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miércoles, 9 de agosto de 2017

En Venezuela lo que viene es una hambruna por @contrapuntovzla


Por Vanessa Davies


Como en la URSS. Como en China. Lo que avizoran los especialistas Sary Levy y Oscar Meza es que, debido a la crisis, el hambre será una herramienta de destrucción masiva

Mientras sigue la diatriba política entre Gobierno y oposición, en Venezuela avanza algo más: el hambre.

Los productos están en los anaqueles, pero no hay cómo comprarlos debido a sus precios elevados. Basta echar un vistazo a cualquier supermercado: un kilo de arroz supera los 15 mil bolívares, el medio kilo de café ya se montó a 13.500 bolívares o más, un litro de leche líquida no baja de 3.500 o 4 mil bolívares. Como la posibilidad de producir alimentos en el país se aleja, el resultado de la ecuación parece claro: las familias no tienen cómo garantizar su alimentación.

En Venezuela “viene una hambruna”, advierten Sary Levy, individuo de número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas y Oscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros.

“Se necesitan más de 14 salarios mínimos para poder cubrir el costo de la canasta alimentaria”, señala Meza. Su conclusión es clara: “Muy poca gente puede hacerle frente a una canasta que cuesta prácticamente un millón y medio de bolívares, solo para comer”.

Tanto Meza como Levy participaron este martes en el foro: ¿Cómo salir de la crisis?, organizado por Cedice y moderado por Aurelio Concheso.


                            Oscar Meza: pocas familias pueden hacerle frente al costo de la canasta alimentaria

Más incertidumbre

La economista –quien afirma que el socialismo del siglo XXI es “un triturador del aparato productivo venezolano”– remarca que se debe hacer “un cambio integral del modelo” y subraya que el nudo gordiano de la economía es el control de cambio, que beneficia solo a quienes obtiene dólares a 10 bolívares.

La constituyente, que de acuerdo con el Gobierno Nacional debería ayudar a resolver los problemas económicos, lo único que logrará –a criterio de Sary Levy– es aumentar la incertidumbre; por ende, “genera mayor inestabilidad en la economía”.

                 Sary Levy: el alimento está en los anaqueles pero el ciudadano no puede comprarlos por su elevado costo

“No observamos, por parte del Ejecutivo, ningún cambio en política económica que permita plantearse que va a haber una mejora en la economía nacional”, explica Levy. Por el contrario, “insiste con las mismas políticas que nos han traído hasta acá”. Y, de no haber correctivos, “continuaremos en deterioro, en franco deterioro: el deterioro propio de todos los sistemas socialistas y comunistas que están claramente documentados”.

–¿Ese deterioro cómo es? ¿Podría describirlo?

–En el caso venezolano, además del proceso hiperinflacionario que ya estamos viviendo y que está afectando a toda la ciudadanía, se seguiría deteriorando el aparato productivo. Y uno de los grandes temores que nosotros hemos tenido es la aparición de grandes hambrunas, como las que se vivieron en los países de la Unión Soviética, en el caso de Ucrania, o la que vivió también China. No es un asunto simplemente de variables macroeconómicas; es el impacto que tiene en la gente. La gente se nos está muriendo de hambre y nosotros estamos hablando como si esto no estuviera pasando. Se está hablando de constituyente y la gente no consigue ni comida que pueda pagar, ni medicinas cuando necesita ni tiene servicios públicos en los que se pueda apoyar. Todo el elemento público que debería apoyar al ciudadano pareciera que se ha confabulado para acabar con él.

–¿Por qué habría hambruna? El alimento está en los anaqueles.

–El alimento está en los anaqueles pero a unos precios que el ciudadano venezolano no puede pagar en su gran mayoría. Por lo tanto, si eso está ahí pero no lo puedes pagar, es como si no estuviera para gran parte de la población. Y no lo puedes pagar porque se trae importado y no se permite la producción adecuada a escala internacional, lo que permitiría no solo la reactivación del aparato productivo, sino la generación de puestos de trabajo bien remunerados que permitirían a ese trabajador acceder a esos alimentos. Nosotros hemos hecho todo lo posible por deteriorar la dinámica económica, y en este momento, lo que hay que hacer es revertir todo ese proceso. Eso no va a ser sencillo, pero no significa que sea imposible.

08-08-17




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