Por Paulino Betancourt
Figueroa
Sin excepción, los países que
han logrado alcanzar altos estándares de vida para sus ciudadanos han generado
un fuerte proceso de innovación, sostenido por un vigoroso desarrollo
tecnológico y una sólida base científica. La ciencia, como lo he
indicado en otros artículos, es el conocimiento obtenido mediante la rigurosa
experimentación y observación. Actualmente, las grandes potencias se definen
como aquellas que logran innovar y generar nuevo conocimiento.
En este campo, Venezuela ha
tenido una menor celeridad que otras naciones: en el 2014 invirtió cerca del
0,14% del Producto Interno Bruto (PIB) y para el 2016 la inversión en investigación
pasó a 0,19%, aún muy por debajo del promedio invertido por los países de
América Latina y lejos de la media invertida que hacen otros países (2,39% del
PIB).
En Venezuela, el
impulso a la ciencia y a la tecnología está sostenido por
la formación de recursos humanos
En Venezuela, el impulso a
la ciencia y a la tecnología está sostenido por la
formación de recursos humanos; son los estudiantes de
posgrado quienes, en mayor medida, efectúan el trabajo y el quehacer
científico bajo la dirección de un Investigador consolidado, generalmente
adscrito a alguna institución educativa o de investigación.
El apoyo a la formación
académica en nuestro país estaba sostenido por las becas del Fondo
Nacional de Ciencia y Tecnología (FONACIT), las cuales se otorgaban a alumnos
que ingresaban a posgrados en Ciencias. Por ello, la formación de recursos
humanos para la ciencia y la tecnología debe ser vista como un sistema, se
trata de un conjunto de procesos y relaciones vinculadas entre las
instituciones dedicadas a la producción del conocimiento y aquellas que
aprovechan esos conocimientos.
En el año 2007, el MPPCT
entregó 325 becas de la Misión Ciencia para estudiantes de Posgrado,
276 en el país y 76 en el exterior para un total de 352 estudiantes activos, de
los cuales 289 fueron de Doctorado. Cabe destacar que no se cuenta con cifras
oficiales sobre el seguimiento de las mismas. Posteriormente se eliminaron, lo
cual representó un retroceso considerable. Desde ese momento, nuestra comunidad
científica se encuentra en incertidumbre.
La eliminación de las
becas incentivó una drástica disminución de estudiantes de posgrado, menor
generación de recursos humanos y menor generación de productos científicos
La eliminación de las becas
incentivó una drástica disminución de estudiantes de posgrado, menor generación
de recursos humanos y menor generación de productos científicos como
publicaciones, patentes, etc. En Venezuela se gradúan aproximadamente 326
Doctores al año en todas las áreas, la cifra puede parecer alta, pero en
realidad el número se vuelve deficiente cuando lo comparamos con los 13.083 de
Brasil. Es evidente la necesidad de un esfuerzo sostenido por parte
del Gobierno Nacional, así como del sector privado, para destinar
mayores recursos a la educación en todos los niveles, en especial al posgrado,
con el claro objetivo de generar jóvenes investigadores. Esta iniciativa
permitiría aumentar los recursos humanos para el manejo del conocimiento
científico y dominio del quehacer tecnológico que el país requiere. El déficit
actual corresponde aproximadamente a 20.000 investigadores. Pero vale la pena
aclarar que aumentar el número de doctores es solo parte de la solución.
La Ciencia en el país pasa por
continuos recortes presupuestarios y presupuestos deficitarios que se
agravan al considerar el efecto de la inflación, la escasez de divisas para
equipos científicos, reactivos, materiales, entre otros debido a los obstáculos
y la ineficiencia en los regímenes cambiarios, el escaso acceso a la
información y documentación científica, a la burocracia
institucional que impide que los recursos lleguen; además, cuando
finalmente lo hacen, los procedimientos administrativos impiden su ejecución y
sobre todo, a los bajos sueldos que han motivado un éxodo de investigadores
formados.
De lo anterior se desprende
que las políticas actuales de Ciencia, Tecnología e Innovación, impactan
negativamente a los Estudios de Postgrado, comprometiendo, en consecuencia, la
calidad del recurso humano de alto nivel en formación. Este tema debe ser abordado
con urgencia para superar el rezago de 15 años y nos permita dar
respuestas ante la grave crisis nacional, generando tecnologías hechas por
venezolanos para venezolanos.
Paulino Betancourt Figueroa:
Doctor En Ciencias | Químico | Profesor E Investigador En Pre Y Postgrado En La
UCV | Nominado A Premio Nacional De Ciencias.
15-05-17
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