Por Eileen Rada
La sala del Teatro de Chacao
fue testigo de un escenario multidisciplinario, con más de 14 músicos en
escena, en el que se combinó la danza, el arte visual y puestas en escena que
culminó en una fiesta de tambores
El cuerpo de Laura Guevara se
mueve con la soltura de un ave dichosa de saberse libre. Su cabellera rojiza
con tonos naranja destaca su figura entre las luces. Sobre el escenario, se
transforma, baila, recorre los espacios, cierra los ojos, se eleva y se deja
llevar por la música. La cantautora venezolana de 28 años bautizó este viernes,
después de 3 años de preparación, su álbum debut homónimo en el Teatro Chacao
Al entrar a la sala, sonidos
de ambiente, aves y grillos invitaban a los asistentes a sumergirse en un mundo
de paz. A las 7:30 de la noche, treinta minutos después de la hora prevista,
luego de varios aplausos impacientes, el show inició. Las 528 butacas del
Teatro Chacao estaban ocupadas. Laura subió al escenario, junto a más de 14
músicos, para interpretar su primer tema: Tiempo de escape.
En su primera aparición, la
cantautora vestía de un imponente traje lima y una larga falda azul. Su cabello
estaba adornado por una corona de plumas de pavo real. Después de cantar,
agradeció al público por acompañarlos en ese momento tan especial y por apoyar
proyectos que aspiran el bien del país. “Lo malo se empuja haciendo cosas
buenas. Que nadie pierda la fe. Vamos a darle mucha luz a Venezuela, que tanta
falta le hace”, dijo. Más de 526 personas escuchaban atentos y sonreían: la
emoción era compartida.
Como la artista lo había
prometido, el espectáculo fue "multidisciplinario”. Las artes visuales, video
mappig y una llamativa escenografía le dieron fuerza a la interpretación
de Laura, quien, en varias oportunidades, se sumó al cuerpo de danza y movió su
cuerpo al ritmo del swing.
15-04-16
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