2015 que contempla mejoras sustanciales respecto a lo que ha sido este año, al
considerar que la economía crecerá 3% a la par de que la inflación, que en los
últimos doce meses registra un salto de 63,4%, perderá fuerza hasta ubicarse en
el rango de entre 25-30%.
Esta visión optimista difiere por
completo de la mayoría de las firmas especializadas y entidades financieras,
que no creen posible que la economía venezolana deje atrás la estanflación, es
decir, la enfermedad que se caracteriza por dos espasmos simultáneos:
estancamiento o mínimo crecimiento y elevada inflación.
Si no hay crecimiento las ventas caen,
las empresas no necesitan contratar nuevo personal y no hay ganancias para
ajustar adecuadamente los salarios, mientras que los precios se incrementan
cada mes golpeando la capacidad de compra y el bienestar de las familias.
El informe elaborado por Latin Focus al
cierre de septiembre, es decir, antes de que se acentuara el descenso de los
precios del petróleo, indica que las proyecciones de entidades financieras como
Deutsche Bank, JP Morgan, Goldman Sachs y firmas como Ecoanalítica, apuntaban a
que en 2015 la economía tendría un ínfimo crecimiento de 0,7% que sería
acompañado por una inflación de 60%.
Asdrúbal Oliveros, director de
Ecoanalítica, indica que “ese estimado de crecimiento e inflación que presentó
el ministro Rodolfo Marco Torres está muy lejos de la realidad” y explica que
el Gobierno tiene un gasto que supera por mucho al ingreso y en buena parte lo
cubre con billetes que imprime el Banco Central y aceleran la inflación.
“Este año la inflación va a cerrar sobre
60% y para que baje a entre 25-30% el año que viene tendría que haber un
recorte de gasto bastante fuerte que es inviable en un año electoral”, dice
Asdrúbal Oliveros.
2. La honestidad de los datos. El
informe que el Gobierno entregó a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC
por sus siglas en inglés) registra que en 2013 con un precio promedio de la
cesta petrolera venezolana de 98 dólares el barril el gasto del Gobierno,
incluyendo todas las empresas públicas, superó en 16,9% del PIB al ingreso y
este año Ecoanalítica calcula que la brecha es de 22% del PIB.
Estos números indican que en un
escenario en el que el precio del petróleo no se recupera tras la caída sufrida
en los últimos cuatro meses, el Gobierno tendría que imprimir aún más bolívares
para mantener el gasto algo que inevitablemente se traduciría en aceleración de
la inflación.
La cesta petrolera venezolana cerró la
semana pasada en 72,80 [i]dólares el barril y el presupuesto
elaborado por el Gobierno contempla que en 2015 se mantenga en 60 dólares, pero
el problema es que este gasto dista mucho de ser el real, porque
sistemáticamente los desembolsos son muy superiores a lo que se estima
inicialmente.
Síntesis Financiera estima que este año,
sin tomar en cuenta los pagos de deuda, el gasto del Gobierno superará en 76% a
lo contemplado en el presupuesto 2014.
Otro factor a tomar en cuenta es que a
fin de evitar que la escasez siga en alza el Gobierno tendría que permitir
nuevos incrementos en artículos con precios regulados, imprimiéndole un impulso
extra a la inflación.
3. Sin gasolina. Si bien el Banco
Central oculta las cifras es evidente que la producción de las empresas en áreas
clave ha caído y José Guerra, profesor de la Universidad Central de Venezuela,
considera que no hay cómo salir del clima recesivo en el corto plazo y lograr
que la economía crezca en 2015.
“De la última recesión que sufrió
Venezuela, la que tuvimos en 2009-2010 se salió con una tremenda expansión del
gasto público que generó una demanda que tuvo respuesta adecuada del lado de la
oferta porque había suficientes dólares para importar, gracias a las reservas
que tenía el Banco Central y la capacidad de endeudamiento, condiciones que ya
no están presentes”.
Las reservas internacionales, el tanque
que permite cancelar deuda externa e importaciones, registra un descenso
importante y al cierre del 17 de octubre se ubican en 19 mil 946 millones de
dólares, de los cuales, solo 500 millones están en efectivo y el resto
corresponde principalmente a barras de oro.
Al cierre de 2008, cuando comenzó a
gestarse el clima de la última recesión, el país contaba con reservas por el
orden de 42 mil 299 millones de dólares que permitían cubrir todos los
requerimientos de divisas para impulsar el crecimiento con una estrategia de
expansión del gasto público.
Asdrúbal Oliveros coincide con esta
visión e indica que “nosotros estimamos que este año la economía se contraerá
4% por la restricción de divisas y no vemos mejoría en este aspecto para el año
entrante sobre todo en un entorno de debilitamiento de los precios del
petróleo”.
4. ¿Y los dólares del petróleo? El
petróleo provee 96 de cada 100 dólares que ingresan a Venezuela. En su último
informe, fechado el 20 de octubre, el analista de Bank of America, Francisco
Rodríguez, prevé que si el precio del petróleo se mantiene a 80 dólares el
barril el Gobierno tendría necesidades de financiamiento por el orden de 13 mil
millones de dólares en momentos en que la República tendría que pagar una
elevada tasa de interés para obtener financiamiento en vista de la elevada
percepción de riesgo que tiene el mercado.
La señal de que el mercado observa con
preocupación a Venezuela proviene de los Credit Default Swap (CDS), el
instrumento que utilizan los inversionistas para asegurarse de un posible
incumplimiento en el pago que debe hacer el Gobierno al vencimiento de los
bonos.
Las compañías que venden los CDS le
aseguran a los inversionistas que tienen en sus portafolios bonos venezolanos
que en caso de que la administración de Nicolás Maduro no les cancele ellas lo
harán, a cambio de recibir un pago anual, es decir, opera como una póliza de
seguro contra la eventualidad de un default que es como técnicamente se conoce
cuando un país no paga a tiempo sus compromisos.
Mientras mayor es la percepción de que
es posible el default más caro son los CDS y de acuerdo con Deutsche Bank,
entre el 13 de agosto y el 13 de octubre de este año el costo de asegurar los
bonos venezolanos registra un salto de 95%, con lo que la deuda venezolana se
ubica como la segunda más riesgosa del mundo, solo superada por Argentina.
5. La devaluación. El presupuesto que
presentó el Ejecutivo contempla que se mantenga el tipo de cambio de 6,30
bolívares por dólar para bienes prioritarios. No obstante, en un entorno en que
este tipo de cambio artificialmente barato dispara las solicitudes de divisas
hasta niveles insostenibles y el Gobierno va a necesitar obtener más bolívares
por cada petrodólar a fin de disminuir la brecha entre ingresos y gastos, los
analistas esperan una devaluación.
El escenario principal de Ecoanalítica
es que en 2015 el Gobierno eliminará el tipo de cambio de 6,30 bolívares por
dólar y transferirá todo lo que se importa a esta tasa al Sicad I que se
deslizaría hasta 15 bolívares por dólar, mientras que el Sicad II se mantendría
en 50 bolívares por dólar.
Asdrúbal Oliveros indica que
“inevitablemente esta devaluación impulsaría en un primer momento a la
inflación, porque encarecería las importaciones que se están haciendo a 6,30
bolívares y tendría un impacto recesivo al desalentar el consumo”.
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