Por Roberto Patiño
El régimen madurista le ha
declarado la guerra al país. El discurso de violencia y odio que dirigía a sus
organizaciones políticas adversas, a países extranjeros que supuestamente
buscaban derrocarlo y detener su “revolución” y a todos aquellos que tenían la
ocurrencia de cuestionar sus desastrosas y dañinas iniciativas como las OLPs y
los CLAPs, ha acabado por desbordarse y se ha convertido en cruentas acciones
bélicas de muerte y exterminio contra todos los venezolanos.
Esta realidad tiene su
expresión más dolorosa en la escalada de violencia represiva que se ha venido
sucediendo contra las manifestaciones pacíficas de esta última semana. Tan sólo
en Caracas, tres jóvenes fueron atropellados con unas tanquetas de la GN y el
menor Armando Cañizales fue asesinado por el impacto de una rolinera en el
cuello. Son varios los testimonios de cómo los efectivos de la Guardia Nacional
amenazaban de muerte y tortura a los manifestantes.
Ya es evidente que las
acciones de los cuerpos de seguridad no son de contención o prevención sino de
ataque. En las protestas sucedidas el miércoles 3 de mayo, se emplearon
tácticas que impedían el retiro de los manifestantes, cuando se presentaron
situaciones en las que se bombardeó por ambos extremos la marcha en una clara
acción de emboscada. Ya no se está impidiendo el paso a puntos de la ciudad,
-de por sí una clara violación de derechos constitucionales-; se está atacando
a las personas antes de que las marchas se inicien, emboscando y agrediendo,
buscando generar la mayor cantidad de heridos. Los insultos y amenazas que
profieren los represores responden a un entrenamiento de deshumanización y
criminalización del “enemigo”, característico del condicionamiento de soldados
en el frente de guerra.
El régimen madurista
está llevando a cabo un ataque armado contra la población civil, utilizando
incluso grupos paramilitares ilegales, los llamados colectivos. El mismo
miércoles 3, en sucesos ocurridos en la Urbina, algunos de estos grupos
entraron a residencias y cometieron actos vandálicos con el acompañamiento de
efectivos de la GN. En estos hechos se sucedieron actos de violencia en los que
también fueron heridos tanto militares, como incluso un agente de la policía de
Sucre.
La escalada de violencia en
un país como el nuestro, con ya altos índices en materia de criminalidad y
homicidios, con un alto número de armamento ilegal en las calles y con
instituciones del Estado desprestigiadas y secuestradas por el régimen, solo
puede conducir a situaciones de anarquía y conflictividad que tendrán un alto
costo en vidas en la población. De manera irresponsable y criminal, para
mantenerse en el poder, el régimen ha propiciado un enfrentamiento entre
fuerzas armadas, militares y paramilitares, contra la sociedad civil
venezolana.
Hay que hacer un llamado
constante y sostenido a los integrantes del aparato militar y policial
venezolano, para que tomen conciencia del crimen que están cometiendo contra
quienes podrían ser sus hermanos y padres. Es primordial que reconozcan que sus
actos están abriendo la puerta no sólo a la instauración de un Estado
Totalitario, sino de un país en guerra, empantanado en una conflictividad y
muerte abrumadora que puede prolongarse por años. Si no se detiene esta locura
que Nicolás Maduro y los suyos han desatado, las consecuencias para nuestro
futuro serán nefastas.
Los venezolanos tenemos
ahora el enorme y dificilísimo reto de mantenernos en la calle buscando nuevas
formas de protesta, evitando que esta degenere en violencia, frente a una
fuerza militar y policial armada. También, el de apoyar voces de descontento y
disidencia como las emitidas por la Fiscal General de la República o incluso
figuras públicas como Gustavo Dudamel, que puedan propiciar la toma de
conciencia en quienes hacen vida dentro del régimen, y que contribuyan a impedir
la consolidación de la dictadura.
El régimen madurista ha
declarado la guerra a los venezolanos. Debemos denunciar este hecho criminal al
mundo y hacer todo lo posible para detenerlo.
Coordinador de Movimiento Mi
Convive
Miembro de Primero Justicia
08-05-17
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