domingo, 25 de septiembre de 2016

¿Por qué no nos oyen?, @adrianavigi




Por Adriana Vigilanza, 23/09/2016

Cada vez que hay una mención internacional a Venezuela, como la hubo en la hermosísima misa ecuménica para orar por la paz mundial, celebrada en Asís este pasado 20 de septiembre de 2016, yo vuelvo a hacerme una serie de preguntas, para las cuáles nunca he tenido respuesta:

  1. ¿Será que una brujería  lanzada  sobre Venezuela,  impide que se vea con nitidez lo que aquí pasa?
  2. ¿Será que los dólares regados en lobby a favor del régimen, aún funcionan?
  3. ¿Será que la oposición no tiene equipo comunicacional?
  4. ¿Será que la oposición sí tiene equipo comunicacional, pero es muy malo?
  5. ¿Será que el equipo comunicacional opositor, trabaja para el gobierno?

En esa misa, fuimos incluidos en la lista de 28 Naciones del mundo que no tienen paz. Cosa que se agradece. Pero al final de la ceremonia, cuando una persona por cada uno de esos países, pasaba adelante hacia una especie de vasija redonda a colocar una velita encendida y a pronunciar una frase especial para el respectivo país, quedamos en shock.  En el caso de  Centro América,  se suplicó “por el fin de la violencia difusa”; en el caso de México, se pidió por el cese de la violencia “en el México herido por el narcotráfico”. En el caso de Colombia, se pidió por la paz con la guerrilla de FACR. Pero en el caso de Venezuela, que comparte los tres tipos de males, todos juntos y con la institucionalización del narcotráfico, incrustado en el “gobierno”, apenas se suplicó para que “cesen las tensiones”.

Sólo le recuerdo al mundo y en especial al Vaticano, que los hijos de Cilia Flores, primera dama de la República Bolivariana de Venezuela, están detenidos por narcotraficantes en Nueva York y que un sinfín de personas en funciones oficiales de su régimen, están en lista de buscados por la DEA.  Además, en Venezuela hay más asesinatos violentos, por habitantes, que en México y Centro América  (tenemos 90,  por cada 100.000 habitantes) y que ese número de asesinatos totalizó más de 280.000 casos, apenas entre 1999 a 2015, mientras que la Guerrilla colombiana acumuló 250.000 víctimas… ¡pero en 52 años!. Ver:

Según el último informe del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV”), cuyas cifras fueron publicadas al final de 2015, la cifra exacta de muertes violentas en ese año fue de 27.875 asesinatos. (Ver: http://www.abc.es/internacional/abci-venezuela-alcanza-2015-cifra-historica-homicidios-90-cada-100000-habitantes-201512290116_noticia.html).  En ese estudio participaron investigadores de las siete universidades nacionales, públicas y privadas, que conforman el OVV.   Caracas es la ciudad más violenta del mundo.

De manera que la súplica porque cesen las tensiones en Venezuela, sometida ahora, además, a una hambruna y a la falta de insumos para la salud, que es a propósito (como lo demostró el derroche de comida que necesariamente hubo para los países no alineados),  tuvo que haber sido “por la pronta salida de los opresores del pueblo venezolano”.

Recordamos, además, que Chávez, pupilo de Fidel Castro (como ahora lo es Maduro), dijo sobre los Obispos que: “(…) todos son unos vagabundos (…)”,  agregando que  se podrían vestir de Obispos, de cardenales o de lo que sea, pero que  eran “el propio demonio”. Ver: https://www.aciprensa.com/noticias/obispos-de-venezuela-rechazan-ataques-de-chavez-contra-cardenal-urosa/.  Nos negamos a pensar que tuvo razón.


Adriana Vigilanza
@adrianavigi

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