EWALD SCHARFENBERG 16 de agosto de 2017
@Ewalds6
La
persecución del Gobierno de Nicolás Maduro contra la fiscal disidente Luisa
Ortega Díaz se agudizó esta tarde del miércoles cuando cuerpos de seguridad
allanaron su apartamento en el este de Caracas, apenas minutos después de que
el fiscal general recién designado por la Asamblea Constituyente chavista,
Tarek William Saab, pidiera la emisión de una orden de captura contra el esposo
de Ortega. En el momento del allanamiento ni Ortega ni su marido se encontraban
en la vivienda, pero una empleada del hogar fue detenida.
Se
trata de un nuevo episodio en el conflicto institucional que se vive en
Venezuela desde que en octubre pasado el Tribunal Supremo, controlado por el
chavismo, declaró en desacato al Parlamento de mayoría opositora, así como
nulas todas sus actuaciones. En la subsiguiente escalada de obstrucciones
mutuas, el mismo tribunal emitió a finales de marzo un veredicto en el que
despojaba a la Asamblea Nacional de sus facultades legislativas para
traspasarlas al presidente Nicolás Maduro. Esa medida, que la oposición
denunció como un golpe de Estado y dio lugar a cuatro meses de protestas, fue
también desafiada en esa oportunidad por Ortega Díaz, quien desde la Fiscalía
General determinó que se trataba, en efecto, de una interrupción "del
orden Constitucional". Fue tan solo la primera expresión pública de una
disidencia que se hizo aún más abierta cuando Ortega criticó, desde posiciones
de un chavismo "original", la convocatoria de una Asamblea
Constituyente "presidencial" por parte de Maduro.
El
ajuste de cuentas institucional adquirió entonces un cariz intestino para el oficialismo.
La primera decisión de la Constituyente chavista, instalada el 6 de agosto, fue
la remoción de Ortega de su cargo y la designación de un sucesor, Tarek William
Saab, ex Defensor del Pueblo, exgobernador del Estado de Anzoátegui por el
progubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y obediente ficha
de la Revolución. La decisión se hizo para prever los efectos de la causa penal
abierta contra Ortega ante el Tribunal Supremo por presuntas irregularidades en
el ejercicio del cargo.
Independientemente
de esa causa –que sigue su curso en el Supremo y pudiera llevar a prisión a
Ortega–, este miércoles el poderoso número dos del PSUV, Diosdado Cabello,
también diputado de la Constituyente, acudió a la sede de la Fiscalía General
para exigir a Saab la apertura de una investigación contra el esposo de Ortega
Díaz, Germán Ferrer, diputado a la asediada Asamblea Nacional por el PSUV, y
quien también rompió recientemente con el oficialismo.
Según
Cabello, Ferrer es el cabecilla de una red de extorsión que actuaba en el
interior de la Fiscalía, de la que Ortega Díaz fue titular desde 2007.
"Aquí había una red de extorsión", dijo el excapitán del Ejército
Cabello a la salida de su diligencia ante el Ministerio Público. "Fiscales
que chantajeaban a empresarios y les pedían 600.000 dólares (...) Es difícil
que eso haya funcionado sin el conocimiento de la doctora Ortega", siguió
sumando sospechas en torno a la exfiscal, a quien Cabello patrocinó para el
cargo en 2007.
De
inmediato, el nuevo fiscal Saab pidió que se emitiera una orden de captura
contra Ferrer y que se le despojara de manera sumaria de su fuero parlamentario
por vía de la Asamblea Constituyente. De acuerdo con Saab, cuatro
exfuncionarios del Ministerio Público fueron detenidos "en flagrancia".
Mostró copias de documentos sobre la presunta apertura de cuentas bancarias por
parte de Ferrer y empleados de la Fiscalía, con saldos de hasta seis millones
de dólares. "¿Cómo un parlamentario, con un sueldo que se sabe modesto, puede
abrir cuentas en dólares?", se preguntó Saab ante los reporteros.
El
allanamiento de la morada de la pareja Ferrer-Ortega, en el sector de La
Florida en Caracas –un barrio de clase media alta, preferido por la jerarquía
chavista, en el norte de Caracas– estuvo a cargo de la policía política, Sebin,
y se cree que forma parte de las investigaciones en torno a la supuesta red de
chantaje y legitimación de capitales.
Este
fue el mensaje recibido en nuestra redacción por el diputado Germán Ferrer,
miembro del bloque parlamentario de izquierda y del Frente Democrático
Bolivariano recientemente constituido:
“Que
indignación. Como es posible ser tan cínico y mentiroso un personaje como Tarek
W. Mostrando firmas que no he hecho de documentos que no resisten la mas mínima
prueba. Reto a que comparen lo que el presenta con una firma original mía para
desenmascararlo por inmoral. Como todo neofascismo, este gobierno ya no tiene
ningún parámetro ni vergüenza. !!Lo que nos ha tocado vivir a los venezolanos
que luchamos toda la vida por la justicia y la democracia, la decencia y la
dignidad!!. Digo como Allende. Volverán a abrirse las alamedas para este pueblo
que no merece este gobierno indigno y represor. Aspiro, como se que tú lo
harás, la solidaridad del venezolano de bien.”
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